Y después decíamos que era casi imposible -por eso se les denominaba milagros- que Jesús hiciera lo de la multiplicación de los panes y los peces, que convirtiese el agua en vino en aquellas célebres bodas de Caná, que abriese las aguas del mar, que sanase a los tullidos, que hiciera ver a los ciegos, resucitar a los muertos..., bueno, ustedes lo saben igual que yo.
¡Y eran gigantescos milagros...! Hasta que llegó Griñán e hizo algo más difícil que todo eso y con una chulería impresionante digna de ser mencionada en la biblia del socialismo del mañana, si es que existe: quitar de un golpe de palabra a 4.645.500 parados oficiales -897.645 en nuestra comunidad andaluza-, y convertirlos en otra cosa totalmente diferente. Ni el de Nazaret, ni el gran Harry Houdini, ni David Copperfield, ni Tamarit, nadie, nadie tan mago de la ilusión, del escapismo de la realidad, de hacer desaparecer un problema dolorosísimo en un momento, de hacerte ver lo blanco negro a golpe de barajas de léxicos, que el "Gran Griñán". Con el golpe mágico del tópico "abracadabra" hace desaparecer a muchísimos más de un millón de parados andaluces, contando con esos hombres que están en formación al servicio del país, según palabras de su Presidente, y los convierte en un segundo en "oferentes".
¡Y eran gigantescos milagros...! Hasta que llegó Griñán e hizo algo más difícil que todo eso y con una chulería impresionante digna de ser mencionada en la biblia del socialismo del mañana, si es que existe: quitar de un golpe de palabra a 4.645.500 parados oficiales -897.645 en nuestra comunidad andaluza-, y convertirlos en otra cosa totalmente diferente. Ni el de Nazaret, ni el gran Harry Houdini, ni David Copperfield, ni Tamarit, nadie, nadie tan mago de la ilusión, del escapismo de la realidad, de hacer desaparecer un problema dolorosísimo en un momento, de hacerte ver lo blanco negro a golpe de barajas de léxicos, que el "Gran Griñán". Con el golpe mágico del tópico "abracadabra" hace desaparecer a muchísimos más de un millón de parados andaluces, contando con esos hombres que están en formación al servicio del país, según palabras de su Presidente, y los convierte en un segundo en "oferentes".
¡Ya no hay parados, señores! ¡Aquí hay "oferentes", que es otra cosa bien distinta! ¡Qué bien suena, ¿verdad?! ¡Aquí no se hable más de que España ha llegado a cerca del 21% (maquillado) de paro en la población activa! ¡Aquí, que ha vuelto la pobreza de la noche a la mañana, donde había más de seis millones reales de parados, hay seis millones de "oferentes", de personas que se ofrecen para ser colocados! ¡Hay que hablar con propiedad, españolas y españoles, paradas y parados, oferentes todos!
Sabio este presidente que los andaluces no nos merecemos. ¡Qué piquito de oro, qué forma de manejar a su antojo los adjetivos! ¿Magia? ¿Milagro? No, amigos. Como decía la murga de "Regaera", todo es cuestión de cara dura.
Ya lo dice otro presidente, el de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, el que ha arruinado a tantas empresas y ha seguido empestillado en mantener el cargo hasta que muchos de sus colegas le han dicho que la vergüenza también existe: "Para salir de la crisis, hay que trabajar más y cobrar menos".
Y digo yo a uno y a otro: ¿Por qué no se ponen ellos en el bando de los "oferentes" y esperan a que los contraten para trabajar desde las ocho de la mañana hasta las diez de la noche cobrando 1.000 euritos brutos? ¿No habría menos "oferentes" si por arte de magia, como la que ha hecho Griñán, desaparecieran de un golpe las 17 comunidades autónomas, sus 17 virreyes, sus miles y miles de cogecosas, asesores, maguillas y familiares? ¿Se han puesto a pensar cuantos miles de millones de euros engrosarían las arcas del Estado para erradicar la miseria y darle una alegría a esos ancianos que son los que verdaderamente -con más horas y peor pagadas que las que dice Díaz Ferrán- son los que han levantado a España y siguen levantándola, alimentando con una pensión miserable a hijos y nietos?
Desgraciadamente, España hoy es un caos y se parece al motín del Caine por culpa de la crisis de mando y la indecisión y la torpeza del presidente de los presidentes, que, además, ahora cesa a Corbacho, Ministro de Trabajo, para poner a otro en su lugar. Pero ¿para qué un Ministro de Trabajo cuando casi todos los españoles, menos ellos, están en el paro? Perdón, perdón, en la "oferencia" -Griñán dixit-.
Esto no lo arregla ya ni Cristo, que era el que verdaderamente hacía milagros de verdad, según las crónicas.
Desgraciadamente, España hoy es un caos y se parece al motín del Caine por culpa de la crisis de mando y la indecisión y la torpeza del presidente de los presidentes, que, además, ahora cesa a Corbacho, Ministro de Trabajo, para poner a otro en su lugar. Pero ¿para qué un Ministro de Trabajo cuando casi todos los españoles, menos ellos, están en el paro? Perdón, perdón, en la "oferencia" -Griñán dixit-.
Esto no lo arregla ya ni Cristo, que era el que verdaderamente hacía milagros de verdad, según las crónicas.
Estimado Sr. Emilio, soy el editor-periodista de www.bloguerosdesevilla.com y del blog www.sevillajusta.com ; Me gustaría urgentemente ponerme en contacto con usted para proponerle un asunto relacionado con su Blog y su forma de sentir Triana. Ruego se ponga en contacto lo más urgentemente posible a alguna de las siguientes direcciones sevillajusta@yahoo.es o a esta otra bloguerosdesevilla@bloguerosdesevilla.com indicando algún teléfono o móvil de contacto. Muchas gracias. Espero su correo. Un cordial saludo.
ResponderEliminarMe alegra que quiera ponerse en contacto conmigo. No sé para qué será, pero en un momento intentaré lograr contactar con usted.
ResponderEliminarUn recíproco saludo.
"OFERENTES"
ResponderEliminarSi, ciertamente suena bien. Que buena persona Griñán, supongo que algún espléndido gabinete de psicólogos habrá visto que es un modo de aumentar la autoestima que tal vez pierda una persona después de 2 años sin trabajo, cuando ve como su prestación por desempleo se termina y solo le queda una limosna del Estado, denominada "Ayuda familiar" de aproximadamente 400 euros con los que habrá tenido que hacer frente al pago de los libros, calzados y ropa del año escolar de sus hijos, y además que le quede para cubrir una extraña manía que tenemos los seres humanos, comer todos los días.
Algo positivo tiene este gobierno con que nos ha premiado la democracia, no deja de sorprendernos cada día....
Estimado Sr. Griñán, ya tiene los oferentes ahora sólo tiene que encontrar a los "demandantes" para esos oferentes. Como lo ve?
Yo creo que nuestro presidente andaluz -bueno, del que lo sea, porque yo no lo voté y está puesto a dedo por el lejano Chaves-, no quiso decir el pobre "oferentes", sino "referentes"de la situación de Andalucía, del paro, de la pobreza y de la humillación que sufren estas familias desesperadas. ¡Cosas!
ResponderEliminarDesde luego, y no hace falta que nadie nos lo diga, tenemos los peores políticos en la peor de las situaciones; esta preocupación, que está entre las que más hace temblar a todos -no sólo a los "oferentes"-, necesita una drástica solución de la que son incapaces los que mandan (o mejor: los mandados por el poder financiero, ese monstruo) y los que están en la sala de espera, cómodamente sentados y diciendo que no a todo, aunque no sepan a qué.
ResponderEliminarUn señor que no habla andaluz (que aquí también tenemos orgullo de lengua), que es del Atlético de Madrid (¡qué buena afición! y muy amiga de la de nuestros equipos), que está en edad de jubilación... no parece que ande más que para aumentar sus "oferentes". Y enfrente el "rey de las partidas perdidas" con los cachetes sonrosados por la "mala" vida y repitiendo lo que viene diciendo desde no sé cuantos años, cuando perdió las primeras elecciones... ¿Pero cuándo se van a dar cuenta estos señores que tienen que ser conscientes de su inutilidad y que deben dejar paso a otros, a ver si por un casual surge el milagro y lo hacen mejor. Aunque el sábado pasado escuché en un programa de Canal Sur un "enfrentamiento" entre "cachorros" de distintos partidos y da pena oirlos hablar a base de frases hechas, más que manidas, y palabras vacías sacadas del amplio diccionario de sus mayores (a los que jamás molestarán), palabras extraidas, digo, del "manual de estilo" que comparten como casta.
Está complicao esto, Emilio, y ya veremos todo lo que tenemos que ver todavía... Y cuánto me gustaría que alguna vez un político me convenza y me lleve a las urnas con limpia vocación democrática. Espero que mis hijas lo vean, porque mi nieto anda demasiado lejos de la mayoría de edad y el asunto no está para tanta espera.
Ni Franco, con sus frases más rimbombantes de "Por el Imperio hacia Dios", "Caudillo por la gracia de Dios", etc., ganó a estos nuevos "rinconetes y cortadillos" de esta España que vuelve al siglo de oro de la picaresca, del robo descarado, del asalto a mano armada a base de leyes...
ResponderEliminarPero es una pena que yo tenga muchos más lectores cada día y ningún comentario, sólo los aislados tuyos y de algunos amigos. ¿De qué nos quejamos? Nadie se queja porque tiene más miedo que en las municipales que dieron pie a la guerra civil. Claro está que no comprendo que tienen que ver mis blogueros, que no conocieron aquello, con este nuevo país que debemos crear echando, ya que no se van, a estos farsantes que han venido a llevarse todo. ¿Este es el socialismo? Y lo digo con pena, con tremenda pena, porque creí en ellos..., hasta que llegó la corrupción permitida de Juan Guerra, etc., etc.
Menos mal que algún día nos tenemos que morir y no tendremos que aguantar estas injusticias hasta la eternidad.
Somos algo flojos para escribir, y estamos un poquito agobiaos de tiempo, y veo en ello la falta de comentarios a tus bien atinados (y muy valientes) apuntes sobre la actualidad que nos asfixia. Estamos acostumbrados a que nos den las cosas hechas, hasta nuestra propia opinión, y aún más cuando se trata de cuestiones políticas y sociales. Leemos y nos decimos: "lleva más razón que un santo...", y ahí queda todo.
ResponderEliminarSiempre me ha gustado apoyar tus opiniones, especialmente -aparte otros valores- por la valentía que demuestran.
Pero algunas veces, Ángel, te da la idea de tirar la toalla. ¿Que coño gano yo con descubrirme? ¿Sabes cuántos amigos socialistas (?) he perdido en el camino de mis críticas? ¿Tengo necesidad de señalarme? No te doy nombres, pero puedo ofrecerte una lista larguísima que hasta hace dos días vestían las camisas azules con el yugo y las flechas. ¿Franquista somos? De toda la vida, socialista. Si le ocurrió al propio Manuel Machado...
ResponderEliminarPero mis viejos murieron por sus ideales. Qué menos que seguir la valentía de machacar sobre el yunque de las injusticias. Cuando Franco murió todos creíamos que esto iba a ser un camino de rosas.
Al final voy a tenerle que dar la razón a Manuel Vázquez Montalbán cuando dijo aquello de "Contra Franco vivíamos mejor".
¿Quién vive hoy, dime? ¿En qué se implica la gente?
Por decir lo que digo ya sabes que la Agencia esa del Flamenco, o como se llame, sólo me ha contratado una vez, cuando lo del Centenario de Mairena. No les vale la opinión de los que saben de un tema, sino su opción política. La mía, tan de la justicia social siempre, fue socialista. Ahora estoy deseando que desaparezcan todos del mapa y se vayan a la mierda, si es que la propia mierda no huye de ellos.
Si no nos "descubrimos" no somos nada; no basta con soltar nuestros pareceres, nuestro yo verdadero, en el reducido círculo de una tertulia de amigos. Tenemos -lo único que nos queda- derecho al pataleo, como cuando se cortaba la película en la sesión infantil del cine Rocío, pues para eso habíamos pasado por taquilla gastándonos los ahorriyos de la semana que tanto esfuerzo nos costó reunir (para eso nacimos, pensamos y pagamos). No sé por dónde hay que buscar hoy a los verdaderos socialistas, quizás entre los más puros votantes de Izquierda Unida, que algunos quedan todavía; luchadores natos a veces oscurecidos por su propia cúspide.
ResponderEliminarLos amigos socialistas que se enfadan descubren que ni son lo uno ni lo otro; ellos, a la corta y a la larga, salen perdiendo en lo que más importa.
Ellos se creen ahora el rey del mambo. Y lo malo es que me parece que queda mambo para rato porque son muchos millones los que están viviendo de la mamela.
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