martes, 4 de diciembre de 2012

DESDE MI TORRE: TRIANA SE HERMANÓ CON CÓRDOBA


Ayer, en un acto prenavideño, como yo los llamo, varios amigos se desplazaron a Córdoba para concederle el título de "Cónsul Perpetuo de Triana" al gran tabernero y mejor amigo Juan Peña Aguilar, propietario de uno de los mesones con más entidad en la ciudad califal. Por compromisos familiares, imposibles de evitar, no pudieron acompañar a la comitiva nuestros amigos Antonio Fernández Cachero y Ángel Vela, aunque estuvieron en nuestro espíritu en toda la velada, estando Sevilla y Triana representadas por José Luis Jiménez, Juan Cembrano y Manuel Melado, bueno, y por un servidor, trianero residente en Córdoba, así como por José María Redondo, que está en mi mismo caso. Junto a Juan, estuvieron presentes varios amigos cordobeses y "El Niño de Alcolea" que, con su guitarra, sus chistes y sus cantes nos amenizó una velada en la que disfrutamos como suele disfrutarse cuando un puñado de buena gente se reúne en torno a un amigo, aunque sea con la excusa de un nombramiento.


Tras el excelente almuerzo, se le hizo entrega al nuevo "Cónsul" de un bastón de bambú que le había enviado su gran amigo Antonio Fernández Cachero, y yo mismo leí el poema que había anexado al obsequio. Entre risas, chistes, anécdotas y ocurrencias, Manuel Melado le recitó el poema de su cosecha que daba fe del nombramiento. Decía así:

A JUAN PEÑA "CÓNSUL DE TRIANA"             

La ciudad de los califas
que en el arte es soberana,
tiene un Cónsul de Triana
y lo que digo va a misa.

Un Cónsul que da lecciones
cantando por soleá,
si se pone a cocinar
es el Rey de los fogones.

Y es de justicia señores
este justo nombramiento:
Es su arte el alimento
de los buenos catadores.

En Córdoba es santo y seña
como ejemplar ciudadano,
es generoso y humano
el ya paisano, Juan Peña.



Con el personal del país tan desanimado, con una crisis que nos está tocando de gordo y con una tristeza tan generalizada, siempre es bueno vivir estos momentos con la excusa que se nos ocurra, y siempre es bueno tener al lado a un gran amigo, como Juan Peña, tan generoso y desprendido tanto en la cartera como en el arte. Como decía el fandango "a cané" de Huelva: ¡Ay, si supiera la gente estos ratos cuánto valen...!

8 comentarios:

  1. Querido Emilio, cuanto me alegro de que pasaras un día feliz con tus amigos de Triana en esta tu Córdoba, da un fuerte abrazo a Juan Peña, me alegro mucho de su nombramiento como consul GENERAL, de Triana en Córdoba. Un fuerte abrazo de tu amigo Joaquín

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  2. La verdad, Joaquín, es que pasamos un rato inolvidable. Es lo único que nos queda después de habernos llevado trabajando toda la vida.

    Un abrazo.

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  3. Como puedes ver en las imágenes, no hubo ninguna mujer, por eso no te llamé. Ya te contaré, porque hay artistas que son para tirarlos por un barranco muy profundo.
    Dice Myriam que vienes el día 8. Tú con ella y Sara y yo con mis nietos, y a la hora del almuerzo nos vemos. El día 8 son míos, me pertenecen desde la llegada a Santa Justa hasta la vuelta.
    Sí, sí que lo pasamos bien, con Juan Peña y estos amigos siempre es un día de fiesta.

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  4. Si, Myriam y los niños se vienen a casa el día 6 y luego nos vamos Tati y yo con ellos para Sevilla, así que nos vemos el 8. Da un vistazo a tu biblioteca por si tienes algún libro para mi ¿vale?. Un besote.

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  5. Sentí de veras no participar en acto tan justo y agradable; a veces la jubilación laboral se convierte en pluriempleo, y lo peor es que se tenga que hacer de ambulancia...
    Espero poder saludar al flamante Cónsul en el feudo objeto de su Consulado y ya oliendo a aguardiente, que es como decir con la Navidad flotando a la altura de las marices. Teniendo suficiente conocimiento de lugar y anfitrión, no es difícil hacerse una idea de cómo transcurrió la tarde. José Luis y Juan Cembrano lo completaron con los detalles.
    Sí, Emilio, como está el panorama ratos así parecen ensueños.

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  6. Lo cierto es que os echamos de menos en aquella mesa llena de arte y de las mejores viandas de la cocina de Juan Peña. Otra vez será. Bien sabes el excelente anfitrión que es mi hermano Juan.

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  7. Bueno, eso yo no lo sabía. Los niños deberán estar conmigo el día 8 a las 11 de la mañana. A partir de ahí, vosotras hacéis lo que queráis hasta la hora del almuerzo. Buen fin de semana.

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