domingo, 30 de octubre de 2011

PÁRESE, POR FAVOR, A PENSAR (47)


¡Un, dos, papa y arroz. Un, dos, papa y arroz...! Es lo que recuerdo que decíamos por lo bajini en nuestro periodo de instrucción militar cuando nos llevaban a dar vueltas inútiles por la base de El Copero. Pero para papas y arroz, con sus pringás correspondientes, en grandes cantidades, en vagones del extinto Servicio Nacional de Cereales, los que ha tenido que engullir a lo largo de su vida esta mujer a la que parece no haber afectado la crisis. Ceñida para que se vean bien sus formas, se me asemeja a un luchador japonés de sumo en combates gloriosos. ¡Qué barbaridad! Como en aquel himno de la Falange: Prietas las filas, recias marciales..., aunque aquí las filas habría que cambiarlas por cachas. Dios nos libre de una pelea con esta mujer que está poniendo a prueba el pavimento de la Plaza del Pan sevillana, porque si te da un guantazo no sabes si lo que te ha pasado es que te ha cogido el AVE. Para que nada le falte, lleva en su hombro un tatuaje, que más bien parece el clásico sello de tinta con el que se marcan a las reses una vez sacrificadas en el matadero.

Y no se pierdan la coordinación de vestimenta que lleva su compañera, su hija o su prima, con esa media pose, cigarro en mano, de remate de un tango corralero. Una especie de chandall negro, serigrafiado con un texto y una imagen fluorescente, un mini bolso rosa de plástico, unos calcetines, también en color rosa que saltan a la vista, y unos botines de paño en un azul que deja ciego al más pintado...

Ahora bien, está claro que ninguna de las dos tienen complejos.


Fotografía: José Manuel Holgado Brenes
Texto: Emilio Jiménez Díaz

8 comentarios:

  1. José Manuel Holgado Brenes30 de octubre de 2011, 12:18

    ¿Acomplejarse hoy día? Querido Emilio hoy la gente se viste de cualquier cosa y no llama la atención más que de los observadores curiosos como un servidor. Ayer mismo que anduve por ese centro atestado de personas como en la Feria o la Semana Santa, capté unas cuantas "vistas", como esta, de museo, de parque zoológico que es ahora la humanidad. La calle es distraidísima si se sabe observar. Mi dama en las tiendas buscando ofertas para los próximos cumpleaños, santos, Navidad y Reyes y servidor de ustedes, sentadito en los bordes de los macetones, mirando y mirando y tomando alguna que otra instantánea sin ofender, sólo para "hacer pensar" unas veces con tristeza y otras con alegría, así es la vida.
    Párense, pues, a observar y ya pensarán ustedes, queridos amigos blogueros.

    ResponderEliminar
  2. La fotografía es que no tiene desperdicio, y la verdad es que hoy día cada uno va a su aire. Es una buena terapia observar como tú a la gente que pasa, e inmortalizarla con tu cámara amiga.

    ResponderEliminar
  3. Con la imagen he quedado verdaderamente sorprendido; con el comentario de Emilio me he reído porque no se le puede sacar más partido a la fotografía.
    Me parece que la señora oronda va anunciando un circo y su "compa" acaba de lanzar al aire los últimos folletos y entradas con descuento.
    Y todo dicho bajito, que como se enteren a ver dónde nos metemos...

    ResponderEliminar
  4. Pues José Manuel no está precisamente para una carrera... ¡Qué valor!

    ResponderEliminar
  5. Pues peor para él. Si sigue sacando estas fotografías, que haga régimen.

    ResponderEliminar
  6. José Manuel Holgado Brenes2 de noviembre de 2011, 13:14

    ¡Que mal me tratáis, canallitas! Yo espero que no se moleste nadie, pero si se presenta alguna protesta (o se próstata, que yo ya estoy operado)ayudadme entre todos, por favor.

    ResponderEliminar