lunes, 20 de agosto de 2012

DESDE MI TORRE: ¡Y SE MUEVE EL BALÓN!


El sábado se puso en marcha el balón en algunos estadios y ya empieza a cambiar la vida de millones de españoles, esos mismos que están al borde del abismo por culpa de una crisis que han puesto en marcha los grandes grupos económicos del mundo. Pan y circo. Lo malo es que mientras que el circo sigue, el pan nos puede faltar, o el dinero para comprarlo. Todo es moverse la pelota, tocada por unos jóvenes multimillonarios, con sueldos inmorales por mucha valían que tengan, y más de medio país se vuelve loco con sus ídolos y con sus clubes, tal vez ignorando que estas empresas futbolísticas, a día uno de Enero del presente año, debían al fisco, es decir, a la Hacienda Pública, la cantidad de 752 millones de euros, más otros cuantos a la Seguridad Social, a cuyos datos jamás tendremos acceso.

Desde 2008 hasta nuestros días, en vez de bajar sus deudas, estas sociedades deportivas del balompié, aumentaron sus débitos a las arcas públicas más de un 25%. Débale usted a Hacienda 100 euros, tal vez por una equivocación, y verán la que le lían de expedientes y amenazas de embargo sobre sus pobres bienes. Cuando se toca este tema, el ministro del ramo, Cristóbal Montoro, mira para otro lado; si le pregunta a Rajoy, dirá que esto es el célebre chocolate del loro; si quiere que le aclare algo el señor Luis de Guindos, ministro de Economía, se saldrá por la tangente...

Aquí, fútbol, la banca y la iglesia son intocables, nadie se atreve a meterse con ellos. ¿Pero es justo? Creo que no. La reforma que nos ha traído Rajoy ha empezado al revés: se ha atacado con saña a aquellos que menos tienen, a los poseedores de unas nóminas, ya de por sí precarias, que apenas si pueden llegar a fin de mes. No se ha empezado por los poderosos, por la cabeza, por los que evaden miles de millones, por aquellos que, aún siendo directores generales de algo, apenas si pagan en la declaración de la renta.

Si a mí el Estado me obliga a pagar hasta el último céntimo de euro de mis ingresos, exijo, como ciudadano amparado por la Constitución (aunque sea entre comillas), que todos los españoles cumplan con su deber. ¡Ya está bien esta desigualdad!

Si muchos clubes tienen que desaparecer por sus deudas con Hacienda, que desaparezcan. Lo que no es de recibo es que se instaure el copago sanitario, que se eliminen las ayudas sociales, que se prive a los ancianos de la ley de dependencia, que se nos suba el IVA de una forma descarnada, que haya casi seis millones de parados, que sigan sucediéndose los desahucios a familias que no pueden pagar..., mientras el fútbol está exento de las miradas de los inspectores del fisco con el beneplácito del Gobierno.

Si esto va a seguir siendo así, como así nos parece a todos, mejor es plegar velas y decir que se vayan nuestros gobernantes, entre otras cosas: porque no saben gobernar con el mismo rasero.

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo contigo Emilio. No es de recibo lo que pasa, es el mundo al revés. Estamos ya asqueaítos con tanta sinrazón. Yo me quiero bajar.

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  2. Una democracia jamás será auténtica mientras se utilice distintas varas de medir. Claro está que es que el fútbol distrae de otras muchas cosas...

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