El año 1960 la carrera de Marifé de Triana es imparable. Graba seis discos con 24 canciones diferentes, tres en Columbia y tres con la discográfica Montilla-Zafiro, y pone en órbita varias canciones que tendría que llevar siempre en su repertorio, entre ellas "Bajo un limón limonero", el gigantesco éxito de "La Loba", "En una esquina cualquiera" y "Te he de querer mientras viva". Presenta su nuevo espectáculo en el Teatro Calderón de Madrid con el título "Carrusell de España", en el que arrasa su nueva canción de "La Loba", creación de Rafael de León -que ya va descubriendo a la artista-, Molina Moles y música del maestro Quiroga. Marifé sentía tanto esta canción cuando la interpretaba que lloraba de verdad, haciendo llorar a su vez al público. Yo tuve la suerte de escuchársela en directo en varias ocasiones, una de ellas en la Fiesta de la Vendimia de Villanueva del Ariscal -donde la contraté-, a dos metros de ella, y la verdad es que su interpretación conmovía hasta límites insospechados. No me extraña que sea una de las canciones más queridas y preferidas de la artista y de sus seguidores:
La risa en los labios, la noche en el pelo,/ soñando vestirse de blanco azahar;/ y un día sus rosas cayeron al suelo/ con cuatro palabras: "No te quiero ya"./ A nadie dijo su historia,/ y el barco de su alegría/ se hundió sin pena ni gloria/ en el mar de la bebía.// ¡La Loba! ¡Vaya una fama!/ No callarse. ¿Qué más da?/ Pero a ver quien me lo llama/ con la cara levantá.../ La Loba nunca hace alarde/ de jugar con un querer,/ y pa llamarle ¡cobarde!/ al que engaña a una mujer./ ¡Ay, paredes de mi alcoba, cárcel de condenación,/ que aunque quiero ser La Loba/ no me deja el corazón.// Su pelo es de plata y sigue bebiendo./ Un día una moza la viene a buscar,/ y ve que su hijo la aparta diciendo:/ -"Perdóname, madre, no la quiero ya"./ Palabras de negra historia,/ palabras de desengaño,/ que vuelven a su memoria/ al cabo de tantos años.// La Loba, ese es mi nombre./ No te calles, qué más da,/ pero a ver si tú eres hombre/ pa podérmelo quitar./ La Loba ahora hace alarde de jugar con un querer,/ y pa llamarte ¡cobarde! si no cumples tu deber./ Por la cruz que hay en mi alcoba, que no digan con razón/ que eres hijo de La Loba y no tienes corazón,/ y no tienes corazón.
Ya hemos dicho que otra de las grandes creaciones de Marifé en este año de 1960 fue "Bajo un limón limonero", con letra de Rafael de León, Andrés Molina Moles y el maestro Quiroga:
En el patio flamenco de La Marina,/ era reina del mundo cuando cantaba,/ por serranas, fandangos y granaínas,/ Micaela, la rosa de la alcazaba./ Pero el querer de un hombre cambió su sino,/ que de pasión ardiente la volvió loca,/ y una copla en sus venas se abrió camino,/ como potro de celos que se desboca.// En un limón, limonero,/ escrita está nuestra suerte,/ que puede ser un "te quiero"/ o bien sentencia de muerte./ Júrame por tu mare/ y pon la luna por testigo,/ que la sangre se me pare/ si no me caso contigo./ Vivo despavoría/ esperando, compañero,/ me de la muerte o la vida/ bajo un limón limonero.//En el patio flamenco de La Marina,/ ya no canta la rosa de la alcazaba,/ que en el pecho sangrando lleva una espina/ que se vuelve de noche volcán de lava./ Lo que pasó los jueces no han descubierto,/ y en El Perchel lo han dado con la novela/ el día que al galán moreno hallaron muerto/ junto al portal cerrao de Micaela.// Ay, mi limón, limonero,/ ya se cumplió nuestra suerte,/ no pudo ser un "te quiero",/ y fue sentencia de muerte./ Por tu mare lo juraste/ con la luna por testigo,/ y con sangre lo pagaste/ por no casarte conmigo./ Y vengo con veinte años/ a enterrar sin un lucero/ la cruz de mi desengaño/ bajo un limón, limonero.
"Te he de querer mientras viva", de Rafael de León y el maestro Quiroga, significó otro hito en su vida artística. Originariamente no se escribió para ella, sino para Carmen Flores, que la estrenó el año 1959. Ella era muy remisa tras su primer triunfo en cantar canciones de otras artistas, pero el director artístico de Columbia, el maestro Cisneros, le dijo que ella podía cantar lo que quisiera porque nadie diría que sus versiones se parecían a las otras, tal era la personalidad interpretativa de Marifé. Y así fue como subió a la más alta cumbre "María de la O", "Rosa de Capuchinos", "La Lirio", etc., y entre ellas esta zambra, que jamás llegó a tener tanta fuerza y pasión en las voces del resto de sus compañeras, y que ella graba en 1960:
Cuando nos vieron del brazo/ cruzar platicando la calle Real,/ entre la gente del pueblo/ fui la letanía de nunca acabar./ -Que si puede ser su padre,/ que es mucho lo que ha corrío,/ que un hombre así de sus años/ no es bueno para marío./ Fueron tantas cosas/ las que yo sentí/ que tras de las rejas/ de cara a tus ojos/ me oyeron decir.// Por mi salud yo te juro/ que eres pa mí lo primero/ y me duele hasta la sangre/ de lo mucho que te quiero./ No se me importan tus canas/ ni el decir de los demás,/ lo que me importa es que sepas/ que te quiero de verdad./ Soy de tus besos cautiva/ y así escribí en mi bandera:/ "Te he de querer mientras viva,/ compañero, mientras viva,/ y hasta después que me muera.// Tú a lo mejor te imaginas/ que yo por mis años me voy a cansar,/ y en el cariño, serrano,/ yo me considero de tu misma edad./ Y no miro a los chavales,/ contigo voy orgullosa,/ pues me llevas a tu vera/ como quien lleva a una rosa./ No le tengas miedo a mi juventud,/ que pa mi persona no existe en el mundo/ nadie más que tú.// (Refrán).
Hermosísima canción que nos habla de la diferencia de edad en los amores y, quizás, de las más interpretadas por Marifé. A pesar de su belleza, o presisamente por ello, no se iba a escapar mi paisana de la parodia cachonda de mi tocayo Emilio "El Moro":
Cuando me ven por la calle/ cogío a tu brazo y sin un real,/ toas las comadres del pueblo/ me miran con asco y empiezan a hablar:/ -Que si dale que si toma,/ que si pitos que si flautas,/ que un hombre de mi estatura/ no es bueno pa una jirafa./ No te dé a ti miedo/ que digan de mí/ que yo no te quiero/ porque eres más vieja/ que el Guadalquivir.// Por mi cuñá te lo juro,/ que eres pa mí lo tercero,/ y se me rizan las cejas/ cuando te digo: "Te quiero"./ No se me importan tus canas,/ ni tus piernas tan doblás,/ lo que quiero es que comprendas/ que puedes ser mi mamá./ Soy de tus "perras" cautivo,/ lo atestigua mi cartera,/ y he de aguantar mientras viva,/ aunque frito y más quemao/ que el palo de una churrera.// Tú a lo mejor te imaginas/ que por tu dinero te voy a aguantar./ Tu médico dijo hoy/ que tienes más vida que un orangután./ Que si crema y maquillaje,/ cuatro fajas y lo demás,/ cuando te veo levantarte/ eres una mona pelá./ No te dé a ti miedo/ que diga de ti/ que eres más pesada/ que cuarenta moscas/ pegás a la nariz.// Por mi salud te lo juro,/ que eres pa mi lo noveno,/ y se me cuaja la sangre/ cuando me dices: "Te espero"./ No se me importa que grites/ ni que cojas el avión,/ lo que quiero es que te aplaste/ muy despacio un camión./ Me voy pa siempre, Torcuata,/ te llevo en mi pitillera/ pa aborrecer el tabaco/ y olvidarme, compañera,/ que te encontré en un estanco.
Humor aparte de Emilio "El Moro", que ella llevó alguna vez en su Compañía, Marifé no cesó de crear y crear un espectáculo tras otro: "La maestra giraldilla", "Torre de coplas", "La Niña de Agualucero", "Embajadora de España", "La Cantaora", "El café del Taranto"...., así como grabaciones y más grabaciones, la mayoría con creaciones propias y, otras, revitalizando éxitos de Conchita Piquer, Juanita Reina o el propio Príncipe Gitano.
Ya hemos dicho que otra de las grandes creaciones de Marifé en este año de 1960 fue "Bajo un limón limonero", con letra de Rafael de León, Andrés Molina Moles y el maestro Quiroga:
En el patio flamenco de La Marina,/ era reina del mundo cuando cantaba,/ por serranas, fandangos y granaínas,/ Micaela, la rosa de la alcazaba./ Pero el querer de un hombre cambió su sino,/ que de pasión ardiente la volvió loca,/ y una copla en sus venas se abrió camino,/ como potro de celos que se desboca.// En un limón, limonero,/ escrita está nuestra suerte,/ que puede ser un "te quiero"/ o bien sentencia de muerte./ Júrame por tu mare/ y pon la luna por testigo,/ que la sangre se me pare/ si no me caso contigo./ Vivo despavoría/ esperando, compañero,/ me de la muerte o la vida/ bajo un limón limonero.//En el patio flamenco de La Marina,/ ya no canta la rosa de la alcazaba,/ que en el pecho sangrando lleva una espina/ que se vuelve de noche volcán de lava./ Lo que pasó los jueces no han descubierto,/ y en El Perchel lo han dado con la novela/ el día que al galán moreno hallaron muerto/ junto al portal cerrao de Micaela.// Ay, mi limón, limonero,/ ya se cumplió nuestra suerte,/ no pudo ser un "te quiero",/ y fue sentencia de muerte./ Por tu mare lo juraste/ con la luna por testigo,/ y con sangre lo pagaste/ por no casarte conmigo./ Y vengo con veinte años/ a enterrar sin un lucero/ la cruz de mi desengaño/ bajo un limón, limonero.
"Te he de querer mientras viva", de Rafael de León y el maestro Quiroga, significó otro hito en su vida artística. Originariamente no se escribió para ella, sino para Carmen Flores, que la estrenó el año 1959. Ella era muy remisa tras su primer triunfo en cantar canciones de otras artistas, pero el director artístico de Columbia, el maestro Cisneros, le dijo que ella podía cantar lo que quisiera porque nadie diría que sus versiones se parecían a las otras, tal era la personalidad interpretativa de Marifé. Y así fue como subió a la más alta cumbre "María de la O", "Rosa de Capuchinos", "La Lirio", etc., y entre ellas esta zambra, que jamás llegó a tener tanta fuerza y pasión en las voces del resto de sus compañeras, y que ella graba en 1960:
Cuando nos vieron del brazo/ cruzar platicando la calle Real,/ entre la gente del pueblo/ fui la letanía de nunca acabar./ -Que si puede ser su padre,/ que es mucho lo que ha corrío,/ que un hombre así de sus años/ no es bueno para marío./ Fueron tantas cosas/ las que yo sentí/ que tras de las rejas/ de cara a tus ojos/ me oyeron decir.// Por mi salud yo te juro/ que eres pa mí lo primero/ y me duele hasta la sangre/ de lo mucho que te quiero./ No se me importan tus canas/ ni el decir de los demás,/ lo que me importa es que sepas/ que te quiero de verdad./ Soy de tus besos cautiva/ y así escribí en mi bandera:/ "Te he de querer mientras viva,/ compañero, mientras viva,/ y hasta después que me muera.// Tú a lo mejor te imaginas/ que yo por mis años me voy a cansar,/ y en el cariño, serrano,/ yo me considero de tu misma edad./ Y no miro a los chavales,/ contigo voy orgullosa,/ pues me llevas a tu vera/ como quien lleva a una rosa./ No le tengas miedo a mi juventud,/ que pa mi persona no existe en el mundo/ nadie más que tú.// (Refrán).
Hermosísima canción que nos habla de la diferencia de edad en los amores y, quizás, de las más interpretadas por Marifé. A pesar de su belleza, o presisamente por ello, no se iba a escapar mi paisana de la parodia cachonda de mi tocayo Emilio "El Moro":
Cuando me ven por la calle/ cogío a tu brazo y sin un real,/ toas las comadres del pueblo/ me miran con asco y empiezan a hablar:/ -Que si dale que si toma,/ que si pitos que si flautas,/ que un hombre de mi estatura/ no es bueno pa una jirafa./ No te dé a ti miedo/ que digan de mí/ que yo no te quiero/ porque eres más vieja/ que el Guadalquivir.// Por mi cuñá te lo juro,/ que eres pa mí lo tercero,/ y se me rizan las cejas/ cuando te digo: "Te quiero"./ No se me importan tus canas,/ ni tus piernas tan doblás,/ lo que quiero es que comprendas/ que puedes ser mi mamá./ Soy de tus "perras" cautivo,/ lo atestigua mi cartera,/ y he de aguantar mientras viva,/ aunque frito y más quemao/ que el palo de una churrera.// Tú a lo mejor te imaginas/ que por tu dinero te voy a aguantar./ Tu médico dijo hoy/ que tienes más vida que un orangután./ Que si crema y maquillaje,/ cuatro fajas y lo demás,/ cuando te veo levantarte/ eres una mona pelá./ No te dé a ti miedo/ que diga de ti/ que eres más pesada/ que cuarenta moscas/ pegás a la nariz.// Por mi salud te lo juro,/ que eres pa mi lo noveno,/ y se me cuaja la sangre/ cuando me dices: "Te espero"./ No se me importa que grites/ ni que cojas el avión,/ lo que quiero es que te aplaste/ muy despacio un camión./ Me voy pa siempre, Torcuata,/ te llevo en mi pitillera/ pa aborrecer el tabaco/ y olvidarme, compañera,/ que te encontré en un estanco.
Humor aparte de Emilio "El Moro", que ella llevó alguna vez en su Compañía, Marifé no cesó de crear y crear un espectáculo tras otro: "La maestra giraldilla", "Torre de coplas", "La Niña de Agualucero", "Embajadora de España", "La Cantaora", "El café del Taranto"...., así como grabaciones y más grabaciones, la mayoría con creaciones propias y, otras, revitalizando éxitos de Conchita Piquer, Juanita Reina o el propio Príncipe Gitano.
Mañana continuaremos repasando el cancionero de Marifé de Triana, esa genial cantaora que se dejaba la piel en cada una de sus interpretaciones magistrales.
(En la fotografía, Marifé de Triana)
(En la fotografía, Marifé de Triana)
La calidad humana de Marifé está muy por encima de su inmensa calidad artística, que ya es decir. La tratamos muy de cerca cuando se la nombró "Trianera de Honor" y es toda una hermosura -también- como ser humano. Tuve la fortuna de recibir, a través de nuestro común Alfonso de Miguel, una llamada suya muy cariñosa después de la publicación de "Triana, un barrio de cine". Alfonso le entregó el libro y ella, que podría estar colmada de referencias, biografías, críticas y crónicas, me lo agradeció como si hubiera sido la primera vez que se hablaba de ella. No podía pasar la ocasión sin comentarlo.
ResponderEliminarCreo que fue un genio en todo. Su calidad humana, como bien dices, está por encima, incluso, de su "Torre de Arena". Para mí, en lo que después se dió en llamar la copla andaluza, fue su máximo exponente.
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