
La página feroz en que los lirios
se pierden en la sombra de la rosa,
más allá de su luz ya temblorosa,
es página de llanto y de martirios.
Encendido de azufres y de cirios
de cera llameante y espantosa
a fuego lento muero ante la diosa
que exige sufrimientos y delirios.
La diosa de color de sacramento,
de color de desnudo adolescente,
de color de topacios y de plata.
La diosa que se acerca en un momento,
la diosa que se oculta en el creciente,
la que eterna mutila, la que mata.
Juan-Eduardo Cirlot
(1916-1973)
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