domingo, 13 de febrero de 2011

CANCIONES POR NUESTRAS VIDAS: OLGA, SIEMPRE OLGA (77)

Olga Guillot, siempre Olga, la gran señora del bolero, la reina de la expresión sentimental, siempre conquistando al público, encandilándolo con sus canciones de ayer, de hoy y de siempre, tras el gran éxito de la versión "Adoro" de Armando Manzanero, no le dio empacho de cantar el tema "Me muero, me muero" de la mexicana Lolita de la Colina por el que se le llegó a considerar como la "pionera de la canción erótica":

Por acariciar tu piel bronceada, / me muero... me muero. / Por poderte amar esta madrugada, / me muero... me muero. / Por desabrochar tus ropas modernas, / me muero... me muero. / Por apaciguar mis ansias internas, / me muero... me muero. / Por alborotar tu pelo negro, / entre mis sábanas calientes / y beber el dulce y el amargo / de tus labios impacientes. / Por cabalgar vientre con vientre, / igual que antes, / y que el día nos encuentre, / en un abrazo de amantes. / Por entregarte todas mis cosas / y en ti sembrar todas mis rosas, / por adorarte como yo quiero, / me muero... me muero.

Cientos fueron las canciones con las que Olga llenó su vida y la de todos nosotros, canciones inolvidables, boleros para enmarcar en el corazón: "La novia de todos", "Cuando tú quieras", "Libre de pecado", "Poquita fe", "Escándalo", "Te doy dos horas", "Bravo", "Con mil desengaños", "Parece que fue ayer"; canciones que tuvieron la palabra y el ritmo de todos los grandes autores: José Antonio Méndes, Agustín Lara, Isolina, Juan Bruno, César Portillo, Frank Domínguez, Rafael Hernández, Cándido  Ruiz, Adolfo Guzmán..., o Miguel Matamoros, el compositor de ese maravilloso tema "Lágrimas negras" que hace varios años reversionase "El Cigala" con el grupo de Bebo Valdés:

Aunque tú / me has echado en el abandono, / aunque ya / has muerto todas mis ilusiones, / en vez / de maldecirte con justo encono, / en mis sueños te colmo, / en mis sueños te colmo / de bendiciones. / Sufro la inmesa pena / de tu extravío / y siento el dolor profundo / de tu partida / y lloro / sin que sepas que el llanto mío / tiene lágrimas negras, / tiene lagrimas negras / como mi vida. / Tú me quieres dejar, yo no quiero sufrir, / contigo me voy mi santa, / aunque me cueste el morir. / Tú me quieres dejar, yo no quiero sufrir, / mulata si tú me dejas / te tendrás que arrepentir. / Yo no quiero sufrir, y tú me quieres dejar, / mulata si tú me dejas / yo me voy a suicidar.


Un tema precioso que en esta ocasión fue reversionado por rumbas en la voz del utrerano Miguel Vargas "Bambino", fue "Soy lo prohibido":

Soy ese vicio de tu piel / que ya no puedes desprender, / soy lo prohibido. / Soy esa fiebre de tu ser / que te domina sin querer, / soy lo prohibido, / Soy esa noche de placer, / la de la entrega sin papel, / soy tu castigo, / porque en tu falsa intimidad, / en cada abrazo que le das / sueñas, conmigo. / Soy, el pecado que te dio / nueva ilusión en el amor, / soy lo prohibido. / Soy la aventura que llegó / para ayudarte a continuar / en tu camino. / Soy ese beso que se da / sin que se pueda comentar, / soy ese nombre que jamas / fuera de aqui pronunciarás. / Soy ese amor que le darás / para salvar tu dignidad, / soy lo prohibido.

Olga Guillot, que era tan responsable hasta a la hora de escoger su repertorio, grabando siempre a los mejores compositores, grabó aparte de boleros, baladas, canciones varias y  hasta composiciones de rock lento. Colaboró en 16 películas y dejó impresos más de 60 discos, consiguiendo 20 de oro, 10 de platino y 1 de diamante. La gran cantante cubana, considerada como "Madre del bolero", falleció en Miami el 12 de julio del pasado año 2010.

Nos despedimos de ellos en estas páginas de "Canciones por nuestras vidas" con este bolero, "Vete de mí", de los hermanos mexicanos Virgilio y Homero Expósito, un bolero que logró un éxito tremendo y que ha sido constantemente reversionado hasta nuestros días:


Tú, que llenas todo de alegría y juventud, / que ves fantasmas en las noches de trasluz, / que oyes el canto perfumado del azul, / vete de mí. / No te detengas a mirar / las ramas muertas del rosal / que se marchitan sin dar flor, / mira el paisaje del amor, / que es la razón para soñar y amar. / Yo, que ya he luchado contra toda la maldad, / tengo las manos tan deshechas de apretar / que ni te puedo sujetar, / vete de mí. / Seré en tu vida lo mejor / de la niebla del ayer, / cuando me llegues a olvidar, / como es mejor el verso aquel / que no podemos recordar.
 
Desde los años 40 hasta hoy, la cubana Olga Guillot dejó sobre todos los escenarios del mundo su peculiar estilo interpretativo para revestir su repertorio de la sentimentalidad precisa que cada canción requería.

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