Hoy vamos a espiguear por las canciones de dos artistas trianeras, por las de Micaela Rodríguez Cuesta "Mikaela" y Maruja Dietta "Imperio de Triana". Ambas mujeres no alcanzaron la cumbre de otras compañeras, pero sí dejaron en el camino de la copla alguna que otra composición para el recuerdo.
Mikaela -la "k" de su nombre artístico se la puso Bobby Deglané en su célebre programa radiofónico "Cabalgata fin de semana"-, nació en la calle Castilla y desde pequeña asistió a las clases de las academias de Eloísa Albéniz y Adelita Domingo, para debutar tempranamente en la compañía de El Príncipe Gitano con el nombre de Rocío del Carmen. Tras su exitoso paso por el programa de radio, donde se llevo 32 semanas consecutivas, comienzan ha salirle los primeros contratos discográficos y logra con "La luna y el toro", de Sarmiento y Castellanos, su primer gran éxito:
La luna se está peinando/ en los espejos del río/ y un toro la está mirando/ entre la jara escondido./ Cuando llega la alegre mañana/ y la luna se escapa del río/ el torito se mete en el agua/ embistiendo al ver que se ha ido.// Ese toro enamorao de la luna/ que abandona por la noche la maná,/ es pintao de amapola y de aceituna/ y le puso "Campanero" el mayoral./ Los romeros de los montes le besan la frente,/ las estrellas de los cielos le bañan de plata/ y el torito que es bravío y de casta valiente/ abanicos de colores parecen sus patas.// La luna viene esta noche/ con una bata de cola,/ y el toro la está esperando/ entre la jara y la sombra./ En la cara del agua del río/ donde duerme la luna lunera/ el torito celoso perdío/ la vigila como un centinela.// (Refrán).
No gozaba Mikaela de una voz poderosa ni demasiado bien modulada y triunfó más en el cine que en el terreno de la canción, donde tampoco tuvo excelentes letristas ni compositores. Se inició en el cine con un pequeño papel en la película "La gran pecadora", protagonizada por la actriz de revistas Carmen de Lirio. Tuvo también otra colaboración en "Aquellos viejos tiempos del cuplé" que tenía como protagonista a Lilián de Celis. A partir de un viaje a México, en el que tuvo cierto éxito, de vuelta a España rodó la película "La llamada de la muerte" y "La rosa roja", formando pareja con el actor Luis Peña. En este año de 1960 protagonizó la más popular de sus películas "La reina del Tabarín", en la que interpretó las canciones "Háblame de amor", "Doña Mariquita" y "Canción de los ojos negros". El mismo año rodó la película "Vampiresas 1930" y el año 1963 "Las espadas del Zorro" y "Gringo". En 1966 fue protagonista de una película ciertamente mala, "París-Estambul sin regreso", y en 1967 rodó "Mademoiselle de Maupin", rodando la última el año 1968 con el título de "Soluna".
En el terreno de la canción le pasó lo que a otras: que apenas si estrenó canciones escritas para ella, dedicándose a versionar éxitos de otras artistas como "Te quiero", de Conchita Piquer, "Doce cascabeles", "Triniá" o "La Cruz de mayo", entre otras, así como las canciones populares que rescató Federico García Lorca, que estrenase "La Argentinita" y que versionara años despúes Nati Mistral. Para mí, personalmente, Mikaela, y bien que lo siento como trianero, fue una más del montón y la interpretación de su canciones no producían pellizco alguno por su voz anodina y su falta de confianza a la hora de rematar cualquier estrofa de las coplas.
Para dejar otra de sus canciones, pondremos la de Kaps y Augusto Algueró titulada "Tengo miedo torero":
Traje de luces y negra montera/ tarde de toros la plaza reverbera/ cuando se mezclan sol y mantillas/ salen al ruego las tiesas cuadrillas/ ágil y airosa la música suena/ cruje transida de ardor la rubia arena/ de pronto se abre el toril/ y yo siento un ansia febril/ y sólo tengo ojos para mi torero.// Tengo miedo torero/ tengo miedo cuando se abre tu capote,/ tengo miedo torero/ de que al borde de la tarde el temido grito flote/ pero cuando torero/ jugueteas con la muerte yo me olvido de mi miedo/ y en ti creo torero,/ te jaleo torero,/ olé torero.// Solo en la plaza tu arte campea/ nadie en el ruedo te gana la pelea/ borda tu capa de grana y oro/ mil maravillas delante del toro/ y en tu muleta de raso florecen/ rosas de sangre que a cada lance crecen/ y cuando al entrar a matar/ la gente se pone a gritar/ yo sólo tengo ojos para mi torero.// (Refrán).
Distinta fue completamente Maruja Dietta "Imperio de Triana", nacida en la calle Rodrigo de Triana de barrio tan singularmente artístico. Imperio tenía gracia y donaire y una voz poderosa y segura que, versionando a Conchita Piquer, nos recordaba muchísimo a la artista valenciana. Precisamente con las coplas de ella son con las que empieza en sus inicios, cantando a la perfección "La niña de Puerta Oscura". Al igual que Mikaela, Imperio actuó muchas veces en el célebre programa "Cabalgata fin de semana".
Mikaela -la "k" de su nombre artístico se la puso Bobby Deglané en su célebre programa radiofónico "Cabalgata fin de semana"-, nació en la calle Castilla y desde pequeña asistió a las clases de las academias de Eloísa Albéniz y Adelita Domingo, para debutar tempranamente en la compañía de El Príncipe Gitano con el nombre de Rocío del Carmen. Tras su exitoso paso por el programa de radio, donde se llevo 32 semanas consecutivas, comienzan ha salirle los primeros contratos discográficos y logra con "La luna y el toro", de Sarmiento y Castellanos, su primer gran éxito:
La luna se está peinando/ en los espejos del río/ y un toro la está mirando/ entre la jara escondido./ Cuando llega la alegre mañana/ y la luna se escapa del río/ el torito se mete en el agua/ embistiendo al ver que se ha ido.// Ese toro enamorao de la luna/ que abandona por la noche la maná,/ es pintao de amapola y de aceituna/ y le puso "Campanero" el mayoral./ Los romeros de los montes le besan la frente,/ las estrellas de los cielos le bañan de plata/ y el torito que es bravío y de casta valiente/ abanicos de colores parecen sus patas.// La luna viene esta noche/ con una bata de cola,/ y el toro la está esperando/ entre la jara y la sombra./ En la cara del agua del río/ donde duerme la luna lunera/ el torito celoso perdío/ la vigila como un centinela.// (Refrán).
No gozaba Mikaela de una voz poderosa ni demasiado bien modulada y triunfó más en el cine que en el terreno de la canción, donde tampoco tuvo excelentes letristas ni compositores. Se inició en el cine con un pequeño papel en la película "La gran pecadora", protagonizada por la actriz de revistas Carmen de Lirio. Tuvo también otra colaboración en "Aquellos viejos tiempos del cuplé" que tenía como protagonista a Lilián de Celis. A partir de un viaje a México, en el que tuvo cierto éxito, de vuelta a España rodó la película "La llamada de la muerte" y "La rosa roja", formando pareja con el actor Luis Peña. En este año de 1960 protagonizó la más popular de sus películas "La reina del Tabarín", en la que interpretó las canciones "Háblame de amor", "Doña Mariquita" y "Canción de los ojos negros". El mismo año rodó la película "Vampiresas 1930" y el año 1963 "Las espadas del Zorro" y "Gringo". En 1966 fue protagonista de una película ciertamente mala, "París-Estambul sin regreso", y en 1967 rodó "Mademoiselle de Maupin", rodando la última el año 1968 con el título de "Soluna".
En el terreno de la canción le pasó lo que a otras: que apenas si estrenó canciones escritas para ella, dedicándose a versionar éxitos de otras artistas como "Te quiero", de Conchita Piquer, "Doce cascabeles", "Triniá" o "La Cruz de mayo", entre otras, así como las canciones populares que rescató Federico García Lorca, que estrenase "La Argentinita" y que versionara años despúes Nati Mistral. Para mí, personalmente, Mikaela, y bien que lo siento como trianero, fue una más del montón y la interpretación de su canciones no producían pellizco alguno por su voz anodina y su falta de confianza a la hora de rematar cualquier estrofa de las coplas.
Para dejar otra de sus canciones, pondremos la de Kaps y Augusto Algueró titulada "Tengo miedo torero":
Traje de luces y negra montera/ tarde de toros la plaza reverbera/ cuando se mezclan sol y mantillas/ salen al ruego las tiesas cuadrillas/ ágil y airosa la música suena/ cruje transida de ardor la rubia arena/ de pronto se abre el toril/ y yo siento un ansia febril/ y sólo tengo ojos para mi torero.// Tengo miedo torero/ tengo miedo cuando se abre tu capote,/ tengo miedo torero/ de que al borde de la tarde el temido grito flote/ pero cuando torero/ jugueteas con la muerte yo me olvido de mi miedo/ y en ti creo torero,/ te jaleo torero,/ olé torero.// Solo en la plaza tu arte campea/ nadie en el ruedo te gana la pelea/ borda tu capa de grana y oro/ mil maravillas delante del toro/ y en tu muleta de raso florecen/ rosas de sangre que a cada lance crecen/ y cuando al entrar a matar/ la gente se pone a gritar/ yo sólo tengo ojos para mi torero.// (Refrán).
Distinta fue completamente Maruja Dietta "Imperio de Triana", nacida en la calle Rodrigo de Triana de barrio tan singularmente artístico. Imperio tenía gracia y donaire y una voz poderosa y segura que, versionando a Conchita Piquer, nos recordaba muchísimo a la artista valenciana. Precisamente con las coplas de ella son con las que empieza en sus inicios, cantando a la perfección "La niña de Puerta Oscura". Al igual que Mikaela, Imperio actuó muchas veces en el célebre programa "Cabalgata fin de semana".
Cuando pegó el salto a la fama, Imperio de Triana montó su propio espectáculo "El lirio de los deseos" (1957), con libreto de Rafael de León y música del maestro Quiroga, autores que analizaban muy mucho las posibilidades o no de las artistas. Cuando le montan el espectáculo es que ellos confiaron en la cancionista trianera. De esa época son sus canciones "La romera", "Paloma mensajera", "Nardo con bata de cola" -ella siempre solía salir así al escenario- y una canción que se hizo muy famosa "Manolo mío":
Entre notas de guitarra/ de canción y castañuela,/ anda el nombre de un gran mozo/ que de boca en boca vuela./ Es valiente con los hombres,/ con las damas es gentil,/ y prendida de su capa/ lleva la gracia chulapa/ de los hijos de Madrid.// Manolo mío, Manolo de mis amores,/ tú eres mi vida, mi dicha y mis dolores./ Manolo mío si me falta tu querer/ con honda pena muy pronto me moriré,/ muy pronto me moriré./ Manolo mío, Manolo de mis amores,/ sin tu cariño no quiero ni oro ni flores,/ Manolo de mis amores,/ Manolo de mi querer.// No sé si de broma o vera,/ por amor o pasatiempo/ hoy mi casa rompe el hombre/ que robó mi pensamiento./ Un repique de campanas/ son sus pasos para mí,/ y la noche paso en vela/ como absurdo centinela/ cuando no puede venir.// (Refrán).
Otro de sus grandes éxitos, que muchos años más tarde popularizara en su versión Manolo Escobar, fue "Ni se compra ni se vende", con letra de Antonio Guijarro y música de Genaro Monreal:
Entre notas de guitarra/ de canción y castañuela,/ anda el nombre de un gran mozo/ que de boca en boca vuela./ Es valiente con los hombres,/ con las damas es gentil,/ y prendida de su capa/ lleva la gracia chulapa/ de los hijos de Madrid.// Manolo mío, Manolo de mis amores,/ tú eres mi vida, mi dicha y mis dolores./ Manolo mío si me falta tu querer/ con honda pena muy pronto me moriré,/ muy pronto me moriré./ Manolo mío, Manolo de mis amores,/ sin tu cariño no quiero ni oro ni flores,/ Manolo de mis amores,/ Manolo de mi querer.// No sé si de broma o vera,/ por amor o pasatiempo/ hoy mi casa rompe el hombre/ que robó mi pensamiento./ Un repique de campanas/ son sus pasos para mí,/ y la noche paso en vela/ como absurdo centinela/ cuando no puede venir.// (Refrán).
Otro de sus grandes éxitos, que muchos años más tarde popularizara en su versión Manolo Escobar, fue "Ni se compra ni se vende", con letra de Antonio Guijarro y música de Genaro Monreal:
Me ofrecen correr el mundo entero,/ honores y dinero/ y amores de verdad,/ y a cambio me piden un te quiero,/ y yo me muero, muero,/ por no poderlo dar./ Porque estuve viviendo agonías/ y no supe engañar ni fingir,/ y a la gente que amor me pedía,/ que amor me pedía, les dije yo así:// Ni se compra ni se vende/ el cariño verdadero,/ ni se compra ni se vende./ No hay en el mundo dinero,/ para comprar los quereres,/ que el cariño verdadero,/ que el cariño verdadero/ ni se compra ni se vende.// El día en que tú me conociste,/ alegre te pusiste/ y yo no sé por qué,/ si luego te fuiste de mi vida/ dejándome una herida/ que yo curar no sé./ Te ofrecieron riquezas y honores,/ te cegaste lo mismo que yo/ y hoy quieres comprar mis amores,/ tendré que cantarte la misma canción.// (Refrán).
Para terminar por hoy con un poco de divertimento, vamos a poner la versión humorística que de esta canción de Imperio de Triana hizo el célebre Emilio"El Moro", que no dejaba nunca de versionar de forma cachonda las canciones más famosas:
Yo vengo corriendo el mundo entero,/ sin fama ni dinero/ y con hambre retrasá. Yo cambio sartenes y pucheros/ por piedras de mechero/ y ropa que esté usá./ Pero el burro que traigo debajo/ no lo vendo por ningún parné,/ que aunque el tío no camela el trabajo,/ carbura lo mismo que un Mercedes Benz.// Ni se compra ni se vende/ mi burrico Baldomero,/ ni se compra ni se vende,/ porque al igual que al Platero/ tiene sus versos y sus duendes./ Que el borrico de mi suegro,/ que el borrico de mi suegro/ ni se compra ni se vende.// No tengo ya gusto ni alegría,/ que traigo un sentimiento que no se pué aguantar./ Mi burro murió de pulmonía/ y se quedó entre mis brazos queriéndome besar./Yo me quedo sin nadie en el mundo,/ yo no tengo niños ni mujer,/ sólo queda mi suegro Facundo,/ que es mucho más burro/ que el que yo enterré.// Ya no tengo quien me compre/ mi burrico Baldomero,/ ya no tengo quien me compre,/ porque está en un agujero/ mu cerquita de Ayamonte,/ y por lápida le he puesto,/ y por lápida le he puesto,/ un paquete de Bisontes.
(En la fotografía, Mikaela)
Para terminar por hoy con un poco de divertimento, vamos a poner la versión humorística que de esta canción de Imperio de Triana hizo el célebre Emilio"El Moro", que no dejaba nunca de versionar de forma cachonda las canciones más famosas:
Yo vengo corriendo el mundo entero,/ sin fama ni dinero/ y con hambre retrasá. Yo cambio sartenes y pucheros/ por piedras de mechero/ y ropa que esté usá./ Pero el burro que traigo debajo/ no lo vendo por ningún parné,/ que aunque el tío no camela el trabajo,/ carbura lo mismo que un Mercedes Benz.// Ni se compra ni se vende/ mi burrico Baldomero,/ ni se compra ni se vende,/ porque al igual que al Platero/ tiene sus versos y sus duendes./ Que el borrico de mi suegro,/ que el borrico de mi suegro/ ni se compra ni se vende.// No tengo ya gusto ni alegría,/ que traigo un sentimiento que no se pué aguantar./ Mi burro murió de pulmonía/ y se quedó entre mis brazos queriéndome besar./Yo me quedo sin nadie en el mundo,/ yo no tengo niños ni mujer,/ sólo queda mi suegro Facundo,/ que es mucho más burro/ que el que yo enterré.// Ya no tengo quien me compre/ mi burrico Baldomero,/ ya no tengo quien me compre,/ porque está en un agujero/ mu cerquita de Ayamonte,/ y por lápida le he puesto,/ y por lápida le he puesto,/ un paquete de Bisontes.
(En la fotografía, Mikaela)
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