Otra vez el soneto enciende el fuego
en los rastrojos hoscos de mi vida,
y aunque se que he perdido la partida
no me doy por perdido y sigo el juego.
Juego otra vez a dar palos de ciego
al ascua de mi sombra, confundida,
mientras surge una llama desvivida
y grito desvivido en el reniego.
Voy creciendo en ceniza de locura,
ya volcán en estado de agonía.
Soy un pobre soneto acongojado.
Soy sin más una inmensa desventura,
soy la hiel disfrazada de ambrosía;
un ángel soy, Dios mío, ¡endemoniado!
México D. F. 20 de Noviembre 2010
martes, 23 de noviembre de 2010
POEMAS DEL ALMA: JUAN CERVERA SANCHÍS (11)
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Juan nos sorprende cada día con versos "endemoniados" y maravillosos. El soneto es para leerlo mil veces. Creo que ha sido un enorme acierto acercar a Juan Cervera desde Tu Torre Cobalto.
ResponderEliminarMe siento cada día más feliz de haberlo hecho. Creo que su voz es necesaria que se conozca en nuestros días.
ResponderEliminarTú, como buen especialista, sabes de los buenos sonetos, Emilio...
ResponderEliminarCreo que este soneto es genial. Así le pareció a Antonio Murciano cuando él mismo lo leyó en voz alta en mi casa el pasado sábado.
ResponderEliminarHay que ser idiota para decir lo que decía un conocido e "ínclito" nuestro de Triana: -Yo es que tengo la habilidad de hacer los sonetos más cortos...
Sin comentarios.