
¡Toma teta, mi Niño,
que es blanca luna,
lo que Madre te ofrece
desde la cuna!
¡Toma el pecho, mi Niño,
¡Toma el pecho, mi Niño,
que es chorro de oro
que Dios viene a ofrecerte
como un tesoro!
Entre colchas de pajas
Entre colchas de pajas
mi Niño estaba
una noche, en Diciembre,
una noche, en Diciembre,
mientras nevaba.
En un Belén de escarchas
-¡ojú, qué frío!-
José estaba temblando,
también mi crío.
Yo sonreía
cuando el Niño chupaba
luz y alegría.
También lloraba
sabiendo que a mi Niño
En un Belén de escarchas
-¡ojú, qué frío!-
José estaba temblando,
también mi crío.
Yo sonreía
cuando el Niño chupaba
luz y alegría.
También lloraba
sabiendo que a mi Niño
crucificaban.
¡Ea la ea, la ea, ea...
bébete ahora la gloria,
¡Ea la ea, la ea, ea...
bébete ahora la gloria,
ea la ea...
Bendito tú naciste,
Bendito tú naciste,
bendito seas!
Emilio Jiménez Díaz
"Un manojo de estrellas para tu Navidad" (2006)
(Ilustración: Lorenzo Olaverría)
Emilio Jiménez Díaz
"Un manojo de estrellas para tu Navidad" (2006)
(Ilustración: Lorenzo Olaverría)
Te confieso Emilio que, a pesar de que no soy mucho de villancicos, ni de Navidad en general, estoy siguiendo tu serie de poemas navideños y me he parado en éste.
ResponderEliminarVer una madre amamantar a su hijo siempre es algo extraordinario.
La ilustración me recordó aquel poema tan hermoso del Gran Miguel Hernadez:
Vuela niño en la doble,
luna del pecho.
Él, triste de cebolla.
Tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.
Es que la ilustración del gran Lorenzo Olaverría era y fue para ese poema genial del gran Miguel.
ResponderEliminar