NADIE
Que nadie diga,
Que nadie diga,
dejó escrito el supuesto
suicida, con firmeza
de puño y claridad de letra,
que lo mío en verdad
fue un suicidio.
Mentira, gran mentira,
Mentira, gran mentira,
lo mío fue un crimen más
de la pobreza,
que la pobreza mata
y a mí me fue matando
la pobreza unida a la tristeza
y al desencanto cruel del abandono.
No, no vayan a creer
y a mí me fue matando
la pobreza unida a la tristeza
y al desencanto cruel del abandono.
No, no vayan a creer
que yo me suicidé
como andan diciendo,
a mi me asesinaron
a golpes de pobreza,
que la pobreza mata.
No lo olviden, no vayan a olvidarlo,
No lo olviden, no vayan a olvidarlo,
ya que, diariamente, en nuestro mundo,
la pobreza suicida,
mata quiero decir,
quede bien claro,
a innumerables hombres y mujeres,
a ancianos desvalidos
y a niños inocentes.
México D.F. 5 de octubre de 2010
México D.F. 5 de octubre de 2010
Impresionantes versos que ponen de manifiesto una cruda realidad de nuestra sociedad. Pero si impresionante son los versos no menos lo es la fecha en la que están escritos; hace menos de 1 mes. Seguimos avanzando en el siglo XXI y cada vez hay más injusticia social.
ResponderEliminarEl compromiso de los poetas sigue vivo, gracias a Dios. ¿Qué sería de un pueblo sin la voz de un poeta que denuncie estas injusticias?...
ResponderEliminarPero qué gran pena el sitio que se les da. Antonio Machado con una calle sin salida en El Tardón..., mientras los alcaldes rotulan con sus nombres las grandes avenidas: Luis Uruñuela, Manuel del Valle...
¿Y dónde Laffón, Cernuda... y tantos y tantos otros que quedaron en el olvido de una Sevilla miserable con sus hijos preclaros?
Al margen de la hermosa tristeza del poema que nos hace reflexionar, se me ocurre decir que el hecho de que el alcalde de Sevilla, sólo por haberlo sido, tenga derecho a perpetuarse en una hermosa calle de la ciudad, demuestra la prepotencia de la clase política y lo separada que está del pueblo y su cultura. Prepotencia y dureza de cutis. Nada importa si su gestión fue un desastre... No obstante, si figuraran con sus verdaderos méritos al pie de cada rótulo no lo vería mal.
ResponderEliminarPor ejemplo: "Alfredo Sánchez Monteseirín, el alcalde que se cargó a Sevilla e hizo un nuevo reino de taifas entre el virreinato del PSOE y los hombres de a a pie. Sevilla siempre lo tendrá en su memoria. Triana, también."
ResponderEliminarYo propongo cambiar de nombre a la calle San Vicente de Paul, una de nuestras calles más larga, por la de Alcalde Monteseirín
ResponderEliminarYo le buscaría una calle, inexistente, en el Charco de la Pava.
ResponderEliminarYo las quitaría todas las que se les han dedicado... No ha habido un alcalde que le haya dedicado a Triana la atención que merece...
ResponderEliminar