Este libro, publicado con motivo de la VII Bienal de Arte Flamenco "Ciudad de Sevilla", es un claro homenaje a uno de los más grandes y originales cantaores de nuestro tiempo: a José Monje Cruz "Camarón de la Isla". Desgraciadamente, se hizo este libro porque el cantaor de San Fernando, que estaba programado para un magno espectáculo que se iba a celebrar en la Real Maestranza, el 16 de septiembre de 1992, murió el 2 de julio del mismo año, quedándose el maravilloso proyecto de Salvador Távora, "Ritual andaluz", en las lágrimas de cuantos lo soñaron y en las de muchísimos aficionados que no dábamos crédito a ese maravilloso sueño que nos iban a ofrecer Curro Romero, Camarón, Tomatito, la banda del Maestro Tejera, los clarines de la plaza maestrante, la Coral de Isla Cristina y las hijas de Salvador, Pilar y Concha.
No pudo ser. Pero sí, a través de esta publicación, hermosamente editada, se rindió un magnífico homenaje literario a quien hizo de lo jondo, del quiebro de la voz y del quejío más puro, su mejor tributo a la historia gitana del cante.
Dividido en 5 apartados y con 12 colaboraciones, el libro lo abre Salvador Távora explicando en qué iba a consistir esa ceremonia de la apertura de la Bienal que, con la poética con que la envuelve el dramaturgo, tendría que ser única y recordada durante muchos años. Le siguen el propio Ortiz Nuevo -director de la Bienal-, Fernando Quiñones, Manuel Urbano, Ángel Acosta, Manuel Ríos Ruiz, Francisco Gutiérrez Carbajo, Manuel Barrios, Agustín Gómez, José y Sebastián Candado, Amós Rodríguez Rey, Félix Grande y José Manuel Gamboa -con un estudio excelente sobre su obra-. El libro lleva en su final un cuidado álbum de fotos del cantaor, originales de Carlos Arbelos, Máximo Moreno, Enrique Sánchez, René Robert, Paco Sánchez, Tomoyuki Takase, Juan Carlos Cazalla, Manuel Gómez, Rafael Fernández y Sergio Lira.
Una magnífica obra para su lectura grata, conocimiento del artista, y contemplación de las más interesantes imágenes de quien devolvió la vida a los añejos aficionados y acercó el flamenco a una juventud ávida de emociones. Y Camarón de la Isla era emoción pura desde el mismo momento en que comenzaba a templarse.
Edita: Ediciones Alfar. Sevilla.
Páginas: 107 (Sin fotografias)
I.S.B.N.: 84-7898-063-6
Depósito Legal: CA-661/92
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