MATANDO
Me estás matando
a golpes
de fiera mala leche.
¿Por qué eres tú así?
¡Por qué, por qué, por qué¡
Dímelo, Vida.
Vida, dímelo.
¿Por qué tú eres así?
Me ves acorralado,
indefenso me ves
y sigues golpeándome.
Soy un pobre vencido
y tú sigues y sigues,
y sigues golpeándome
con fiera mala leche.
¡Oh, Vida, Vida, Vida,
que de nada ni nadie
jamás te compadeces¡
Tu paso es implacable,
y sólo se detiene,
si es que se detiene
-prestidigitadora
indescifrable-,
cuando nos encandilas
con las ciegas
linternas de la muerte.
México D. F. Octubre 2011

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