viernes, 9 de marzo de 2018

DESDE MI TORRE: HOMENAJE A LA LLUVIA EN LA VOZ DE MANUEL BENÍTEZ CARRASCO


Lo hemos estado pasando mal viendo que los días del invierno se nos iban y el cielo se resistía a regalarnos ni una sola gota de lluvia, y con lo largo y fuerte y crudo que es el verano en nuestra tierra. Por fin, cuando menos esperábamos este milagro, este agua bendita llegó a bautizarnos, a quitarnos los miedos de la sequía, a poner alegría en nuestros labios resecos, a llenarnos el corazón de esperanzas. Dicen los que saben que aún no ha caído lo suficiente, que se necesita más para llenar los pantanos que cubren las épocas de carestía. Pero hay que dar gracias a Dios por este maná líquido que promete una verde Primavera. 

Cada vez que escucho la palabra agua, o lluvia, me acuerdo inmediatamente de los muchísimos versos que le dedicó a este básico alimento, como el pan, mi gran amigo y poeta granadino Manuel Benítez Carrasco. No sabía elegir entre sus dos libros "Diario del agua" y "Anecdotario del agua", y al fin, por breve y como sentencia, me he decidido por este poema que tituló "Mi memoria está en la lluvia", que tuvo su primera edición en 1956 y la quinta, dedicada cariñosamente por él en una noche de versos por Triana, en 1993.

Mi memoria está en la lluvia;
en la delgada, solemne,
musical y mansa lluvia.

Como hierba agradecida,
mi frente, bajo la lluvia,
clarea, se esponja, brilla,

y a la puerta del recuerdo
salen a mirar la lluvia
las cosas que se me han muerto.

Las cosas mudas y solas,
que estaban medio olvidadas
debajo de la memoria.

Las cosas solas y mudas,
que hoy se asoman a la calle
para llorar con la lluvia.

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