LA MATANZA
Esa muerte que es vida de los otros
extrema tus chillidos,
hasta el extremo infin de la galaxia,
durante el ritual más que sangriento
de la fiera matanza
que tú, tan intuitivo, presientes
con desesperación desesperada
y miedo sin medida.
Que ese miedo, tu miedo hasta el extremo
del miedo ante la muerte,
en vano esperaría de la criatura humana
la mínima más mínima compasión.
Oh cerdo hermano amigo,
ignoras tú ante el pánico
de la muerte inminente
que aquellos que te están sacrificando
serán tus comensales al banquete
de esa tu muerte-vida
y tú te integrarás integralmente a ellos
y pensarás y sentirás y vivirás con ellos
sus pasiones, sus sueños y su arte y su ciencia.
Cerdo que serás hombre y habrás de ser mujer
y, finalmente, humano
por la vía de la suprema alquimia
y el vivo ritual que es la matanza.
Cerdo que serás niño y muchacho serás
y que serás poeta y soñador,
futbolista, astronauta
y también, cómo no,
terrorista y banquero
y, sin lugar a dudas, soldado y policía,
pues la muerte es la muerte y, caben en la muerte,
tu matanza, que es signo de total transparencia,
y así lo testimonia rotunda y bellamente,
ya que bella y rotunda es siempre la crueldad,
y tú y yo lo sabemos, ya que saber es cruel
y es cruel, muy cruel,
oh amigo hermano cerdo,
la vida que, en el fondo, es siempre muerte,
al igual que la muerte es siempre vida.
Gloria pues cerdo hermano a la matanza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario