Si ayer rematábamos con el hermoso vals peruano "La flor de la canela", recordando la no menos hermosa letra de Chabuca Granda, que siempre nos lleva al recuerdo de la voz de María Dolores Pradera, en esta década prodigiosa se colaban con bastante frecuencia los ritmos del cha-cha-chá. Curiosamente, hubo uno que se quedó para siempre apresado en la memoria y que se tarareaba por todos los lugares. ¿No recuerdan "El rico vasilón?" Rosendo Ruiz fue el autor de la letra y música de este chachachá, música que proviene del antiguo danzón cubano, y que ha sido reversionado en muchas ocasiones, entre ellas por Pedro Infante o la Vieja Trova Cubana. Esta composición nació el año 1955:
Vacilón qué rico vacilón, / cha cha chá, qué rico cha cha chá, / vacilón, qué rico vacilón, / cha cha chá, qué rico cha cha chá. // A la prieta hay que darle cariño, / a la china tremendo apretón, / a la rubia hay que darle un besito / pero todas gozan, del vacilón. // (Estribillo) // Unas sueñan con capa de armiño, / otras quieren un televisor, / hay algunas que quieren un castillo, / pero todas gozan del vacilón. // (Estribillo) // Unas tienen la cara bonita, / otras tienen nariz de ratón, / las hay gordas, también delgaditas, / pero todas gozan del vacilón. // Cha cha chá, qué rico cha cha chá, / vacilón, qué rico vacilón, / cha cha chá, qué rico cha cha chá.
Y al igual que el chachachá, el bolero, el fox-trox, el vals o el huapango, se colaban los ritmos mexicanos por corridos o rancheras, tal como hemos ido comprobando páginas atrás. En esta ocasión, el corrido que vamos a repasar es antiquísimo, y algunos lo sitúan del año 1914 y compuesto por Antonio del Río Armenta, un soldado y compositor herido al que atendió Adela Velarde Pérez, nieta de Rafael Velarde, amigo personal de Benito Juárez, de ahí el título de "La Adelita", que así se llaman por extensión, "adelitas" o "soldaderas", a las mujeres que participaron en la revolución como enfermeras, cocineras o ayundantes. La puso de moda, con letra retocada, Jorge Negrete, y ya en la década que estamos comentando hizo una excelente versión Nat King Cole:
Si Adelita se fuera con otro / la seguiría por tierra y por mar, / si por mar en un buque de guerra, / si por tierra en un tren militar. / Y si acaso yo muero en la guerra, / y si mi cuerpo en la tierra va a quedar, / Adelita, por Dios te lo ruego, / que por mí no vayas a llorar. / Si Adelita quisiera ser mi esposa, / Si Adelita ya fuera mi mujer, / le compraría un vestido de seda / Para llevarla a bailar al cuartel. / Y si acaso yo muero en la guerra, / y si mi cuerpo en la tierra va a quedar, / Adelita, por dios te lo ruego / que con tus ojos no vayas a llorar. /Si Adelita se fuera con otro, / la seguiría por tierra y por mar, / si por mar en un buque de guerra, / si por tierra en un tren militar.
Otro mexicano, el compositor Pablo Beltrán Ruiz, haría muy famoso en esta década el ritmo tropical de "¿Quién será?" (1953), que fue grabado por él mismo acompañado de su orquesta, y que más tarde sería reversionado con un gran éxito por el actor y cantante estadounidense Dean Martin y por Pedro Infante:
¿Quién será la que me quiera a mí? / ¿Quién será, quién será? / ¿Quién será la que me de su amor? / ¿Quién será, quien sera? / Yo no sé si la podre encontrar/ yo no sé, yo no sé, /yo no sé si volveré a querer, /yo no sé, yo no sé. / He querido volver a vivir / la pasión y el calor de otro amor, / de otro amor que me hiciera sentir, / que me hiciera feliz como ayer lo fui. / ¿Quién será la que me quiera a mí? / ¿Quién será, quién será? / ¿Quién será la que me de su amor? / ¿Quién será?...
Pero no por estas entrañables invasiones extranjeras se quedaba atrás nuestra música folklórica, que gozaba de uno de los mejores momentos en emisoras, teatros, discos y salas cinematográficas. Antonio Molina, con letra de Perelló y música del maestro Montorio, añade a su repertorio una canción-marcha que se haría famosísima y que aún llega hasta nosotros: "Soy minero" (1955), que incluye en la película "Esa voz es una mina" (1956), dirigida por Luis Lucía:
Yo no maldigo mi suerte / porque minero nací / y aunque me ronde la muerte / no tengo miedo a morir. / No me da envidia el dinero / porque de orgullo me llena / ser el mejor barrenero / de toda Sierra Morena, / de toda Sierra Morena. / Bajo a la mina cantando / porque sé que en el altar / mi mare queda rezando / por el hijo que se va. / Y cuando siento una pena, / lanzo al viento mi cantar: // Soy minero, / y templé mi corazón / con pico y barrena. / Soy minero, / y con caña, vino y ron / me quito las penas. / Soy barrenero / porque a mi nada me espanta / y sólo quiero / el sonido de una taranta. / Compañero, / dale al marro pa cantar / mientras garbillo, / que al compás, del marro quiero / repetirle al mundo entero: / ¡Yo, yo soy minero!
Vacilón qué rico vacilón, / cha cha chá, qué rico cha cha chá, / vacilón, qué rico vacilón, / cha cha chá, qué rico cha cha chá. // A la prieta hay que darle cariño, / a la china tremendo apretón, / a la rubia hay que darle un besito / pero todas gozan, del vacilón. // (Estribillo) // Unas sueñan con capa de armiño, / otras quieren un televisor, / hay algunas que quieren un castillo, / pero todas gozan del vacilón. // (Estribillo) // Unas tienen la cara bonita, / otras tienen nariz de ratón, / las hay gordas, también delgaditas, / pero todas gozan del vacilón. // Cha cha chá, qué rico cha cha chá, / vacilón, qué rico vacilón, / cha cha chá, qué rico cha cha chá.
Y al igual que el chachachá, el bolero, el fox-trox, el vals o el huapango, se colaban los ritmos mexicanos por corridos o rancheras, tal como hemos ido comprobando páginas atrás. En esta ocasión, el corrido que vamos a repasar es antiquísimo, y algunos lo sitúan del año 1914 y compuesto por Antonio del Río Armenta, un soldado y compositor herido al que atendió Adela Velarde Pérez, nieta de Rafael Velarde, amigo personal de Benito Juárez, de ahí el título de "La Adelita", que así se llaman por extensión, "adelitas" o "soldaderas", a las mujeres que participaron en la revolución como enfermeras, cocineras o ayundantes. La puso de moda, con letra retocada, Jorge Negrete, y ya en la década que estamos comentando hizo una excelente versión Nat King Cole:
Si Adelita se fuera con otro / la seguiría por tierra y por mar, / si por mar en un buque de guerra, / si por tierra en un tren militar. / Y si acaso yo muero en la guerra, / y si mi cuerpo en la tierra va a quedar, / Adelita, por Dios te lo ruego, / que por mí no vayas a llorar. / Si Adelita quisiera ser mi esposa, / Si Adelita ya fuera mi mujer, / le compraría un vestido de seda / Para llevarla a bailar al cuartel. / Y si acaso yo muero en la guerra, / y si mi cuerpo en la tierra va a quedar, / Adelita, por dios te lo ruego / que con tus ojos no vayas a llorar. /Si Adelita se fuera con otro, / la seguiría por tierra y por mar, / si por mar en un buque de guerra, / si por tierra en un tren militar.
Otro mexicano, el compositor Pablo Beltrán Ruiz, haría muy famoso en esta década el ritmo tropical de "¿Quién será?" (1953), que fue grabado por él mismo acompañado de su orquesta, y que más tarde sería reversionado con un gran éxito por el actor y cantante estadounidense Dean Martin y por Pedro Infante:
¿Quién será la que me quiera a mí? / ¿Quién será, quién será? / ¿Quién será la que me de su amor? / ¿Quién será, quien sera? / Yo no sé si la podre encontrar/ yo no sé, yo no sé, /yo no sé si volveré a querer, /yo no sé, yo no sé. / He querido volver a vivir / la pasión y el calor de otro amor, / de otro amor que me hiciera sentir, / que me hiciera feliz como ayer lo fui. / ¿Quién será la que me quiera a mí? / ¿Quién será, quién será? / ¿Quién será la que me de su amor? / ¿Quién será?...
Pero no por estas entrañables invasiones extranjeras se quedaba atrás nuestra música folklórica, que gozaba de uno de los mejores momentos en emisoras, teatros, discos y salas cinematográficas. Antonio Molina, con letra de Perelló y música del maestro Montorio, añade a su repertorio una canción-marcha que se haría famosísima y que aún llega hasta nosotros: "Soy minero" (1955), que incluye en la película "Esa voz es una mina" (1956), dirigida por Luis Lucía:
Yo no maldigo mi suerte / porque minero nací / y aunque me ronde la muerte / no tengo miedo a morir. / No me da envidia el dinero / porque de orgullo me llena / ser el mejor barrenero / de toda Sierra Morena, / de toda Sierra Morena. / Bajo a la mina cantando / porque sé que en el altar / mi mare queda rezando / por el hijo que se va. / Y cuando siento una pena, / lanzo al viento mi cantar: // Soy minero, / y templé mi corazón / con pico y barrena. / Soy minero, / y con caña, vino y ron / me quito las penas. / Soy barrenero / porque a mi nada me espanta / y sólo quiero / el sonido de una taranta. / Compañero, / dale al marro pa cantar / mientras garbillo, / que al compás, del marro quiero / repetirle al mundo entero: / ¡Yo, yo soy minero!
La España de Franco era capaz de convertir en un picnic, en una feliz excursión, la entrada o salida de una mina. Siempre me hizo reir (por no llorar) la escena en la que Antonio Molina aparece por la boca infernal de la mima, tan tiznao como sus compañeros, y cantando encantado de la vida... "¡Soy minero...", tararín tararín... ¡Cosas, Emilio!
ResponderEliminarSí, sí, es curioso. Como le pasaba a Franco, que decía que una de las canciones que más le gustaba por lo española era "El emigrante" de Juanito Valderrama, con la guasa que llevaba la copla...
ResponderEliminar¡Cosas!