Recogí esta letrilla popular antigua en mi libro "Erotismo y humor en las coplas flamencas" (Editorial PM. Barcelona-1997) hablando de la afición frailuna al sexo:
Si fueras a la iglesia
ponte en lo oscuro
porque el padre fray Pedro
no es muy seguro.
Pero te advierto
que tan bueno es fray Pablo
como fray Pedro.
Pues en España pasa igual con la clase política, no en referencia al sexo, sino a la trinca más descarada por parte de quienes deberían hacer de su ejercicio en el Poder un ejemplo constante para la ciudadanía. Y lo mismo da igual que sea fray Pedro -llámese PSOE o PP, por ser las dos órdenes más importantes de esta abadía sin cerrojos en sus arcas-, o que sea fray Pablo -llámese PP o PSOE-, o fray Junípero, o fray Luis de Granada, partidos más medianos, organizaciones sindicalistas... m,
No nos despertamos ni un solo día sin que un escándalo político nos levante de un sobresalto, unas veces por parte de la mustiada rosa socialista y, otras, por la que corresponde a una gaviota que parece atontada desde la desgracia del "Prestige", caso en el que, curiosamente. nadie ha sido culpado, como suele suceder siempre que hay partidos políticos de por medio, urdangarines de por medio, presidentes de comunidades de por medio.
Hoy, por fin, la Audiencia de Castellón ha condenado a cuatro años de cárcel y al abono de una multa de 693.000 euros al que fuese expresidente de la Diputación y del Partido Popular castellonense, Carlos Fabra, así como a su mujer, Amparo Fernández, condenada a dos años de cárcel por delitos contra la Hacienda Pública y al pago de 274.000 euros. Hasta aquí, todo normal, todo muy bien, lo que debe hacerse cuando alguien mete la mano en una caja que pertenece al erario público. Pero lo que no me creo, aunque los mismos jueces me juren sobre la Biblia, es que esta pareja encantadora atraviese las puertas de la trena. Aquí, en nuestro país, para ejemplo chulo a la froilan alemana, ni nadie entra en la cárcel ni, por supuesto, que es lo principal, nadie devuelve el dinero sustraído. ¡Faltaría más! Ya lo dijo, aunque no de esta esta manera tan ruda, la exministra andaluza Carmen Calvo Poyato. Ahí -por la parte gaviotera- están los casos de la Gurtel y el de Bárcenas, por recordar los más importantes, y ahora este de Fabra. De seguro que lo defenderán con uñas y dientes y, al final, dirán que ellos, el PP, no estaba enterado de nada, absolutamente de nada, a pesar de que el citado señor ha estado imputado en muy diversos delitos... ¿Fray Pedro, fray Pablo? ¡Qué más da!
Este Carlos Fabra de impenitentes gafas oscuras, tuerto desde su niñez por un accidente, pero que es capaz de ver un billete de 500 desde el desierto del Sahara, no ha tenido muy buena prensa por su carácter y su lengua viperina, ni por la visión que tuvo -trinca tricando, presuntamente- de un aeropuerto que no vale para nada. ¿Y después dice el PP que de toda la ruina que tiene España la culpa es del PSOE? ¿Lo compartimos, mejor, entre los dos frailes?
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