Lo que significó para el bolero en su version masculina el gran Lucho Gatica, fue en mujer esta temperamental cubana nacida en Santiago el 9 de octubre de 1922. En la historia del bolero su nombre brilla por propios méritos, porque aportó a este mundo musical sensualidad y electricidad en todas y cada una de sus actuaciones, vigor y fuerza, coraje y majestad, pasión sin límites. Como decía de ella su biógrafo, Eugenio Zabalía, Olga cantaba con todas las fibras de su ser, y por eso se le llegó a nombrar la "Reina del Bolero".
Sus inicios fueron creando con su hermana Ana Luisa un dúo al que pusieron de nombre "Hermanitas Guillot", haciendo su presentación, con indudable éxito, en el programa radiofónico "La Corte Suprema del Arte". Siendo muy joven, se fue preparando musicalmente con los maestros Hortensia Cohalla y Mariano Meléndez, logrando después, en 1940, formar parte del cuarteto "Siboney" que estaba dirigido por la gran compositora , amantísima de la música y entregada formadora, Isolina Carrillo, la autora del célebre tema "Dos gardenias" que entregó a Machín. En este grupo estaba también el pianista Facundo Rivero, que fue el gran descubridor de Olga y el que la hizo debutar como solista, en el año 1945, en el "Zombie Club", sala bastante elitista de la ciudad.
Entre sus primeras canciones se encuentra "Lluvia gris", de Harold Arlen, que grabó en versión española; "Ironía", de la propia Isolina; "Traicionera", de Gonzalo Curiel; y "Dos almas", con autoría de Don Fabián. Ya en Nueva York, adonde la llevó el pianista y compositor Miguelito Valdés, grabó los boleros "Rosa", de Agustín Lara; "Amorosa guajira", de González Allué; y "La gloria eres tú", con autoría del compositor José Antonio Méndez, que vamos a recordar:
Eres mi bien lo que me tiene extasiado, / ¿por qué negar que estoy de ti enamorado ? / De tu dulce alma, esto da sentimiento... / de esos ojazos negros de un raro fulgor / que me dominan e incitan al amor, / eres un encanto, eres mi ilusión..... / Dios dice que la gloria está en el cielo, / que es de los mortales el consuelo al morir, / bendito Dios por que al tenerte yo en vida / no necesito ir al cielo tisú, / si, alma mía, / la gloria eres tú. / De esos ojazos negros de un raro fulgor / que me dominan e incitan al amor, / eres un encanto, eres mi ilusión. / Dios dice que la gloria está en el cielo, / que es de lo mortales el consuelo al morir, / bendito Dios por que el tenerte yo en vida / no necesito ir al cielo tisú, / si, alma mía, / la gloria eres tú.
Tras haber filmado su primera película en México, "La venus de fuego" (1948), Olga recorrió gran parte de Latinoamérica y grabó con el compositor Juan Bruno Terraza durante los años 1953-54. Uno de los temas de esta grabación fue "Miénteme", con autoría del mexicano Chamaco Domínguez:
Hoy viviendo ya de tus mentiras / sé que tu cariño no es sincero. / Sé que mientes al besar / y mientes al decir te quiero. / Me resigno porque sé que pago / mi maldad de ayer. / Siempre fui llevado por la mala / y es por eso que te quiero tanto. / Mas si das a mi vivir la dicha / con tu amor fingido, / miénteme una eternidad / que me hace tu maldad feliz. / Sé que mientes al besar / y mientes al decir te quiero. / Me resigno porque sé que pago / mi maldad de ayer. / Siempre fui llevado por la mala / y es por eso que te quiero tanto. / Mas si das a mi vivir la dicha / con tu amor fingido, / miénteme una eternidad / que me hace tu maldad feliz. / Y que màs da, / la vida es una mentira. / Miénteme màs, / que me hace tu maldad feliz.
Muchos son los galardones y premios que por estos años va consiguiendo la artista cubana: "Mejor voz cancionera de Cuba" (1954-1956), "Disco de Brillante" por las mayores ventas discográficas de Cuba (1954-1960), y "Premio Palma de Oro" de la Academia de Artes John F. Kennedy de Hollywood como la mejor bolerista latinoamericana (1963).
Como artista genial fue la primera mujer de habla hispana que ofreció un histórico concierto en el Carnegie Hall de Nueva York (1964). Este mismo año grabó el gran bolero del compositor mexicano Luis Demetrio "Voy", que sería uno de los grandes temas significativos de su vida:
Voy / a mojarme los labios con agua bendita para lavar los besos / que una vez me diera / tu boca maldita. / Voy / a ponerme en los ojos / un hierro candente, / pues mil veces prefiero / estar ciego que volver a verte. / Voy / a tratar de olvidar / que una vez fuiste mío./ Voy / con mi sueño / a matar el amor de mi vida. / Voy / a mojarme los labios con agua bendita para lavar los besos / que una vez me diera / tu boca maldita. / Voy / a tratar de olvidar / que una vez fuiste mío. / Voy con mi sueño / a matar el amor de mi vida, / Voy / a mojarme los labios con agua bendita para lavar los besos / que una vez me diera / tu boca maldita.
Voy / a mojarme los labios con agua bendita para lavar los besos / que una vez me diera / tu boca maldita. / Voy / a ponerme en los ojos / un hierro candente, / pues mil veces prefiero / estar ciego que volver a verte. / Voy / a tratar de olvidar / que una vez fuiste mío./ Voy / con mi sueño / a matar el amor de mi vida. / Voy / a mojarme los labios con agua bendita para lavar los besos / que una vez me diera / tu boca maldita. / Voy / a tratar de olvidar / que una vez fuiste mío. / Voy con mi sueño / a matar el amor de mi vida, / Voy / a mojarme los labios con agua bendita para lavar los besos / que una vez me diera / tu boca maldita.
Este hermosísimo bolero, que gozó de muchas versiones de diversos intérpretes, fue incluso grabado al estilo de rumbas por el genial "Bambino". Una de las piezas que ella versionó, alzándola a la fama mundial, fue el bolero "Adoro" de Armando Manzanero, que en su voz de gran teatralidad adquirió rangos de grandeza:
Adoro la calle en que nos vimos, / la noche cuando nos conocimos. / Adoro las cosas que me dices, / los momentos felices, los adoro, vida mía. / Adoro la forma en que sonríes / y el modo en que a veces me riñes. / Adoro la seda de tus manos, / los besos que nos damos, los adoro, vida mía. / Y me muero por tenerte junto a mí, / cerca, muy cerca de mí, no separarme de ti. / Es que eres mi existencia, mi sentir, / eres mi luna eres mi sol, eres mi noche de amor. / Adoro el brillo de tus ojos, / lo dulce que hay en tus labios rojos. / Adoro la forma en que me besas / y hasta cuando me dejas yo te adoro, vida mía, / yo te adoro, vida mía.
¡Maravillosa Olga con la que seguiremos mañana para que continue llenándonos el alma con el manantial de su música!
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