Estuve en aquella corrida en el coso maestrante de Sevilla cuando el torero colombiano, César Rincón, venía de triunfar en Las Ventas de Madrid, abriendo dos veces seguidas la puerta de los éxitos. Sevilla estaba expectante, pero el gran torero no triunfó, y durante la lidia no supo transmitir sus emociones. Recuerdo perfectamente sus declaraciones a la prensa especializada: "Esperaba en esa tarde, que no salió, que me hubiesen bronqueado, que me hubiesen silbado. Lo que más me dolió, lo que más miedo me dio, fue ese silencio de La Maestranza que yo desconocía".
Esa categoría del torero y de Sevilla es la que debería haber tenido la manifestación de la imposible "Toma del Congreso" del día 25 en Madrid. Si en Madrid, en vez de meterse alborotadores profesionales y policías camuflados, se mete el público de La Real Maestranza, otro gallo hubiese cantado. Ese silencio es una de las páginas más negras del gran torero, y ese mismo silencio hubiese sido, sin duda, la más negra del Gobierno español.
Imagínense a millones y millones de españoles, llegados de todas las comunidades, hacinándose en las calles de Madrid, sin una protesta, sin una pancarta, sin pintados rostros de caricatos, sin tatuajes, ni porros, ni con caras y orejas estiradas de doberman deseando que se les provoque. Piensen en una capital como Madrid tomada por el silencio maestrante. Millones y millones de españoles enseñando sus problemas sin gritos, llenando todos los rincones con la fiera y sincera contestación de un silencio cartujano. Nada de consignas, nada de pancartas, nada de aspavientos. ¡Presidente y ministros y parlamentarios: estamos aquí y ustedes sabrán por qué!
No hubiese habido detenidos, ni heridos, ni la imagen de España hubiese salido tan degradada en todos los medios de comunicación del mundo. Hubiese sido una lección especial, y el Gobierno, por pura vergüenza, hubiese tenido que dimitir en pleno en dos minutos. Ni un tiro. Claveles, como en la Portugal de 1974, sobre la bocana del cañón.
España no debe gritar. España debe demostrar su luto de manera silenciosa, grave y profunda. Los gritos y el descontrol sólo les la razón a aquellos que no la tienen, así como la posibilidad de crear una batalla para demostrar que el Estado soberano es el agredido.
Si el silencio hubiese bloqueado la carretera de Extremadura, la de Andalucía, la de Valencia..., si en Madrid no cupiese un alma más, pero todos en silencio como cuando las cosas no salen, como en La Maestranza de Sevilla le sucedió a Rincón, hoy, probablemente, nos enfrentaríamos a unas nuevas elecciones, aunque mucho me temo, tal como está el patio, que casi todas las papeletas estarían en blanco.
Este gobierno nos ha mentido mucho en muy poco tiempo. Lo malo es que no hay rueda de repuesto.
Aconsejo a los nuevos organizadores de futuras manifestaciones que no inciten a la ira, que vayan una tarde al coso sevillano y aprendan. El silencio en masa es la mejor arma para rendir al contrario.
No recuerdo cuando caí en tus redes atrapado, ni porqué, lo aparqué en favoritos esperando mejor momento de incursión por sus vericuetos. Casi como un nuevo encuentro viene hoy a aparecerse. En Madrid llueve a cántaros; con este tiempo ¿quién sale a la calle?. Es buen momento.
ResponderEliminarMe gusta mirar con curiosidad, a veces hasta cotilla, la manera de construir cada uno sus blogs, me gusta aprender de otros, me inspiran, a veces imito, que no copio, lo que me parece bueno. Parece sencilla una entrada en la que uno se recrea, (quién sabe por cuántas veces) por el barrio que le vio crecer y la manera de contarlo, un simple paseo contado casi cronológicamente le puede servir a uno de mucho, puede ser la manera de que sin melancolías hirientes, proyectarse, reafirmarse, reencontrarse, y no se cuantos "arses" más, además del disfrute íntimo.
Un poema de José Hierro, desconocido para mi, de deja encantado, y en otro de Fernando de los Rios entiendo la gran inquietud humana por sentirse jóvenes cuando la verdadera edad dorada se caracteriza por la posesión de una cierta mente mudable a merced de las experiencias y esto es algo que nunca retorna con el avance de la edad, antes bien.
Pero no fue sino con la opinión de los sucesos de Madrid en torno al congreso, con lo que entendí una opinión sensata y casi compartida.
Las notas de humor, oportunas y los recuerdos traídos, ¡grandiosos!
Felicitaciones por tu gran blog
Me ha encantado recibir tu comentario, aunque no tengo el gusto de conocerte, y de que te hayas enganchado un poco en estas páginas que están escritas con el corazón. Siempre he dicho que escribo lo mismo que como hablo: con sinceridad, tal vez por eso seamos más de una las almas gemelas.
ResponderEliminarMe satisface que te haya gustado la variedad dentro del mismo y que casi coincidas conmigo en la opinión de los sucesos de tu tierra. Aquí también llueve hoy a cántaros, llevamos tres días sin parar, pero creo que era necesario.
Espero verte con más frecuencia por aquí y que dejes tu desacuerdo cuando no te guste algún comentario.
Un cordial saludo.