miércoles, 10 de noviembre de 2010

DESDE MI TORRE: LA PALABRA DEL MUDO


Cuando cada día escuchamos palabras más hueras por parte de nuestros políticos y todo lo que oímos alrededor está vacío de contenido, me viene a la memoria la imagen de Francisco Rodríguez Moreno, "El Mudo de Santa Ana", ese hombre que, con su ejemplo diario de amor a la gran Señora de Triana, de seguro ha hablado con Ella en multitud de ocasiones pidiéndole por esos trianeros que tuvieron que emigrar, forzosamente, a los polígonos de la periferia; esos hijos que hoy no tienen que comer, que han perdido sus empleos y que se debaten en la desesperación ante un porvenir que cada día viene más emborronado.

Recordamos siempre a Francisco portando la manguilla parroquial. Pero hoy, cuando ya la edad hace que arrastre sus pies, cuando le faltan las fuerzas para alzar la cruz parroquial, quiero recordarlo con los ojos puestos en el altar mayor de la iglesia alfonsina pidiendo por todos los trianeros.

Si el Papa lo condecoró con la Cruz Pro Eclessia et Pontifice, Triana debe alguna vez rendirle un homenaje de admiración y cariño por su bondad, y porque es el más fiable intermediario, con su palabra silenciosa, entre nosotros y esa Madre que jamás se olvida de sus hijos.

4 comentarios:

  1. Observé una tarde, Emilio, que su estatua, expuesta en una de las capillas de la entrada del templo, tiene sus visitas como un santo más con sus devotos... Nada sería de extraño que, pasado el tiempo, a estas visitantes se les ocurra fundar una "hermandad".

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  2. Emilio Jiménez Díaz10 de noviembre de 2010, 20:23

    Me emocioné cuando me encontré con su imagen en la antigua capilla bautismal -la de las mejores cerámicas del templo-. Santos sin historia están en los altares. Al menos, creo que él ha hecho historia viva en Triana, a pesar de su mudez.

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  3. Me averguenza decirlo, pero hasta hace muy poco, no sabía de su existencia.

    Estando en el interior del Templo, él sentado, se giraba hacia mí para ver lo que yo hacía. Cuando entraba gente, todos se paraban a saludarlo.

    Algunos como yo, no comprendería Santa Ana sin El Mudo.

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  4. Emilio Jiménez Díaz11 de noviembre de 2010, 18:04

    Vigila a todo aquel que entra, como si fuesen a robarle a Señá Santa Ana. Don Manuel Azcárate, su párroco -que tan maravillosa labor está haciendo por el barrio y por el interés artístico del templo- tuvo la singular idea de que la imagen de Francisco Romero "El Mudo" coronase la parte alta del hermoso órgano.
    En la serie que hice en este mismo blog sobre personajes trianeros, puedes encontrar un soneto que le dediqué a un precioso dibujo suyo que le hizo mi maestro Antonio Badía.

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