"No deseches el ruego del atribulado ni apartes tu rostro del menesteroso"
(Eclesiástico)
Al que te pide dale, dale presto,
al pobre, al vanidoso y al modesto,
a la víctima así como al sayón,
a la mujer, al niño y al anciano,
a cuanto ser extienda a ti la mano:
a todos sin reservas ni excepción.
Rafael Núñez
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