EL MIELERO
Esta foto de 1925, firmada por Alfonso, que me envía de su colección José Manuel Holgado, nos deja de nuevo el regusto de aquellos vendedores callejeros que venían casa por casa a ofrecernos su mercancía, en este caso la rica miel, casi siempre de la Alcarria. Yo recuerdo a estos vendedores allá por los años 50, cuando venían con sus cántaras voceando ¡el mieleeeeero...!, y recuerdo muy bien que casi todos llevaban como vestimenta habitual, encima de la camisa, una especie de camisola de color gris abrochada en un único botón a la altura del cuello. Ignoro si era la clásica vestimenta de trabajo de los manchegos dedicados a este oficio, y me gustaría me lo pudiese aclarar alguno de mis lectores.
Es curioso que su pregón sí fue recogido en Andalucía por Guichot y Sierra, allá por 1881. Pregón que tomo transcrito del libro de Bonifacio Gil "Cancionero del campo" (Taurus Ediciones. Madrid-1966):
Tres cuartos, medio cuartiyo
de miel de caña,
que con la paletiya
se rebaña.
Y quien la come un día
no se le orvía.
Y hoy sabe a merengue;
y que mañana no vengo,
que anoche me lo dijo el amo.
Y los pantalones de pana. Recuerdo que cuando se pusieron de moda en los setenta, mi madrfe mwe decía ue me parecía al tío de las miel. Saludos, Emilio
ResponderEliminarLa miel está entre mis primeros recuerdos. ¿Qué dulce, verdad? El mielero de la Cava de los civiles era un vecino industrial de la carpintería que encima de su nave tenía una colonia de avejas en sus bien cuidados panales. En su tiempo recogía la miel y la repartía entre los vecinos. Eran años de estrecheces y de pan con aceite y azúcar; esos días la miel hacía de lujo nuestra merienda... ¡Qué rica!
ResponderEliminarTodo se repartía entonces, hasta lo más exquisito.