Con el subtítulo de "Una tragedia en la España de los taifas", el historiador y ensayista madrileño, Claudio Sánchez-Albornoz (1893-1984), nos dejó esta leyenda histórica sobre un trozo de la vida de la España musulmana hispalense. La historia gira en torno al rey de Sevilla Al-Mútamid, su amada Rumaykiya y su amigo y visir Ben Ammar. Una preciosa historia escrita en lenguaje ameno y coloquial.
En una terraza sobre el Guadalquivir del palacio de los emires de Córdoba aparecen dos eunucos colocando unos cojines bajo el cadáver de Abd al-Rahmán II que acaba de caer al suelo víctima mortal de una apoplejía, y le cubren con un rico paño de brocado. Acuden en tropel los eunucos de la corte y lloran con gran dolor y grandes gestos a su señor. Uno de sus jefes, Qásim, les dice: -Cesad en vuestros llantos y escuchadme. El soberano ha muerto sin hacer jurar heredero a ninguno de sus hijos; nadie conoce su fallecimiento; debemos comunicarlo al príncipe Abd Alláh para que venga al alcázar, tome el sello real y se haga prestar juramento por sus hermanos, los cortesanos, los dignatarios y el pueblo.
Autor: Claudio Sánchez Albornoz
Edita: Espasa-Calpe, S.A.
Ciudad: Madrid-1972
Páginas: 139
Depósito Legal: M. 13.487-1972
Bonito, ya me lo prestarás.
ResponderEliminarEs un libro excelente, muy entretenido y muy didáctico. Cuando vengas por aquí te lo llevas.
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