lunes, 2 de agosto de 2010

AMOR ENTRE MAR Y PIEDRA: SOÑANDO EL RETORNO

SOÑANDO EL RETORNO

¡Con qué paciencia esperé
el paso de horas en Arcos!

Te buscaba en los minutos,
en las piedras, en el lago.
Te iba acercando en sus aires
y te soñaba, temblando,
en blancas amanecidas
y en atardeceres largos.

Cual Platero moguereño
y junto al acantilado,
soñaba con tardes malvas
y con paisajes dorados.

¡Qué lento pasaba el tiempo
contigo, y sin ti, por Arcos!
¡Y qué herida más profunda
sentirse libre y con amo!

1 comentario:

  1. Precioso el poema, Emilio. Hay paisajes que invitan, pero hay que saber "vestirse" (o revestirse) para la ocasión.

    ResponderEliminar