Hoy ya está descargando mucha agua por estos lares y su cortina, de milagro necesario, me ha ocultado los verdes de la Sierra Morena que se avista desde mi estudio. Nos ha sofocado las calores bochornosas de estos días pasados pero, con la puesta en libertad de la etarra Inés del Río -de la que me resisto a mirar y a poner su fotografía-, no sé si la lluvia ha venido a aumentarnos la estela de tristeza que invade a casi todo el país. Como para volverse loco cuando pasa ésto y uno recuerda los masacrados rostros de sus víctimas y el alma rota a trozos de sus familiares.
Y para volverse loco son los mensajes del ministro Montoro, que es el único que ve una España idílica que ninguno de los españoles contemplamos; y las palabras de Botín cuando pronuncia sin sonrojo que el dinero está entrando a espuertas en nuestro país, cuando debió decir que está entrando a sacos para el grupo reducido al que él pertenece; y la amenaza de que la hucha de la Seguridad Social se está quedando vacía; y las propuestas de la Patronal para que se tenga que trabajar hasta los 70 años... Para volverse locos son las palabrerías, de unos y de otros, que hoy se han pronunciado en el debate de los presupuestos; y la profecía de Rubalcaba anunciándonos que para muchos españoles lo peor está por llegar; y el informe del Defensor del Pueblo confesándonos que han crecido un 59% las quejas relacionadas con la Sanidad; y que nos enteremos de que la Audiencia Balear deja sin efecto la fianza impuesta -ya anteriormente rebajada en bastante cuantía- al ex presidente Jaume Mata; y el día a día de los chanchullos de alcaldes, partidos, sindicatos...
Quizás no lleve la razón y tan sólo sea esta lluvia la causante de mi tristeza. ¿Están así todos los españoles?
(Fotografía: José Manuel Holgado)
Sí, Emilio; lo que nos hacía falta es el invierno para que el panorama sea completo. Apúntame en tu fila.
ResponderEliminarTe apunto sin falta.
ResponderEliminarLamento infinito la situación tan denigrante, a que se somete a la ciudadanía, el desprestigio de las principales instituciones, dentro y fuera de nuestro país, el emprobrecimiento tan espantoso y extenso que vamos adquiriendo, los inmensos recortes tan salvajes como injjustos e inmorales que se podría decir sin exagerar ni mijita que son inhumanos, la decepción tan profunda de estos políticos que "gobiernan"...sí, Emilio, apúntame también a la lista, porfi..
ResponderEliminarPues ya estás apuntada, faltaría más. Somos millones los que estamos hartos de que se nos tome el pelo cada día. Lo malo es que la gente caerá nuevamente en la trampa en las próximas elecciones.
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