
En el mismo corte de Amalia de Isaura, pero más fina, porque ella convertía el humor en una maravillosa fantasía de gestos en los cuplés y en las imitaciones de canciones y artistas importantes. El periodista A. Martínez Tomás decía de ella que "Era una artista nata, que lleva el arte en las venas latiéndole con un ritmo interior, sosegado y armónico..., su proteismo emocional, la mutabilidad del gesto y la fuerza vibratoria de su sensibilidad, forman una síntesis de arte tan rara y tan perfecta que sobre el escenario su lindo cuerpecito, de una fragilidad increada de princesa..." Eso es lo que decían todos de ella, que era una princesa, un bombón escénico.
Hizo creaciones como "La Tontatomasa", "Asaura", "El Coco", "Lo mismo que yo" y "Los hombres", entre otras muchas que popularizó por todos los teatros de España. De 1923 es esta que dedicó a la defensa de la falda corta:
Toda la gente se queda absorta/ viendo que llevo la falda corta./ Pero lo cierto es que a mí me carga/ ir por las calles con falda larga./ La nueva moda, que tanto tapa,/ ni agrada al hombre ni a la mujer; yo no me tapo más de lo justo.../ Lo que yo enseño, se puede ver./ La que se tapa con tanto empeño/ lo que a los hombres le quita el sueño,/ lo que a los hombres tanto enajena,/ es una chica que no está buena./ Con falda corta son los andares/ mucho más dulce en su vaivén;/ que se las pongan largas tan sólo/ las pobrecillas que no andan bien./ Mueran las faldas largas;/ cortas las llevo yo;/ habrá quien se haga un saco/ por ir de moda, pero yo no.
Las ocurrencias suyas, tan estudiadas, parecían espontáneas en el escenario por la naturalidad con que las hacía, como en esta parodia sobre la triste petenera: Quien te puso petenera/ no sabe lo que te puso; te tenían que haber puesto/ la perdición de los rusos.
Pero no todas las canciones de Luisita Esteso eran humorísticas, como demuestra esta composición de 1922, con letra de Ángel H, de Lorenzo y música de Álvaro Retana, titulada "Mi rayito de sol", a la que ella daba el empaque necesario en el escenario:
Era una tarde de lluvia y de frío,/ cuando por la calle me lo tropecé,/ su paraguas roto junto con el mío,/ mientras un piropo gracioso escuché./ No pude explicarme por que le hice caso,/ quizás me hizo gracia su conversación,/ pero fue la cosa que en cinco minutos,/ llegó a ser el dueño de mi corazón./ Y desde entonces nuestras vidas,/ locas y ansiosas de gozar,/ marcharon juntas muy felices/ sin otra cosa que pensar.// Me decía: ¡Amor mío!,/ mi primera ilusión,/ en mi vida tú eres/ un rayito de sol.// Mas como en el mundo terminase todo,/ y mucho más siempre las cosas de amor,/ llegó una mañana su padre a buscarle,/ y de esta manera prudente le habló:/ ¡Ya es hora, muchacho, de que esto concluya,/ pues no es razonable que todo un doctor/ con una cualquiera de tal forma viva/ sin otro consejo que su corazón!/ Y al enterarme, yo le dije,/ disimulando mi pesar:/ ¡Tienes razón, dejarme debes/ y no volverme a ver jamás!// Solamente te pido/ en nombre de mi amor,/ que no te olvides nunca/ del rayito de sol.// Corrieron los años trayendo la calma/ cuando una tarde, lluviosa también,/ cruzó por mi lado, lo mismo que entonces,/ y así sus palabras muy triste escuché:/ "No pienses que he dado tu amor al olvido/ porque esté casado y tenga un hogar,/ que tú serás siempre quien más he querido/ y nunca en el mundo te podré olvidar./ Fui egoísta, y despreciando/ lo que mandaba el corazón/ casé con otra por dinero/ tan sólo atento a la razón".// Por tener las riquezas/ se quedó sin amor;/ mas no olvidará nunca/ su rayito de sol.
Luisita Esteso fue una cupletista-humorística genial que se llevó trabajando, prácticamente, hasta el final de sus días.
(En la fotografía, Luisita Esteso)
Toda la gente se queda absorta/ viendo que llevo la falda corta./ Pero lo cierto es que a mí me carga/ ir por las calles con falda larga./ La nueva moda, que tanto tapa,/ ni agrada al hombre ni a la mujer; yo no me tapo más de lo justo.../ Lo que yo enseño, se puede ver./ La que se tapa con tanto empeño/ lo que a los hombres le quita el sueño,/ lo que a los hombres tanto enajena,/ es una chica que no está buena./ Con falda corta son los andares/ mucho más dulce en su vaivén;/ que se las pongan largas tan sólo/ las pobrecillas que no andan bien./ Mueran las faldas largas;/ cortas las llevo yo;/ habrá quien se haga un saco/ por ir de moda, pero yo no.
Las ocurrencias suyas, tan estudiadas, parecían espontáneas en el escenario por la naturalidad con que las hacía, como en esta parodia sobre la triste petenera: Quien te puso petenera/ no sabe lo que te puso; te tenían que haber puesto/ la perdición de los rusos.
Pero no todas las canciones de Luisita Esteso eran humorísticas, como demuestra esta composición de 1922, con letra de Ángel H, de Lorenzo y música de Álvaro Retana, titulada "Mi rayito de sol", a la que ella daba el empaque necesario en el escenario:
Era una tarde de lluvia y de frío,/ cuando por la calle me lo tropecé,/ su paraguas roto junto con el mío,/ mientras un piropo gracioso escuché./ No pude explicarme por que le hice caso,/ quizás me hizo gracia su conversación,/ pero fue la cosa que en cinco minutos,/ llegó a ser el dueño de mi corazón./ Y desde entonces nuestras vidas,/ locas y ansiosas de gozar,/ marcharon juntas muy felices/ sin otra cosa que pensar.// Me decía: ¡Amor mío!,/ mi primera ilusión,/ en mi vida tú eres/ un rayito de sol.// Mas como en el mundo terminase todo,/ y mucho más siempre las cosas de amor,/ llegó una mañana su padre a buscarle,/ y de esta manera prudente le habló:/ ¡Ya es hora, muchacho, de que esto concluya,/ pues no es razonable que todo un doctor/ con una cualquiera de tal forma viva/ sin otro consejo que su corazón!/ Y al enterarme, yo le dije,/ disimulando mi pesar:/ ¡Tienes razón, dejarme debes/ y no volverme a ver jamás!// Solamente te pido/ en nombre de mi amor,/ que no te olvides nunca/ del rayito de sol.// Corrieron los años trayendo la calma/ cuando una tarde, lluviosa también,/ cruzó por mi lado, lo mismo que entonces,/ y así sus palabras muy triste escuché:/ "No pienses que he dado tu amor al olvido/ porque esté casado y tenga un hogar,/ que tú serás siempre quien más he querido/ y nunca en el mundo te podré olvidar./ Fui egoísta, y despreciando/ lo que mandaba el corazón/ casé con otra por dinero/ tan sólo atento a la razón".// Por tener las riquezas/ se quedó sin amor;/ mas no olvidará nunca/ su rayito de sol.
Luisita Esteso fue una cupletista-humorística genial que se llevó trabajando, prácticamente, hasta el final de sus días.
(En la fotografía, Luisita Esteso)
Luisita esteso fue una GENIAL artista! Y para muchos de nosotros siempre estara en nuestros corazones.
ResponderEliminarSu nieta.
Creo que fue genial. Gracias por haberse metido en esta página.
ResponderEliminarGracias a usted por hablar tan bien de mi abuela
ResponderEliminarA ella, evidentemente, por merecérselo. ¡Qué época más hermosa y abierta! Ahora todos se creen que son los inventores de las modernidades cuando cada día en cada tiempo trajo su propio afán.
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