Hace unos días, la antigua presidenta de la Comunidad de Madrid, la controvertida Esperanza Aguirre y Gil de Biedma, condesa consorte de Murillo y Grande de España -¡toma ya!-, la "lideresa", con esa soltura chulesca que sólo igualó "La Chata", esa infanta tan liberal como ella (?), se dejó caer en un programa radiofónico con que "La corrupción nos tiene indignados a los políticos honrados". Yo creía que no había ninguno, pero, según ella, sí. Y es una suerte saber que ella se califica como una política honrada, a pesar de los pesares; lo cual no deja de ser una sorpresa sabiendo lo que ha pasado desde hace años, y sigue pasando, en la Comunidad de Madrid y en su propio partido, en el que la honradez brilla absolutamente por su ausencia y la corrupción pringa desde el pico al ala de cola de la emblemática gaviota.
Esta señora, que dice que se va pero nunca se va del todo, que es experta en nadar y guardar la ropa, que normalmente es muy habladora y, cuando lo hace, sube el pan, no ha podido pronunciar una frase más acertada para que se le vuelva en contra. Creo que se debería suponer que todos los políticos deberían ser honrados, ya que para eso juran o prometen sus cargos: para trabajar en beneficio de la sociedad; pero la corrupción no tiene que indignar a los políticos honrados, que podrían contarse con los dedos de una mano. La corrupción, esa vergüenza llamada corrupción, en la que España está a la cabeza, y de la que son culpables por acción u omisión todos los políticos, debe tenernos indignados a todos los habitantes de este país, que somos los únicos honrados, y que estamos sufriendo las consecuencias de robos tan continuados en merma de sueldos, de servicios sociales, en la sanidad, en la educación..., ciudadanos a los que se les desahucian porque los políticos son los que hacen y refrendan las leyes; ciudadanos a los que se despiden de las empresas sin ninguna razón porque los políticos se han cargado todas las garantías laborales; ciudadanos que pasan hambre mientras sus políticos llenan diariamente las portadas de los diarios con nuevos casos de escándalos totalmente vergonzosos, sin que pase nada, sin que se detenga a ninguno, sin que pasen por la cárcel...
A Esperanza Aguirre, "política tan honrada", habría que recordarle la financiación irregular e ilegal de su campaña electoral de 2003-2004 -según revelaciones que salieron en los medios de comunicación-; preguntarle qué es para ella la fundación fantasma "Fundescam" o qué le dice el Grupo Capio Sanidad, en el que se sospecha está la sombra alargada de varios miembros del PP entre los que ella -dicen- se encuentra. No basta sentirse honrado, sino demostrarlo. Cuando más de seis millones de españoles no tienen trabajo alguno ni expectativas de tenerlo, la señora Aguirre se lo sigue llevando calentito del Partido, de aquí y de allí, de acá y de allá, y hasta la ha fichado la empresa catalana Seeliger y Conde como especializada en cazatalentos de directivos. Aunque la vista de la "doña" no es muy agradable por cierto desvío ocular, sí es verdad que tiene el suficiente talento para hacer oro de una simple piedra, a costa de lo que sea, es decir, a costa del pueblo soberano. Bueno, eso de soberano era antes, ahora es un pueblo confundido ante lo que está pasando, esquilmado y humillado.
Ya está bien de tantos engaños de los políticos. No es nada bueno que un pueblo siempre tenga que desayunarse con noticias como los cientos y cientos de casos de corrupción que se dan en España desde la política local, desde la autonómica y desde la del Estado. En cualquier país, el presidente del gobierno habría salido ya a dar la cara, pero Rajoy calla y calla sin decir esta boca es mía, y bien se sabe que el que calla otorga. Ahora parece que nadie del PP ha conocido a Luis Bárcenas, a pesar de recibir sobres un poco sospechosos, aparte de la habitual y suculenta nómina. Bárcenas es ahora una pulga molesta, un grano en el culo, una mosca cojonera..., y nadie quiere saber nada ahora del otrora excelente tesorero. Se defiende Aguirre, se defiende Cospedal..., pero si algún español quiere defenderse no puede, porque para llegar a la Justicia hay que pagar tasas. ¡Viva la derechona!
El señor Rajoy lo menos que tiene que hacer es dar la cara, y decir que es verdad lo que está pasando con la corrupción, y tomar urgentes medidas para que esto no vuelva a ocurrir. El noble pueblo español está desolado ante tanta injusticia, pero está indignado ante tanto silencio. No se habla de otra cosa en la calle, en los transportes públicos y en las reuniones de amigos. Todos sabemos que nos están robando por la cara, pero todos queremos que se acabe la corrupción de nuestros políticos, que se aclaren urgentemente los temas pendientes, que se hagan juicios rápidos, que el dinero vuelva adonde debería estar, y que los responsables se vean la cara con la Justicia..., si es que existe, que lo dudo, y, según una encuesta de ayer, lo dudan el 92% de los españoles. ¿No es para que diese la cara el PP? Indignados, lo que se dice indignados, estamos todos los españolitos de a pie.
Lo curioso es que parecemos sorprendidos cuanto todos los que quisimos ver la realidad estábamos al cabo de la calle de que nos estaban y siguen saqueando. Ahora ¡oh! ¡ah!
ResponderEliminarHas tocado nervio con lo que suelta la esa: ella, precisamente la del tamayazo. Bien se nos está a españolitos cuanto nos hagan si mirábamos para otro lado y encima les han votado masivamente.
Eso sí, permíteme como madrileño que te diga que poner en la misma frase Aguirre y La Chata duele. Entre otras muchas cosas por que una cosa es ser castiza y otra muy distinta, pero que muy distinta, ser una verdulera arrastrá. Una cosa es ser como se es sin poder político ni capacidad de hacer daño, y otra muy distinta mantener una actitud chulesca y navajera desde el poder.
Un abrazo.
Llevas mucha razón en cuanto a "La Chata". No tienen nada que ver una y otra, esa señora que no menciona el "tamayazo" para nada y que calla todo cuanto pueda perjudicarle. Pues así nos va, amigo.
ResponderEliminarEmilio, esto no lo mejora ni Cervantes. Magnifica , profunda, sobre todo, objetiva opinión , que te apoyo en ella.
ResponderEliminarInsisto: sólo hay una cosa peor que esta:-La de permitirlo o callarse-, pero eso no va con nosotros.
¡Así se habla, puñetas!
¡¡¡GRACIASSSSS!!!!
Seguiré insistiendo en el tema. España no puede salvarse con el silencio, sino con la denuncia de todos. Ya está bien de atropellos, ya está bien de apretarse el cinturón los que nada tenemos para que ellos vivan como auténticos reyes, sin dar golpe, sin doblarla, y, lo más doloroso, callados y haciendo mutis por el foro. Ninguno de los españoles nos merecemos esto.
ResponderEliminarDije en cierta ocasión en estas mismas páginas, cuando salió Rajoy como ganador, que no le daba más tiempo de gobierno que hasta marzo de este año. Ellos siempre se cubren las espaldas, pero ¿y si acierto con aquella opinión?
Gracias a ti por ser fiel lectora.
Gracias a tí por tus aportaciones valientes y dignas. Es muy gratificante que en nuestra sociedad actual contemos con personas de tu talla moral.
ResponderEliminarAmistosamente.
¿Por qué han de ser valientes, Mari Carmen? ¿Qué me pueden hacer por expresar mi libre opinión¿ Afortunadamente, en nuestros días nadie termina en las tapias de los cementerios o muertos en la orilla de una cuneta. Somos una democracia, o una dictadura democrática, ¿no?
ResponderEliminarNo hay ninguna valentía en mi gesto. Lo importante para mí, y para todos, sería que todos nos enfrentásemos ante tanta injusticia.
Nada de valor por mi parte.
Mi talla moral es el fruto de haber vivido una posguerra, de haber tenido cierto miedo e interrogatorios con el franquismo, de haberme alegrado con la llegada de la democracia, y de haberme desanimado cuando ya el propio Felipe González, paladín del socialismo, permitió la corrupción en el caso Juan Guerra.
Todo es un desencanto, desgraciadamente.
En nuestros días los corruptos están en la calle...el juez que se decidió a inviestigarlos y denunciarlos, destituído...¿Sigo?
ResponderEliminarEstimo que eres inteligente e integro, por eso pienso que con la que está cayendo eres valiente y digno, así de claro lo veo...y muchos más, claro. Estoy completemente de acuerdo contigo en lo que afirmas: -"España no puede salvarse con el silencio, sino con la denuncia de todos"- Y añado; -Unidos y convencidos de luchar por todas estas injusticias y abusos indefendibles-.
Desencanto, sí, pero relativamente, hay que "sacudirse" esa loza y ponerse a caminar en la dirección anhelada por todos que somos muchos más, por nosotros, nuestros hijos y su futuro...legándoles una sociedad fuerte, solidaria y digna...no quiero morirme sin haberlo intentado con toda mi alma y desde la esperanza así espero que sea.
Cuando hay más de 300 políticos de alta alcurnia imputados, es que algo en España no funciona. ¿Qué menos que luchar para tener un país digno?
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