sábado, 4 de agosto de 2018

DESDE MI TORRE: EL COÑAZO DE LOS INDEPENDENTISTAS CATALANES


No paran estos independentistas catalanes que están logrando una imposible convivencia en tan hermosa Comunidad, y que tienen dividida a la población con unas ideas totalmente trogloditas. Son cuatro, y todos locos de atar, los que, para el propio beneficio personal, están logrando una guerra civil interior que nadie sabe cómo acabará. Un expresidente como Puigdemont viviendo como un dios terreno en un exilio de mamela, palacio, coche oficial, amplia paga por trabajar de cobarde, guardaespaldas afines y oficiales y dando las órdenes pertinentes por ordenador, pero con menos cojones que un perro capado, aunque mientras algunos de sus compañeros de tropelías de independencias aún viven entre los barrotes de una cárcel. Creí más listos a sus compañeros de partida y aún más listos a los que lograron burlar la clausura carcelaria y siguen dando el coñazo con el independentismo, pero viviendo como auténticos señoritos del gobierno catalán. Una independencia que, además, saben que no van a conseguir nunca por muchas mañas que ofrezcan de manifestaciones circenses, cementerios de cruces amarillas en playas y plazas, lazos del mismo color de la bilis por puentes, carreteras y lindes de la Comunidad, desacato al Jefe del Estado, enfrentamiento continuo con el poder nacido de las urnas, y mensajes políticos, que sólo alimenta una locura colectiva, a todos los países del mundo, queriendo demostrarles que es un país secuestrado por la maldita España.

Hay que ser tontos: del culo, de baba, tontos con balcones a la calle, tontos de solemnidad, tontos, tontos y más que tontos de dejarse gobernar por un tío que se está dando una gran vída en el exilio a costa de ellos, y que, como el jefe de una secta idiotizada, envía sus órdenes imperativas desde Alemania o Bélgica, sin tener los bemoles suficientes para atreverse a darlas desde su Cataluña tan querida, adonde dejó a Torrá para tapar con parches todas sus cobardías.

Si una mitad de la región catalana está a favor del independentismo bárbaro de incitaciones a peleas y enfrentamientos constantes, y la otra mitad desea ser nacionalista acatando la Constitución y respetando las leyes, y se sienten catalanes españoles, es muy posible un enfrentamiento civil que sólo propicia una lucha, como la que hoy existe, pero con más nefastas consecuencias, posiblemente de soluciones imposibles.

Si por Casado fuera -el flamante Presidente del PP-, los tanques entrarían mañana en Cataluña. Si fuese por Rivera -cuya fuerza ha ido a menos que la gaseosa La Pitusa-, no sólo el Ejército y la Legión, con su carnero omnipresente, sino la fuerzas de la OTAN, los marines... Por tierra, mar y aire, rodeada Cataluña, la región más productiva de España, aunque cerca de la mitad de su población esté formada por unos cabroncetes tontos.

La Política es otra cosa bien diferente: el arte de dialogar y de llegar a acuerdos lo más satisfactorios posibles. No es el artisteo de judicializar todo lo que se enfrenta a nuestras opiniones. Que hay que volver al tan manido artículo 155 de nuestra Constitución, pues se vuelve, pero tras haber demostrado al contrario que va totalmente a contramano.

Los cuatro mandamases, los grandes tontos de los lazos y cruces amarillas, debieran pensar un poquito sobre el tema en cuestión, que no es baladí. El señor Puidegmont -que fue la primera rata que abandonó el barco-, no se va a atrever a volver. Él, tan cobarde, no quiere a Cataluña, ni a los suyos, ni a sus instituciones, sólo se quiere a él mismo, deambulando como un payaso por todos los países de la comunidad europea. Mientras, en la tierra que dice defender con sus propuestas en diferido, otros tontos -con sueldos vergonzosos- les ríen las gracias, lo sostienen en el exilio y aplauden sus contínuos traslados de prófugo de alto standing.

2 comentarios:

  1. Certero, Emilio. Los independentistas son insaciables, esto lo saben muy bien todos los presidentes de gobierno que en democcracia hemos tenido hasta ahora. Lo peor, es que así llevamos siglos y lo que nos queda. Dicen ser "democratas" y pretenden por la fuerza imponerse a sus hermanos catalanes que no pieesan como ellos, saltarse con las torvas mañas la Ley, no repetando a nada ni a nadie...esto lo leerán muchos, pero no creo que tengas muchos comentarios, lo cual ya en sí mismo refleja una manera de responder.
    Bueno, pues yo, intento aportar mi granito de arena a la causa, por mí que no quede. Aunque no tengo vena política.

    Que sigas disfrutando de estupendas vacaciones, querido amigo.
    Un abrazón y ¡Olé tu menda!

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  2. Pues sí, así es, unos dictadores con disfraz de demócratas.
    Te deseo también excelentes vacaciones.

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