Maqueta del monumento
Siempre he dicho que muchas veces, cuando revisas los cajones del recuerdo, te sueles encontrar con cosas interesantes que creías olvidadas o desaparecidas. Esto me ocurrió el pasado día 1, cuando en mi casa de Córdoba, buscándole unos temas a nuestros compañeros blogueros José Luis Jiménez y Elisa Santos, que me acompañaron ese día, me encontré entre mis carpetas el proyecto original del "Monumento al Alfarero", que se iba a levantar, allá por 1991, frente al hotel Triana, en la placita de Clara de Jesús Montero y Procurador, y que iba a salir de las manos del célebre escultor Sebastián Santos, en cuyo lugar se colocó años más tarde uno dedicado a José Sánchez Bernal "Naranjito", original de Augusto Morilla. Fue precisamente este escultor utrerano el autor del posterior "Monumento al Alfarero", que se ubicó en un sitio desafortunado -porque el entorno ya es un propio monumento natural con la fachada de cerámica Santa Ana-, delante del Arquillo de la Inquisición, y que para mi gusto particular es un mastodonte, en el que salvando al niño broncíneo -si es necesario salvarlo-, parece más, desde una visión no demasiado lejana, una cartelera de anuncios en su base, el fondo de una piscina, un quiosco donde venden algo o el diseño de un moderno cuarto de baño.
Lo cierto es que nuestro señor alcalde -que el gusto por la cerámica lo tiene perdido o no lo ha tenido nunca, y a los bancos de la calle San Jacinto me remito- lo inauguró a bombo y platillo en enero de 2008. Otra atrocidad más que tuvo que sufrir Triana.
El monumento que pudo haber realizado Sebastián Santos, y que se torció por aquello de la economía, lo definió el escultor en su proyecto de esta manera: "El punto de reflexión y origen de la idea surge de la siguiente pregunta: ¿Dónde se consolidan, se hacen vidriados y materia definitiva? Pues en el recinto de ladrillo de base cilíndrica y cúpula cerrada que es el horno árabe. Bocetos y estudios realizados en Lebrija, Triana, etc., van configurando la composición de planos arqueados sobre dos ejes, con relieves que ofrezcan la mayor información de carácter plástico sobre la tradición y peculiaridad del quehacer de estos artesanos trianeros que han dado a Triana y Andalucía prestigio y gran riqueza cultural. Sobre un basamento cúbico se alzan tres elementos que cobijan, a modo de cúpula, relieves y formas exentas que permiten una lectura en 360 grados y a su vez aglutinan espacios y contrastes muy variados y evocadores. Los materiales elegidos, dada la exposición a los agentes atmosféricos y otros, así como la conveniencia de que la obra soporte en su conjunto posibles agresiones, tienden a garantizar la integridad y conservación del monumento. Piedra de Sierra Elvira abujardada, gres esmaltado de gran temperatura y bronce, revisten superficialmente una estructura de fábrica de ladrillos debidamente cimentada, sobre la que se alzan los paramentos de hormigón armado. El basamento, con dos bancadas escalonadas, presenta unas plaquetas pulidas, y en su frente la leyenda "Triana a sus alfareros" y los versos del poeta Manuel Lauriño: Dominador y siervo de la arcilla,/ que en tus manos se crece y se te humilla,/ por ti y por tus pisadas, alfarero,/ la tierra se nos vuelve sensitiva/ y se pone gozosa boca arriba/ como un perro travieso y zalamero".
Como pasa siempre, Triana se quedó sin un gran monumento, sin los hermosos versos de nuestro amigo Lauriño -el "Espasa-Calvo" lo llamábamos los cabales- y sin la firma, convertida en fantasía, de un escultor de gran prestigio.
Lo cierto es que nuestro señor alcalde -que el gusto por la cerámica lo tiene perdido o no lo ha tenido nunca, y a los bancos de la calle San Jacinto me remito- lo inauguró a bombo y platillo en enero de 2008. Otra atrocidad más que tuvo que sufrir Triana.
El monumento que pudo haber realizado Sebastián Santos, y que se torció por aquello de la economía, lo definió el escultor en su proyecto de esta manera: "El punto de reflexión y origen de la idea surge de la siguiente pregunta: ¿Dónde se consolidan, se hacen vidriados y materia definitiva? Pues en el recinto de ladrillo de base cilíndrica y cúpula cerrada que es el horno árabe. Bocetos y estudios realizados en Lebrija, Triana, etc., van configurando la composición de planos arqueados sobre dos ejes, con relieves que ofrezcan la mayor información de carácter plástico sobre la tradición y peculiaridad del quehacer de estos artesanos trianeros que han dado a Triana y Andalucía prestigio y gran riqueza cultural. Sobre un basamento cúbico se alzan tres elementos que cobijan, a modo de cúpula, relieves y formas exentas que permiten una lectura en 360 grados y a su vez aglutinan espacios y contrastes muy variados y evocadores. Los materiales elegidos, dada la exposición a los agentes atmosféricos y otros, así como la conveniencia de que la obra soporte en su conjunto posibles agresiones, tienden a garantizar la integridad y conservación del monumento. Piedra de Sierra Elvira abujardada, gres esmaltado de gran temperatura y bronce, revisten superficialmente una estructura de fábrica de ladrillos debidamente cimentada, sobre la que se alzan los paramentos de hormigón armado. El basamento, con dos bancadas escalonadas, presenta unas plaquetas pulidas, y en su frente la leyenda "Triana a sus alfareros" y los versos del poeta Manuel Lauriño: Dominador y siervo de la arcilla,/ que en tus manos se crece y se te humilla,/ por ti y por tus pisadas, alfarero,/ la tierra se nos vuelve sensitiva/ y se pone gozosa boca arriba/ como un perro travieso y zalamero".
Como pasa siempre, Triana se quedó sin un gran monumento, sin los hermosos versos de nuestro amigo Lauriño -el "Espasa-Calvo" lo llamábamos los cabales- y sin la firma, convertida en fantasía, de un escultor de gran prestigio.
Me ha gustado la descripción del actual monumento.
ResponderEliminarAunque ahora esté rodeado de veladores de Casa Cuesta, más veladores de un Rte. donde se encontraba "Ultramarinos Peral", de contenedores y una cabina telefónica.
Hasta hace medio año, no me había fijado,que en la parte inferior derecha aprece: "Monumento al alfarero y a la soleá de Triana".
Pensaba que era al alfarero a secas.
Los versos de Lauriño...majestuosos.
Ahora lo típico es ver al turista leer de arriba abajo, de izquierda a derecha, y poner cara de no entender el puzle.
¡Gran poeta Manolo Lauriño, nuestro entrañable "Espasa-Calvo! ¡Y gran monumento el que se perdió Triana!
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