miércoles, 2 de febrero de 2011

CANCIONES POR NUESTRAS VIDAS: LOS AÑOS DEL BOLERO (66)


Aunque el bolero que conocemos y que hemos tenido la suerte de escuchar y bailar tantas veces es originario de Cuba, logró su extensión y difusión por todos los países, muy especialmente de habla hispana, como México, Guatemala, Panamá, Colombia, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua, Ecuador, Chile, Venezuela, Argentina, Puerto Rico, Republica Dominicana y España, cuajando también sus raíces en las tierras musicales de Brasil.

Para nada tiene que ver el bolero que vamos a ir repasando en estas páginas con el bolero que se interpretaba como baile en nuestro país, con cadencias de seguidillas, y que llegó a estar muy junto con el flamenco en los encuentros teatrales del siglo XVIII. Cuando se habla del bolero, su ritmo nos lleva siempre a la tierra cubana, en la que cante y baile siempre han sido protagonistas insignes de su razón de ser. En Santiago de Cuba, y a finales del XIX, las célebres trovas comenzaron a gestar este nuevo género, pleno de sensibilidad y sensualidad tropical, con letras de temática amorosa por lo general, tan impregnadas de romanticismo que aún se escuchan en nuestros días con verdadero placer. Desde aquellos primeros autores cubanos como Eduardo Sánchez de Fuentes, Manuel Corona, Sindo Garay, Alberto Villalón o Miguel Matamoros, entre muchos otros, hasta el bilbaíno Carmelo Larrea, fueron cientos los compositores que dejaron lo mejor de sí en este género que se haría popularísimo. A ésto ayudó, evidentemente, las generaciones de grandes intérpretes que encontraron en el bolero su gran fuente de inspiración.

Por los estudiosos, es hoy día aceptado que el primer bolero surgió el año 1886, siendo escrito por el compositor cubano Pepe Sánchez, llevando el título de "Tristezas": Tristezas me dan tus quejas mujer / profundo dolor que dudes de mí, / no hay prueba de amor que deje entrever / cuánto sufro y padezco por ti...

En esta nueva serie de "Canciones por nuestras vidas", nuestro interés es ir recordando las más célebres canciones e intérpretes de este género, intentando compartir con vosotros parte del inmenso repertorio que dejaron las distintas generaciones de músicos y poetas, cubanos o no, en el panorama musical de muchos países. ¿Quién no se ha enamorado alguna vez al compás suave de un bolero mientras que las incisivas letras nos alentaban, serenamente, a la pasión?

CARMELO LARREA

En esta primera entrega, vamos a rendir un homenaje al gran compositor español Carmelo Larrea Carricante, músico que tras la guerra se afincó en Sevilla y tocaba el saxofón en el tablao flamenco "Las Cadenas" del barrio de Santa Cruz, y autor de los boleros más populares de la posguerra española, entre los que se encuentran "Camino Verde" y "Dos cruces". De esta última se hicieron cerca de cien versiones distintas, cantándose en diversas películas, entre ellas "La niña de luto" (1964), que fue dirigida por Manuel Summers e interpretada por Alfredo Landa y María José Alfonso, y en la que cantaba el bolero el sevillano Alberto Matey. Decía así:

Sevilla tuvo que ser / con su lunita plateada / testigo de nuestro amor / bajo la noche callada. / Y nos quisimos tú y yo / con un amor sin pecado / pero el destino ha querido / que vivamos separados. // Están clavadas dos cruces / en el monte del olvido / por dos amores que han muerto / que son el tuyo y el mío. // Ay, barrio de santa Cruz. / Ay, plaza de doña Elvira, / hoy vuelvo yo a recordar / y me parece mentira. / Ya todo aquello pasó, / todo quedó en el olvido, / nuestras promesas de amores / en el aire se han perdido. / Están clavadas dos cruces / en el monte del olvido / por dos amores que han muerto / que son el tuyo y el mío, / que son el tuyo y el mío.

Casi sin duda, esta canción de "Dos cruces" es autobiográfica, y el transfondo de ese amor sea Manolita Cruz, una gitana que trabajaba en el mismo tablao sevillano y de la que él se enamoró profundamente. La gran cantante María Dolores Pradera debutó precisamente con este bolero el año 1952, aunque no la grabó, y sí lo hizo Nati Mistral. Carmelo Larrea tuvo la oportunidad de escribirle al cubano Antonio Machín. Así, el siempre recordado cantante le interpretó la canción "Noche triste" en 1941, y "Las doce en punto" en 1944. Autor del célebre pasodoble "No te puedo querer", otro de los boleros sublimes de Carmelo Larrea fue "Camino Verde", que lo estrenó Angelillo en la película "Suspiros de Triana", rodada junto a la trianera Paquita Rico y estrenada en 1955. Una de sus primeras composiciones fue la bulería "Qué buena soy", grabada por Gracia de Triana e incluida en la película "Escuadrilla", que rodó con Alfredo Mayo el año 1951. Carmelo Larrea, tan enamorado de Sevilla, murió en Madrid el 2 de febrero de 1980.

Recordamos ahora la composición "Camino Verde", ese bolero que fue igualmente muy versionado por los mejores cantantes de todos los tiempos, desde Victor Hugo Ayala pasando por Tomás de San Julián, José Feliciano, El Consorcio y, más en nuestros días, por Diana Navarro, entre otros:

Hoy he vuelto a pasar / por aquel camino verde / que por el valle se pierde / con mi triste soledad. / Hoy he vuelto a rezar / a la puerta de la ermita / y pedí a la virgencita / que yo te vuelva a encontrar. // En el camino verde, / camino verde / que va a la ermita / desde que tú te fuiste / lloran de pena / las margaritas. / La fuente se ha secado / las azucenas / están marchitas / en el camino verde, / camino verde / que da a la ermita. // Hoy he vuelto a pasar / por aquel camino verde / y en el recuerdo se pierde / toda mi felicidad. / Hoy he vuelto a grabar / nuestros nombres en la encina / he subido a la colina / y allí me he puesto a llorar. // En el camino verde, / camino verde / que da va a la ermita / desde que tú te fuiste / lloran de pena / las margaritas.

Con el genial Carmelo Larrea hemos querido abrir este nuevo ciclo de canciones de siempre que se irán asomando, cada día, por las esquinas de nuestro blog. ¡Música, maestro!

DIANA NAVARRO

2 comentarios:

  1. Más que interesante lo que presentas ahora, Emilio, y qué tarea tienes por delante. Nombras al cantante Alberto Matey que es de nuestra generación, la de los sesenta gloriosos. Alberto era trianero, vecino del barrio Voluntad, y fue uno de esos vocalistas que animaban las fiestas de las salas de baile; alcanzó gran popularidad en Sevilla. Y fíjate que al cabo del tiempo lo vimos como fotógrafo profesional de la revista "Hola", y en ese oficio se consolidó durante muchos años. En uno de sus viajes sufrió un accidente mortal cuando todavía era un hombre joven. Sin duda era un artista.

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  2. Espero que sea interesante esta continuación del cancionero, que irá recogiendo muchos apartados de todos los estilos.
    Yo conocí mucho a Alberto Matey, tanto en su etapa de cantante en "El Oasis" de Tablada, como cuando se dedicó a la fotografía. Era muy amigo de "Gasán" y allí nos veíamos con mucha frecuencia porque Gabriel lo ayudó muchísimo.
    El triste accidente acabó con su vida.

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