lunes, 18 de febrero de 2013

MIS CRÓNICAS DE TRIANA (23)


MI BRINDIS POR ANA Y DANIEL

Ellos de seguro que no se esperaban, cuando les envié este artículo, que estas líneas a ellos fuesen dedicadas; y si se han visto en la “obligación” de ser publicadas es porque Ana y Daniel bien saben que en ellas va mi corazón de por medio y que no soy hombre de lisonjas gratuitas, golpes en el hombro y ojanetas varias. Soy un eterno admirador de la gente de buena voluntad, de la que se marca un norte en la vida, una ilusión, una utopía: surrealismo puro que sólo suele lograrse con el tesón en el trabajo y con las ideas muy claras, tan limpias y puras que jamás llegarán a alcanzarlas los políticos, que solamente ven la vida por medio de la lupa del lucro personal, de la ambición íntima y del deshonesto axioma de que la caridad empieza por ellos mismos.

Por eso, siempre significa para mí una auténtica alegría, emocionante en todas las ocasiones, poder vacilar de mis amigos, de todos aquellos que hicieron posible aliarme a sus proyectos, involucrarme en sus sueños, atarme a sus redes, y enseñarme mucho, pero que mucho, no sólo en sus diversas materias y cometidos, sino en los senderos de la dadivosidad, la amistad y el desprendimiento gratuito…, hoy que tanto valor y precio se ponen a la mediocridad.

Fue un día cualquiera del casi finiquitado octubre de 2010 cuando recibí un correo de Ana, a la que no conocía, dándose a conocer con el proyecto de “Triana Crónica”. Jamás se le pone cara a una mujer a través de las modernidades electrónicas, pero me llevé una gran sorpresa cuando al sábado siguiente, en el que yo llamo como Ateneo Apócrifo de “El Ancla”, en la Cava de los Civiles, nos quedamos citados. Me encontré, así, de sopetón, con una pareja hermosa: ella y Daniel. Sus ojos, los de ambos, cantaban ilusiones –como hacen los gorriones en los árboles cuando la primavera va acercando sus soles-, y proyectos hermosos, y líos, y la liria puesta para cazar adeptos a su causa… Y yo caí rendido en redes bien tendidas, y Ángel Vela…, y después fueron cayendo otros. ¡Qué hermosura cuando la juventud echa manos de unos viejos que ya sólo podemos contar historias y revivir tiempos idos que muchos no conocieron…!

Y llegó el mes de enero del 2011 -cuando el frío apuntaba sus perfiles-, calentándonos el cuerpo el primer ejemplar de esta andadura; y lo acariciamos entre nuestros dedos, y buscamos nuestros artículos, y nos quedamos sorprendidos con su portada, con su diagramación, con su editorial y pensamientos de fondo, con su viñeta humorística…, pero, sobre las 16 páginas del ejemplar, con el alma que ellas llevaban por sus adentros, impresas y sin verse; porque se había puesto en hora el cronómetro de una bella temeridad que no sabíamos cuándo podría parar su latido; porque todos teníamos miedo -en una época que ya empezaba a ensombrecerse de crisis-, de que todo el andamiaje de este edificio de papel, pero con tan sólido hormigón humano, pudiera venirse abajo muy a pesar de las fuertes venas trianeras que lo sostenían…

Y llegó un número, y otro, y otro…, y, como un milagro mensual, se iban sumando guarismos de esperanzas, sonrisas agradecidas, elogios de lectores que palpaban en sus manos el latir del viejo y siempre nuevo arrabal. Y todos los que creímos en este proyecto, esperando su parto, pero, muy por encima de todo, su vivencia continua, nos sentimos fortalecidos, alter ego de muchas aspiraciones que en cada número, en cada nuevo nacimiento, vemos crecer la alegría en nuestros labios.

Nada de esto hubiese sido posible sin esa tremenda energía vital de Ana y Daniel, pareja bien avenida que supo quitarnos las legañas de los ojos, volver a soñar con Triana y creer en la juventud. Ellos, tan jóvenes, pero tan esperanzados, fueron los grandes posibilitadores, los serenos ecuménicos que lograron atarnos a todos a este temeroso proyecto que hoy es una gran realidad.

¡Gracias a los dos! Sin vuestra juventud, sin vuestra inteligencia, sin vuestro enorme trabajo, jamás hubiese sido posible. Triana ya os ha levantado un sincero monumento en nuestros corazones, lo que jamás han logrado los políticos de paso.


(Triana Crónica. Nº 23. Enero 2013)

6 comentarios:

  1. Son ese ejemplo que alabas, Emilio; y era lógico sumarse a su proyecto. Triana Crónica es ya un acontecimiento mensual.

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  2. ¡Claro que es una realidad, pero han sido tan humildes que cambiaron el titular que aquí aparece y se quitaron de la fotografía! Son, qué duda cabe, un ejemplo a seguir.

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  3. Emilio, perdona por el cambio, es la primera vez que lo hacemos. Comprenderás que es un trabajo colectivo, del que estamos muy orgullosos pero no podemos atribuirnos ni mucho menos todo el mérito. De todas formas, muchas gracias por tus palabras y a Ángel por las suyas. Estas son las cosas que nos ayudan a seguir adelante.

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  4. Pues, queridos Ana y Daniel: más cartuchos al cañón.
    Mi tema de este mes será sobre Marifé. Os lo envío esta tarde o mañana a primera hora.
    Hoy, que tantos caricatos de la política se arrogan tantos cosas y nombramientos, tenéis la obligación de ser menos humildes y no vacilar de lo que no sois, pero sí de lo que habéis realizado. "Triana Crónica" está viva por vosotros, nosotros, los que en ella colaboramos, tan sólo somos la circunstancia de vuestro esfuerzo, un engranaje menor, pero no la polea principal.

    Un abrazo a los dos.
    ¿Cuántas Cruzcampos me debéis?

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  5. Creo que varios barriles... Vamos a tener que dosificar cuando nos veamos. Un abrazo

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  6. Tendremos que ir tomándolas poco a poco, pero espero que algún día pueda ser verdad.

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