NOSTALGIA DE MI INFANCIA
Cine Rocío, oculto entre las casas
de un corral con aroma de tahona,
y el niño que yo era que se asoma
a un recinto de magia que lo arrasa.
Corrían en su pantalla los mejores
caballos de verdad, indios encima.
Los "lester" capitanes se aproximan.
Gana Demetrio con sus gladiadores.
Fue la ilusión del cine mi embeleso.
de un corral con aroma de tahona,
y el niño que yo era que se asoma
a un recinto de magia que lo arrasa.
Corrían en su pantalla los mejores
caballos de verdad, indios encima.
Los "lester" capitanes se aproximan.
Gana Demetrio con sus gladiadores.
Fue la ilusión del cine mi embeleso.
Allí supe el sabor de un primer beso,
a distinguir a buenos y a ladrones,
a tocar en penumbra el primer pecho,
a tocar en penumbra el primer pecho,
y a descubrir despacio, en mi provecho,
el mundo de mis nuevas emociones.
el mundo de mis nuevas emociones.
Es el primer soneto que leo dedicado a un cine. Seguramente se habrán escrito otros porque pocos sitios, si existe algunos, nos han emocionado tanto, por lo que mostraba en la pantalla (el mundo, la vida, el arte, los sueños...)como lo que ofrecía en sus asientos al crecimiento del amor.
ResponderEliminarEsas butacas de madera, ese sentir el ruido de las pipas, de los aplausos cuando venían los "buenos" a salvar a la guapa muchacha de turno...
ResponderEliminarMi primo José Manuel y yo íbamos todas las semanas.Cuando hablo del aroma de tahona es que parece que aún huelo el aroma del horno de pan y picos que se encontraba pasando el zaguán a la derecha. ¡Cosas!
En el cine Rocío, el primero "de invierno" en Triana (1927), ocurrían cosas increíbles en aquellas sesiones infantiles que tú evocas. Todo el anecdotario de estas salas en el mundo, todo lo imaginable -y algo más- sucedió, de tres a cinco de la tarde, en nuestro querido cine Rocío, nuestro "Cinema Paradiso".
ResponderEliminarTuve una novia que nació allí, en el mismo corralón del cine. ¡Bendito cine Rocío!
ResponderEliminarPues no pudo ser más completo el cine Rocío... Aunque pensándolo bien imagino que sería al último cine al que iríais por aquello de "la vigilancia" familiar...
ResponderEliminarEvidentemente.
ResponderEliminarEmilio. le felicito, y le aplaudo, como en su día lo hiciera con otro Emilio, ese que nació en la calle Pureza...
ResponderEliminarGenial torreo mi tocayo.
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