Todos quieren hacerse dueños del piso de Protección Oficial que es España, quedarse con sus terrenos, mandar sobre nosotros e imponernos leyes nuevas que, rara vez, van a favor del pueblo. En el dewaters de hace unos días, estaban el guapo, el feo y el malo, aunque el más malo y feo huyó de rositas y dejó su puesto a su vicepresidenta. Lo seguí con auténtica pasión. Parecía que por fin nuestro país iba a cambiar de una vez por todas, pero vuelta a la noria, como el borrico castigado por ser torpe.
No voto ni por uno ni por otro, ya que todos me parecen iguales, gemelos, siameses, idénticos, con la misma avaricia por el Poder y con la misma desvergüenza de aquellos que ya nos han gobernado, aunque con nuevas promesas para arrancar el voto. El más tranquilo de todos, Pablo Iglesias, a pesar de que nombre y apellidos coincidentes no tengan nada que ver con aquel fundador del PSOE que, sin querer, dejó más que una herencia multimillonaria a sus sucesores, y a cuyo partido no pertenece; el más nervioso, casi sin manos para expresarse el catalán Rivera, que no sabe si se va a la izquierda, a la derecha, al centro, o a la calle Sierpes de Sabadell; una agencia de datos Soraya, cargante y derechona en su propia imagen y cumpliendo un papel que para nada le pertenecía, ni siquiera como vicepresidenta; y el más vapuleado, Pedro Sánchez, que no se ha zafado aún de ese martillo de herejes que es Susana Díaz y que, normalmente, suele confundir las churras con las merinas, cosas que no hacen los pastores de una tropa. Bueno, al ejemplo de Susana.
Estos debates son, amigos, de WC, de urgencias que nadie puede aguantar, de pipís rápidos y de cacas inmisericordes atadas al reloj de las prisas perentorias. No son debates, sino de Waters. A todos se les dispara el riñón, y a todos los alumbra la "cara del muñeco" si no son ganadores, nuevos dueños de este coto privado que es España.
Muy pocas veces me ha gustado recomendar un libro, pero les remito al de "Avaricia", del andaluz Juan Eslava Galán, dentro de su serie "Los pecados capitales de España" (Ediciones Destino. Volumen 276. año 2015. ISBN: 978-84-233-5003-2)
Mientras ustedes se lo leen, y yo pienso, volveré una vez más a tirar de la cadena.
Que quiere que te diga. Lo que me iba pareciendo lo escribía en facebook. Mi resumen es que a la vista de como está el cotarro, seguirá el bipartidismo, si, pero será los otros dos: Ciudadanos y Podemos. Los de siempre están muy desgastaos.
ResponderEliminarO un bipartidismo mayor: PP-CD's y PSOE-Podemos. Más personal para repartirse la tarta.
ResponderEliminarYo quiero que entre aire fresco, los que están ya han demostrado de más lo que hacen y van a seguir haciendo: enriquecerse obscenamente, engañar y robar a manos llenas. Pienso darle mi voto de confianza a otro y si no me gusta pues en las próximas elecciones se vota otra cosa. No entiendo tanto miedo de algunos o muchos con el cambio. Ya no se acuerdan de lo que pasó cuando el psoe, que eran poco menos que el demonio personificado.
ResponderEliminarTodos estamos deseando ese aire fresco desde la República..., pero nunca llega. Léete el libro que recomiendo, hermana.
ResponderEliminarCoincidimos, Emilio, ni a unos ni a otros; ni siquiera me molesto en votar, me quedo en la cama igual, porque la música electoral nunca me supo levantar... yo no pienso pues, formar ningún lío, con que no va a Roma el camino mio... ja,ja,ja... Un abrazo, Emilio.
ResponderEliminarYo si voy siempre a las urnas, pero mi voto va en blanco esperando que algún día los votos en blanco sumen y valgan para quitar elementos del Congreso. Ni caso. No les interesa.
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