miércoles, 27 de octubre de 2010

POR DISTINTOS CAMINOS (35)


A lo mejor es que la vida hay que observarla, amarla y despreciarla,
profundamente, como desde este balcón de Romancos, sarmiento de
Brihuega en la Alcarria de Guadalajara.

No se comparten tristezas
ni se cuentan emociones
en las horas, siempre lentas.

Pasa la vida. ¿Qué vida
pasa en la plaza desierta?

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