viernes, 25 de octubre de 2013

DESDE MI TORRE: LUTO EN EL MUNDO DE LA COPLA


Podría gustar a unos y a otros no, como es lógico, pero a ningún español dejó indiferente este almeriense singular que hoy ha rendido su pleito con la vida a la edad de 82 años en la localidad alicantina de Benidorm, que era donde tenía su domicilio. Me enteré de la noticia a mediodía por medio de un amigo, y después ya he estado viendo y escuchando las amplias noticias que han difundido todos los medios de este fatal desenlace. El cantante me trae recuerdos de gigantescos aparatos de radio que nuestras madres tapaban con una deliciosa funda de cretona; inviernos de braceros y olor a alhucema; tiempos en los que todavía se vivía en muchos barrios los coletazos de la miseria de la posguerra; hombres y mujeres tristes a los que sólo el sonido de las coplas que se adentraban en las casas alegraba un poco el ingrato presente...

Entre esa voces que hicieron felices a nuestros abuelos y padres estaba la de Manolo Escobar, acompañada de los punteos rítmicos de las guitarras de sus propios hermanos. A finales de los 50 sus discos se dejaron ver en las pocas tiendas existentes, pero nadie tenía dinero para comprar estos caprichos. Fue la radio la que nos fue acercando su voz, fresca, alegre, potente y bien matizada, y la que nos fue descubriendo progresivamente sus éxitos, que si tímidos con "Pasodoble te quiero" (1959), fueron afianzándose con "Yo soy un hombre del campo", "Ni se compra ni se vende" o el universal "Porompompero" en el inicio de 1960, llegándole un éxito sin igual con "Mi carro" (1969) y con la tan tarareada "Y viva España", curiosamente una composición del compositor belga Leo Caerts que, con el paso del tiempo, se ha convertido en el himno suboficial de nuestro país. 

Y vayan añadiendo cientos de canciones y decenas de películas... Yo llegué a conocerlo personalmente, y a presentarlo, en el Teatro "Lope de Vega" de Sevilla, en aquellos tiempos míos de radio, cuando se ofreció un magno espectáculo de "sevillanas" aprovechando el "boom" de este género en el que no pudo faltar su célebre de "La minifalda". Acostumbrado a verlo en televisión, recuerdo que me llevé un chasco porque yo lo hacía un hombre muy esbelto -que era la imagen que daba en pantalla-, llevándome una sorpresa al contemplar a un hombre muy simpático, de amplia sonrisa, pero más bien bajo de estatura.

Alcanzó en su vida un éxito tras otro y fue premiado multitud de veces, recibiendo, entre los más importantes -aunque para él otros tuviesen más valor sentimental-, premios como la "Medalla de Plata al Mérito en el Trabajo" (1970), la "Medalla de Oro y título de Hijo Adoptivo de la Ciudad de Almería" (1975); la "Medalla de Andalucía" (2008) o la "Medalla de Oro al Meríto en el Trabajo" (2011). En nuestros capítulos de este blog, "Canciones por nuestras vidas" -que pueden consultar-, repasamos parte de sus éxitos en los años 2010-2011. Él, como embajador señero de la copla, no podía faltar en aquella historia intimista del pueblo que tuve a bien hacer.

El mundo de la copla está hoy de luto. Descanse en paz quien nos ayudó con sus canciones, sobre todo a nuestros abuelos y padres, a hacer más llevadera una vida que encontró parte de su contento en la voz de este almeriense, Manolo Escobar, al que Dios le ofrecerá un señalado sitio en el tablao de la gloria.


13 comentarios:

  1. Efectivamente nunca fue uno de mis astros predilectos ni en música ni en las inenarrables películas que rodó de infaustisimo recuerdo pero sí que me caía bien como persona, nada de manejar su fama para nada que no fuera su trabajo, nada de sacar los pies del plato. Sin duda ha sido el cantante más querido de este país por el pueblo, el de verdad. Me preocupa que la "intelectualidad" reniegue de lo que son sus raíces y olvide que lo que no es tradición es plagio y Manolo era e hizo tradición, no creo posible que, en muchos años se olvide el Porrompompero o el Carro, o el Viva España, siguiendo con Machado: hasta que las canta el pueblo, las coplas coplas no son, y cuando el pueblo las canta, nadie sabe de quien son. Es raro encontrar un personaje tan coherente consigo mismo por lo que deberíamos valorar más su pérdida. Lamentablemente después de bastante tiempo enfermo.
    Un abrazo

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  2. Es lo que yo he dicho Joaquín, que nos podía gustar o no pero que a nadie dejó indiferente, apartar de señalar lo que tú dices: que sólo se dedicó a su trabajo y a su familia, siendo eso muy difícil en un artista de tan largo y continuado éxito.
    La intelectualidad (falsa) siempre hizo igual: ignoró a uno de nuestros más grandes poetas como Rafael de León por ser "popular", a Miguel de Molina, a Pemán, a los Quintero -sin haberlos leído-, y entre otros muchos, a Pedro Muñoz Seca y a Pedro Pérez Fernández. España es envidiosa por naturaleza y desprecia lo que desconoce.
    Lamentable pérdida, amigo.

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    1. Confieso que siempre me habían gustado las canciones y películas de Escobar – también almuerzo en McDonalds alguna vez, oye – pero ahora los amigos flamencos se me están poniendo elitista, que si malísimas, que si cutres… Llegué a España en el auge de Escobar, y su obra fue como un curso relámpago de sociología y costumbrismo que hacía gala de las formas andaluzas de ser y de hablar, un homenaje al españolismo más ingenuo y sincero de la época.
      Gracias, Emilio, por recordar sin complejos a este hombre y su época, que es la nuestra. Estela

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  4. Bien sabes, Estela, cuanto siento y amo al Flamenco, y no por eso dejo de profesar mi admiración a los hombres y mujeres de la copla, sin cuya aportación no se hubiese entendido muy bien la sociología de España, como tú bien dices. En nuestro país, desgraciadamente, aparte de la envidia, es que no sabemos o no queremos saber separar nunca las churras de las merinas. Aquí se llevan los extremos..., y así nos va. Los flamencos -no es mi caso-, siempre han sido muy puristas, por lo general. No saben cuánto se han perdido con quedarse tan sólo con una parcela vital cuando el mundo de la música es riquísimo.

    Un abrazo

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    1. Gracias, Emilio, por el homenaje a este gran artista, marcó toda una época, y representó a la copla por todos los rincones del mundo con dignidad y arte. Podría gustar más o menos, pero que se mantuvo y destacó durante generaciones eso es indudable.
      Mis condolencias a su familia, allegados y admiradores-

      Un abrazo

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  5. Lástima que le hayamos hecho este homenaje sólo por la circunstancia de su muerte, él, que daba una imagen tan vitalista y al que nunca le desapareció la sonrisa. Me encantó, en lo suyo, porque fue representativo digno de una época de España, y porque jamás fue carne del papel "couché". Su vida era trabajar y trabajar, y ser un amante de su familia.

    Un abrazo

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  6. Sólo un pero... tanto alabar a la mujer española y acabó casándose con una alemana. Y, claro, siendo tan popular pues ya sabemos su tendencia política. Aquí, creo, que le falló la coherencia. Salió casi a la par de Enrique Montoya; no sé si son comparables, pero preferí a Enrique. Pido dispensas si he molestado; ya sabes, Emilio, que mi deseo en entrar en la "Torre" de manera activa, por eso el comentario... Y sin ánimo de polémicas.

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  7. Evidentemente, en materia artística yo también me quedo con Enrique, que desgraciadamente se nos fue muy pronto. Lo de casarse con una alemana es una verdad como un templo, pero nadie sabe las cosas del amor, como cuando ves a una mujer muy guapa con un tío muy feo, o al contrario. No te lo explicas, pero porque desconocemos la explicación. La significación política creo que es lo de menos aquí. Pues anda que no hay grandes artistas que son de derechas, y otros grandes artistas que son de izquierdas... Hemos tenido ejemplos de grandes artistas en nuestro propio barrio, de la canción, el toreo y el flamenco, de muy diversas significaciones. Y de esta materia sabes tú bastante más que yo.

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  8. Sabes, Emilio, que lo que trato de destacar es que un hombre -no hablamos del artista- que presumía de ser del pueblo, llano, sencillo y que en el pueblo llano y sencillo tenía su sustento, su parroquia, pues se decantó por el otro bando... Está claro que a mi la figura de Manolo Escobar nunca me acabó de convencer, y porque haya fallecido no vamos a cambiar de opinión, ¿no te parece...?
    Llevas razón en lo que apuntas: la copla, el toro y el flamenco está plagado de conservadurismo puro y duro y es un fenómeno que no llego a entender...

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  9. Queridos amigos Ángel y Emilio: Yo también me quedo con Enrique…cantaba copla pero era de los “nuestros”, flamenco hasta los tuétanos, llegó a acompañar a Antonio Mairena y a Talega, grabó con Sabicas…imposible e injusto compararlo con Escobar. Coincidimos en sinfín de fiestas en Utrera, y siempre un portento de flamencura y compás, tanto cantando como bailando como tocando la guitarra.

    En cuanto a la esposa alemana de Escobar, es como decía Gaspar en su cuplé de siempre: “En el amor nadie es profeta”. Un abrazo, Estela

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  10. Creo que todos sabemos de qué hablamos y que en el fondo estamos de acuerdo. Pero, fijaros si a nadie dejó indiferente Manolo Escobar que aún seguimos hablando de él.

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