"¡Ay de mí cuando nací, ay de mí después de nacido,
ay de mí cuando me muera, ay! porque sin ayes no vive un hijo de Eva".
(Proverbio)
Yo desprecio mi ser desde que oído
que el sabio Salomón tuvo por cierto
que es más feliz que un vivo un hombre muerto
y más feliz que el muerto el no nacido.
Ramón de Campoamor
No hay comentarios:
Publicar un comentario