viernes, 11 de marzo de 2011

CANCIONES POR NUESTRAS VIDAS: HASTA LA DÉCADA DE LOS CINCUENTA (103)

IRMA VILA
      En esos años que van del cuarenta al cincuenta, se dejó sentir bastante fuerte la música mexicana en nuestro país tal como hemos tenido ocasión de comprobar. Dentro de sus garndes intérpretes estuvo Irma Vila, una mexicana que sentía verdadera pasión por España, y que, acompañada por su grupo de mariachis, nos dejó, entre otras muchas canciones, ésta singularísima que todos recordamos: "Malagueña salerosa" (1947), con letra y música de Elpidio Ramírez y Pedro Galindo:
      Qué bonitos ojos tienes / debajo de esas dos cejas, / debajo de esas dos cejas, / qué bonitos ojos tienes. / Ellos me quieren mirar... / pero si tú no los dejas, / pero si tú no los dejas / ni siquiera parpadear. / Malagueña salerosa, / besar tus labios quisiera, / besar tus labios quisiera, / malagueña salerosa / y decirte niña hermosa / que eres linda y hechicera, / que eres linda y hechicera / como el candor de una rosa. / Si por pobre me desprecias / yo te concedo razón... / yo te concedo razón... / si por pobre me desprecias. / Yo no te ofrezco riquezas, / te ofrezco mi corazón... / te ofrezco mi corazón... / a cambio de mi pobreza. / Malagueña salerosa, / besar tus labios quisiera, / besar tus labios quisiera, / malagueña salerosa. / Y decirte, niña hermosa, / que eres linda y hechicera, / que eres linda y hechicera / como el candor de una rosa... / Como el candor ....... de una rosa.
      En el año 1965, mi tocayo Emilio "El Moro" hizo una versión sui géneris de "Malagueña salerosa" con el gran humor que siempre le caracterizó a lo largo de toda su vida:
      ¡Qué bonetos ojos tingo! / debajo de mi torbante, / por encema de mis barbas, / qué bonetos ojos tengo yo, / porque mi padri me lo ha puesto a me / cuanto yo jera mo pequeño / en los hartos di la cona / ellos queren que me mera, / pero si tu no lon denjan que se mueve, / pero si tu no lon denjan que se mueve, / si niquiera que se menee un poqueto. / Malagueña salaruza, / besar tus labios yo quiere, / besar tus labios yo quiere, / ma-malagueña salaruza / y deserte cosa bueno / y deserte niña bueno / que eres linda y hechisira, / eres linda y hechisira / malaguenia salaruza, / y desirte otra vez niña bueno / que eres linda y hechisira, / eres linda y hechisira / como er candó de una ruza.
      Por los mismos años de la versión original, un bolero de Jorge Sepúlveda, con música del maestro Del Val, triunfa en las emisoras y en las salas de fiestas: "Campanitas de la aldea":
      Campanitas de la aldea / que llamáis al amor mío, / no toquéis hoy tan temprano, / que hace frío, mucho frío. / Está nevando en la aldea, / que mi amor ya se ha dormido. / No quiero que se despierte, / que soñando está conmigo. / Que más que a nadie en el mundo / le oigo decir que me quiere, / mientras un rosal sin rosas / se está vistiendo de nieve. / Guardad silencio, campanas, / mientras mi cariño duerme... / que no quiero darle un beso / para que no se despierte. / Calladas están las fuentes. / Dormidos los surtidores. / Y hasta que el sol no sonría, / llorando estarán las flores. / Parece que allá en el cielo / se desnudan los almendros, / y la torre de la aldea / de novia se está vistiendo. / Guardad silencio, campanas, / mientras mi cariño duerme... / que no quiero darle un beso / para que no se despierte. / Que no quiero darle un beso / para que no se despierte.
      Bolero que también reversionó el humorista Emilio "El Moro", y en cuyo estribillo decía así:
      Guarda silencio campana / mientras que mi suegra duerme / que no quiero darle un beso / que le gusta el aguardiente.
      Dentro de la canción española o folklórica, surge en los años que estamos comentando una especie de pasacalle o pasodoble que se haría muy famoso: "Las coplas de Luis Candelas", de Rafael de León y el maestro Quiroga, que interpreta Estrellita Castro:
ESTRELLITA CASTRO
      Decidle al señor alcalde, / decidle al Corregidor, / que yo por Luis Candelas / me estoy muriendo de amor. / Decidle que es un canalla, / decidle que es un ladrón, / y que he dejado que robe / con gusto mi corazón. / Que corra de boca en boca / esta copla que yo canto / como si estuviera loca. // Debajo de la capa de Luis Candelas / mi corazón amante vuela que vuela. / Madrid te está buscando para perderte / y yo te busco sólo para quererte. / Que la calle en que vivo está desierta / y de noche y de día mi puerta abierta. / Que estoy en vela, / que estoy en vela, / para ver si me roba / ¡ay! Luis Candelas. // Anoche una diligencia, / ayer el palacio real, / mañana quizá las joyas / de alguna casa ducal. / Y siempre roba que roba, / y yo por él siempre igual, / queriéndolo un día mucho / y al día siguiente más. / Y no importa que la gente / mi canción, que va en el viento, / traiga y lleve maldiciente / (Estribillo).
      Y mañana, amigos blogueros, un poquito más.

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