Si le pusiésemos melena y pelos a este circunstancial vendedor del antiguo mercadillo de la Alameda sevillana, casi se podría parecer a ese horrible poster de Jesús que transita por ahí desde antiguo con el no menos horrible titular de "Se busca", cual si fuese un criminal del antiguo Oeste, en el que ya se editaban carteles muy parecidos con el titular de "Wanted", aunque no nos olvidemos que este léxico, muy mal interpretado desde los viejos celuloides, quiere en verdad decir: se le quiere, o se necesita su presencia.
Este conocido borrachín de la cercanía de los Hércules, ponía su tenderete entre viejos cuadros y libros manoseados, bragas de cuello vuelto y sostenes aparatosos, almoneda de relojes, billetes, sellos y monedas, artículos robados, loza y porcelana de dudosa factura, herramientas y griferías, muebles apolillados, discos más rayados que el mohoso pan que se utiliza en los empanados, canarios y loros sin identificación, probetas y ropas de esas que te dejan ronchas como para inyectarte urgentemente un "Urbasón". Cada uno se busca su vida. Este hombre, cuya morena piel no está adquirida en un "Meliá Resort", precisamente, se defiende como puede vendiendo, o intentándolo, reproducciones de genios de todas las épocas. Si Jesús por un lado, el del genio alemán Ludwing van Beethoven por el otro, o Charles Chaplin en el zócalo de su negocio urbano.
Lo más seguro es que él no sepa quiénes son sus personajes, excepto "Charlot", al que alguna vez habría visto en el cine Ideal de verano, y Jesús, al que todo el mundo conoce por muy indocumentado que esté. Lo de Beethoven... Cómprenlo y no le pregunten. Sean buenos, por favor.
Fotografía: José Manuel Holgado Brenes
Texto: Emilio Jiménez Díaz
Emilio amigo: Sí este desgraciadete, previamente anormal y luego embrutecido totalmente por la bebida, empezó en la Alameda intentando vender cosas de la basura, pero después terminó mal, muy mal, ya te enviaré otras instantáneas que merecerán tus comentarios; buscaré hasta su nombre.
ResponderEliminarEnésima vez: Gracias
Es un hombre de la Sevilla profunda, como Sarasate o "El Pollito", o Vicente el del Canasto, o Antoñito cofradías... Me he llevado 18 años de mi vida trabajando en el corazón de la plaza del Duque, lugar y reducto de esta serie de personajes magníficos, que ciertamente han pesado en la vida sevillana del anecdotario. Tengo las fotografías de casi todos ellos para cualquier día, en un apartado especial, hacerles una semblanza llena de amor. Ellos, con sus manías y sus cosas, supieron llenar parte de nuestras vidas adolescentes. ¡Hierro..., sinvergüenza! Y allá que este hombre se revolvía con todas sus fuerzas para cagarse en nuestros más apreciados difuntos. ¿Pero, quién inició la broma?...
ResponderEliminarPues del que hacía el pollito, de Vicente, de Antoñito Procesiones y de Hierro, tengo yo fotos a cual mejor, ya ye las enviaré, porque te gustarán. Tengo hasta el Pesetita, el que te pedía una peseta y no aceptaba ni más ni menos, era su tarifa, pero por manía, pues lo cuidaban sus hermanas. Otro era uno con Parkinson y una colilla perenne, no se su nombre, que vendía revistas verdes en el Jueves. Esos personajes siempre me han cautivado.
ResponderEliminarOtro tema en que igualmente sintonizamos.
Pues anímate a enviármelas, porque podríamos hacer una galería de personajes sevillanos. El maestro Antonio Burgos tiene recuadros para enmarcar de esta Sevilla que se nos fue. ¡Personajes inolvidables!
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