Uno de los grandes genios del bolero de todos los tiempos fue, sin duda alguna, este chileno de renombre universal llamado Luis Enrique Gatica Silva, y conocido en el mundo artístico con el sobrenombre de "Lucho Gatina". Nacido en la población de Rancagua el 11 de agosto de 1928, desde pequeño, según sus biógrafos, recorría las emisoras locales para que lo dejasen cantar, ya que tenía el venenillo por aquello de que su hermano mayor, Arturo, era un destacadísimo intérprete de temas folklóricos. La primera ayuda que le ofreció su hermano fue la de acompañarle como segunda voz en sus grabaciones.
Por fin, el año 1950, y después de algunas incursiones locales que simultaneaba con sus estudios de protésico dental, su hermano se lo presentó al locutor paisano Raúl Matas, que dirigía el programa "Las estrellas se reúnen" en Radio Minería, convirtiéndose de esta forma en la primera voz de canciones melódicas del país cantando boleros. Tan bien se le dio su estreno en la emisora que fue contratado por el espacio de cuatro años. Una de sus primeras animadoras, que inclusive le ofrecía temás que él haría famosísimos, fue Olga Guillot. Su fama se fue acrecentando en la canción melódica y comenzó a triunfar allí por donde iba, primero acompañado por "Los Peregrinos" y, después, por la orquesta de Roberti Inglez. Se desplazó a Brasil y Cuba y se estableció en México, país en el que se convirtió en su icono musical. Se hizo dueño del bolero.
Su amiga Olga Guillot fue la que le ofreció uno de los temas que abrieron su apoteósica carrera: "Contigo en la distancia", de César Portllo de la Cruz:
No existe un momento del día / en que pueda apartarme de tí, / el mundo parece distinto / cuando no estás junto a mí. / No existe melodía / en que no surjas tú / y no quiero escucharla / si no la escuchas tú. / Es que te has convertido / en parte de mi alma, / ya nada me conforma / si no estás tú también. / Más allá de tus labios, / del sol y las estrellas, / contigo en la distancia / amada mía estoy.
¿Y quién olvida otro de los boleros más significativos de Gatica, aquel que llevaba por título "Sabor a mí"? Esta obra maestra de la canción, era original de Álvaro Carrillo y decía así:
Tanto tiempo disfrutamos de este amor / nuestras almas se acercaron tanto así / que yo guardo tu sabor, pero tu llevas también / sabor a mí. / Si negaras mi presencia en tu vivir, / bastaria con abrazarte y conversar. / Tanta vida yo te di que por fuerza tienes ya / Sabor a mí. // No pretendo ser tu dueño, / no soy nada, yo no tengo vanidad. / De mi vida, doy lo bueno, / soy tan pobre ¿que otra cosa puedo dar? / Pasarán mas de mil años, muchos mas, / yo no se si tenga amor la eternidad, / pero allá tal como aquí, / en la boca llevarás / sabor a mí.
Todo lo que tocaba Lucho Gatica con esa voz tan especial que todavía recordamos como si estuviese viva, con esa facilidad suprema para el bolero, lo convertía en oro. Era un mago modulando y nada se le resistía a sus excelentes dotes canoras. Todas sus canciones siguen recordándose, pero, sin duda, su bolero talismán fue "El reloj", que no dejó de interpretar hasta su muerte, al igual que le pasase a Machín con su célebre "Angelitos negros". Este bolero lo grabó primeramente Roberto Cantoral, que era su autor, pero no tenía nada que ver con la interpretación de Lucho. Este bolero fue el pasaporte para la gloria:
Reloj no marques las horas / porque voy a enloquecer / ella se irá para siempre / cuando amanezca otra vez. / No más nos queda esta noche / para vivir nuestro amor / y tu tic-tac me recuerda / mi irremediable dolor. / Reloj detén tu camino / porque mi vida se apaga, / ella es la estrella / que alumbra mi ser, / yo sin su amor no soy nada. / Detén el tiempo en tus manos, / haz esta noche perpetua / para que nunca se vaya de mí, / para que nunca amanezca.
Pero todas las composiciones eran "relojes" para Gatica. A sus temas, que eran maravillosos en la letra y en la música, él sabía ponerle el duende de su voz, envolviendo cada bolero en un celofán de seducción que atrapaba a todos los públicos. Del mismo Roberto Cantoral fue este éxito que el chileno bordaba literalmente demostrando sus cualidades. "La barca" ha sido otro de los temas universales que aun sigue viviendo en la memoria colectiva:
Dicen que la distancia es el olvido, / pero yo no concibo esa razón, / porque yo seguiré siendo el cautivo / de los caprichos de tu corazón. / Supiste esclarecer mis pensamientos, / me diste la verdad que yo soñé, / auyentaste de mí los sufrimientos / en la primera noche que te amé. / Hoy mi playa se viste de amargura / porque tu barca tiene que partir / a cruzar otros mares de locura / cuida que no naufrague en tu vivir. / Cuando la luz del sol se esté apagando / y te sientas cansada de vagar, / piensa que yo por tí estaré esperando / hasta que tú decidas regresar.
Muchos artistas reversionaron este tema, mas ninguno como el cantante chileno, para el que parecía que todos los boleros estaban escritos para él. ¡Con razón a Lucho Gatica lo llamaron la voz romántica de América!
Pero todas las composiciones eran "relojes" para Gatica. A sus temas, que eran maravillosos en la letra y en la música, él sabía ponerle el duende de su voz, envolviendo cada bolero en un celofán de seducción que atrapaba a todos los públicos. Del mismo Roberto Cantoral fue este éxito que el chileno bordaba literalmente demostrando sus cualidades. "La barca" ha sido otro de los temas universales que aun sigue viviendo en la memoria colectiva:
Dicen que la distancia es el olvido, / pero yo no concibo esa razón, / porque yo seguiré siendo el cautivo / de los caprichos de tu corazón. / Supiste esclarecer mis pensamientos, / me diste la verdad que yo soñé, / auyentaste de mí los sufrimientos / en la primera noche que te amé. / Hoy mi playa se viste de amargura / porque tu barca tiene que partir / a cruzar otros mares de locura / cuida que no naufrague en tu vivir. / Cuando la luz del sol se esté apagando / y te sientas cansada de vagar, / piensa que yo por tí estaré esperando / hasta que tú decidas regresar.
Muchos artistas reversionaron este tema, mas ninguno como el cantante chileno, para el que parecía que todos los boleros estaban escritos para él. ¡Con razón a Lucho Gatica lo llamaron la voz romántica de América!
¿Cómo es posible que todos estos autores, especialmente los letristas, sean tan desconocidos? Son poetas extraordinarios dotados de una sensibilidad y sentido musical muy fuera de lo común. Además forman parte de nuestra vida, sin que nunca nos hayamos preocupados se saber quiénes son y cómo les fue en la vida...
ResponderEliminarPues la verdad es que casi todos han sido unos desconocidos para los oyentes. No sé por qué siempre se ha valorado más la melodía que la letra, cuando es la letra el soporte de la música. Sigue pasando en nuestros días. Ha muerto Algueró y se le ha subido a la cumbre. ¿Y los letristas de sus canciones? Siempre ha sido así, desgraciadamente.
ResponderEliminarMe urge comunicarme, con Luis Enrique Gatica Silva, pues fui presidenta de su Club de Admiradora en Cuba y tengo fotos y documentos del mismo que quisiera poderselos enviar a la direccion que el me mande.Mi email es:
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