Queridos amigos blogueros: desde hoy hasta el día 30 os voy a dejar descansar. Después de tantos miles de kilómetros realizados este año, bien me merezco un descanso, aunque no sé si llamarlo así, porque ya sabéis que todo los años me llevo a mis nietos conmigo -fuera padres- para alimentarme con sus cosas y para que ellos se alimenten de lo poco o mucho que yo pueda aportarles. Lo llevo haciendo desde que eran unos críos a los que había que cambiarles los pañales. Ya son mayorcitos y giran desde los once a los siete años. Me crezco y me siento feliz con ellos. El pasado año estuvimos en el Barceló de Punta Umbría y, como íbamos con el "todo incluido", creo que le costó el dinero al hotel, porque no he visto a nadie pedir más refrescos en menor espacio de tiempo.
Este año he apostado por Sierra Morena, alquilándole un chalet a un vecino mío. Los llevé hace dos semanas para que los niños lo vieran y diesen el vistobueno. Se quedaron alucinados. Su piscina, sus jardines, su pista de balocesto, su fútbolín profesional, su gallinero de "ponedoras" y sus más de trescientos frutales, lograron acaparar sus deseos. Así que, desde hoy mismo, lucho con estos cuatro elementos a quienes nadie los cansa. La intendencia -.que ya acerqué ayer- es del gusto de estos imberbes: mucha gamba, muchos caracoles, muchas sardinas -porque es que son auténticos gatos- y de todas las viandas que normalmente los padres le escatiman. Pero el abuelo es el abuelo, y en unos días hay que darles gloria bendita.
No faltarán los juegos antiguos, ni las manualidades, ni el deporte. Todo está programado para hacer cortas y sabrosas las jornadas. A mi vuelta, casi seguro que me tenga que ir por ahí, a un monasterio cartujano, por ejemplo, para descansar y darle gracias a Dios por tanta felicidad.
Allí no tengo internet. Quien quiera dar conmigo para cualquier cosa urgente, que me llame al teléfono móvil.
Un abrazo:
Emilio
¡Qué suerte tan grande tienen esos chavalitos! Haces fenomenal con irte de vacaciones con ellos y con esas perspectivas de vivencias, vitaminas para el corazón y la mente, Emilio, que buena falta hace con la está cayendo.
ResponderEliminarEs una "despedida" tan tierna como hermosa, así que solo me resta desearos a todos unas vacaciones muy felices y aventureras, apurando hasta la última gota de gozo.
A la vuelta, ya sabes, al tajo, que te estamos esperando.
Un abrazo.
¡Que disfrutes mucho con los tuyos y seas muy feliz! Un abrazo.
ResponderEliminarAunque algunos piensen que no se disfruta con los nietos, "ca cual es ca cual" como dijo aquel, Con los nietos se disfruta tanto o más que con los hijos, sobre todo si cuando los hijos eran niños sobre todo si el padre tenía un trabajo que no le permitía estar con ellos tanto como deseaba, muchas veces ni los domingos que eran fiestas de guardar y de disfrutar de ellos y de la parienta. Pues eso, que te lo pases bien y ellos que aprendan de su abuelo.
ResponderEliminarQue disfrutes de tan merecido descanso, aunque con los fieras que te acompañan, no se si te dejaran parar un momento. Un abrazo Joaquin
ResponderEliminarYa de vuelta, la verdad es que los niños han disfrutado, y yo con ellos. Para el año que viene me va a coger demasiado viejo.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡¡¡Vacaciones cumplidas de los niños!!! Ahora sí que me toca a mí. ¿Sabe alguien de alguna isla perdida?
ResponderEliminarQuerido Emilio, lo que de verdad mereces, y merecías desde hace bastantes años, además de las vacaciones, es ese nombramiento como Trianero de Honor que acabo de leer en la prensa y con el que me he llevado una alegría grande. Un fuerte abrazo y enhorabuena.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, amigo Enrique. La verdad es que me ha hecho muy feliz este nombramiento. Cuando hace algunos días me llamó el delegado, creía que se había equivocado.
ResponderEliminarUn abrazo.