lunes, 6 de diciembre de 2010

DESDE MI TORRE: FELIZ CONSTITUCIÓN

Hoy es un día siempre para sentirse feliz, muy feliz. Aunque estén cayendo chuzos de punta en lo atmosférico y en lo político, nos avala una Carta Magna que nos habla de nuestros derechos y nuestras obligaciones, y que, aunque en algunos puntos no se cumple al pie de la letra, caso del artículo 14 y de algunos más, al menos nos ofrece los mecanismos oportunos para actuar como personas libres.

Esta página primera que reproduzco de la Constitución, es de un ejemplar, bellamente editado, que me regaló la diputada por Córdoba, Amelia Caracuel, el día de reyes del año 2001. Pero tengo varias ediciones más en mi casa. Para todos los españoles, junto a nuestros libros preferidos, la Constitución Española debería ser un libro de cabecera que deberíamos sabernos casi de memoria. Sólo así podemos vivir sin ninguna duda en un estado de derecho por el que tanta gente murieron y se sacrificaron. Me quedo asombrado en no pocas ocasiones cuando amigos míos se saben todas las alineaciones de los equipos de fútbol de memoria, y te hablan de los equipos en los que estos judadores iniciaron sus pinitos, en los traspasos y los goles que marcaron en tal o cual partido. Si una parte de ese tiempo lo dedicaran a leer los 169 artículos que la componen, reflexionándolos uno a uno, quizás dijésemos menos tonterías en los bares y sabríamos defendernos mejor de algunos abusos que de vez en cuando nos toca soportar.

Para mí hoy es un día feliz, muy feliz, porque con ella soñaron nuestros padres, y a mí, y a los que tienen mi edad, nos costó muchísimo conseguir este espacio de libertad tras una dictadura que parecía no tener nunca fin. Me emociona mucho, hasta con sus defectos, tan sólo propiciados por algunos políticos arribistas, cuando la repaso lentamente, y la interpreto como una conquista del pueblo, que siempre es, o ha debido ser, soberano. ¡Felicidades a todos los que la hicieron posible y a cuantos hoy la disfrutamos!

9 comentarios:

  1. Es verdad, Emilio; poca cuenta le echamos a la Constitución Española, aunque, francamente -fuera de su política y social importancia- a veces la vemos como un simple adorno que certifica nuestra sistema democrático. Y es que la conducta de demasiados políticos y de los que están por encima; esos poderes invisibles y monstruosos que manejan los hilos de nuestra vida, nos hagan dudar de su eficacia, dejándola, sólo, en un conjunto de buenas voluntades.

    ResponderEliminar
  2. Estoy de acuerdo contigo en que la Constitución debería ser lectura obligada para todos, desde los pequeños a los mayores, pues en sus artículos se condensa nuestro Estado de Derecho. Yo tengo también un ejemplar de esa edición, que se hizo con motivo de una commemoración, no recuerdo cuál y que me regaló la senadora Ana Arnáiz. Por mi parte, hace algunos años publiqué un librito didáctico sobre la Constitución, dentro del programa de educación en valores y de forma conjunta con el profesor Blanco Marcos. En la primera página, dedicada a los alumnos más pequeños, decíamos:
    "Queridos amigos: He dado una vuelta por vuestro barrio, he estado en vuestro parque y he recorrido con vosotros, sin que me viérais, el camino de casa al colegio. Me he sorprendido de cómo muchos de vosotros estáis deseando vivir a gusto, contentos, en paz...y, a veces, hay personas o cosas que os lo impiden. También he observado que, en algunos momentos, vosotros no os portáis del todo bien y molestáis a vuestros amigos, a las personas mayores e, incluso, estropeáis las cosas que os sirven para jugar y aprender. Os estaréis preguntando quién soy...pues soy vuestra Amiga Constitución, que el día 6 de diciembre cumplo 17 años. Si queréis celebrar mi cumpleaños,podéis transformar vuestras clases y aprender algunas cosas de las que a mí me gustan, para que todos los niños y niñas vivan felices y contentos. Un abrazo de vuestra amiga: Constitución"
    Y tenía una postdata: "Podéis llamarme "Consti"

    ResponderEliminar
  3. Emilio Jiménez Díaz6 de diciembre de 2010, 14:30

    Para Ángel: Sé que parte de la Constitución la han prostituído algunos políticos de mierda que tenemos, aquellos que siguen creyendo que toda España es un cortijo. Pero he luchado tanto para que llegase ese momento glorioso que, a pesar de tanto mangante, es la mejor forma que tenemos de vivir y de reivindicarnos.

    ResponderEliminar
  4. Emilio Jiménez Díaz6 de diciembre de 2010, 14:34

    Para Caty: Hermosísima tu fábula de la "Consti" y tu esfuerzo por enseñar a los niños, desde pequeños, sus derechos y sus deberes. Hasta que el pueblo no asuma la Cultura como una cosa natural, siempre seremos unos bárbaros a los ojos de los que ya nos llevan 50 años de libertades. ¡Felicidades!

    ResponderEliminar
  5. Lo que no me gusta es la palabra "Consti" que parece extraída de ese diccionario de la "seño", del "tu", o del maestro-amigo que ha desvirtuado -me parece- el principio de la enseñanza equivocando el sentido de disciplina del alumnado.
    Caty sabe de eso y me gustaría conocer el por qué del "guiño". ¿Es que los chiquillos y adolescentes de hoy no son capaces de apreciar la importancia de las cosas a no ser que se le hable de esta forma...? Perdón si me desvío del tema, aunque creo que no. Voy al hilo de los comentarios...

    ResponderEliminar
  6. Hola Ángel. El librito del que te hablo estaba dirigido a niños desde los tres años a los dieciséis. El cuento de la niña llamada Consti que llegó a arreglar su barrio, donde todo el mundo hacía lo que le daba la gana, estaba dirigido a niños de tres a siete años, con lo que está justificado el seudónimo.
    Y puedo asegurarte que no tiene nada que ver con colegueos entre profes y alumnos. Pero hacer llegar a los niños más pequeños la cuestión de los derechos y deberes exige usar cierta forma de juego.
    Por lo demás, en el caso de los chavales, a partir de los ocho o nueve años, el tema es diferente y, en secundaria y bachillerato, lo que suele hacerse es que haya alguna conferencia sobre la Constitución cada año o estudiar algunos artículos que tengan relevancia para ellos.

    ResponderEliminar
  7. Imprescindible nuestra Carta Magna aunque creo que va siendo hora de modificar algunos aspectos de la misma. Interesante la forma de Caty de explicar la Constitución a los pequeños, incluido e seudónimo "Consti"

    ResponderEliminar
  8. Habría que modificar de la Carta Magna muchos artículos, y cumplir a rajatabla otros. Pero, al menos, tenemos una Constitución.

    ResponderEliminar