
Allí, cuando ya estaba un poco ennoviado, llevaba a mi cuñado pequeño que tendría unos tres años; allí se han subido mis tres hijos y mis sobrinos y mis nietos. Más que calesitas es un monumento a las abuelas y abuelos de Triana, tal como bien dice nuestro habitual bloguero José Luis Jiménez.
Cincuenta y tres años paseando a varias generaciones de viajeros bien merecen un homenaje a Luis León, un hombre al que recuerdo alto, de una calidad humana increíble, y siempre engrasando las piezas, limpiando con esmero los cacharros y regando la explanada de alrededor de sus calesitas. La Comisión de la Velá y la Tenencia de Alcaldía del Distrito han tenido el suficiente tiempo para darle el nombramiento de "Trianero adoptivo" o "Trianero de honor", pero jamás pensaron en ello. El único homenaje que creo se le ha dedicado fue el hermoso recuadro "Las calesitas del Tardón" de nuestro amigo Antonio Burgos en agosto de 2008: "Los niños que se subieron a estos cacharritos cuando todo esto era casi un descampado hasta el barrio Voluntad traen ahora a sus hijos a subirse en el autobús del ratón Mickey, en la lancha como un antiguo deslizador del Náutico de Punta Umbría. Los que fueron niños vuelven a serlo viendo otras sonrisas en los ojos de su misma sangre. Como un reloj por el que no pasara el tiempo, las celesitas del Tardón giran y giran, acompasadamente, como el tic tac del corazón de la memoria".
Mi citado amigo José Luis Jiménez, al que le pedí el favor de entrevistarlo para conocer algunos datos, me dice lo siguiente: "Ahora vengo de tomar un café y he estado hablando con el propietario de las calesitas del Tardón. Me ha contado que la primera calesita en montó en el año 1958 detrás de la iglesia de San Gonzalo, en los terrenos de la actual Residencia. Al año siguiente le obligarona trasladarse a la ubicación actual y es del año 1959 la primera licencia municipal que poseen y conservan. Me enseñó una foto del año 1960. En la actualidad las gestiona Luis León. Su padre, también llamado Luis, fue el primero que instaló estas calesitas pero me aseguró que su abuelo ya poseía atracciones de ferias similares. Concretamente en la proximidad, donde estaba el Hotel Guitarra, tenían unos caballitos voladores. También me comentó que su abuelo, el 18 de julio de 1936, tenía licencia para instalar atracciones en la Velá de dicho año. Luis León hijo, el actual propietario, le dedica todo el día a este trabajo, del que dice que es demasiado esfuerzo para la recompensa económica que obtiene. Muchas horas de mantenimiento, de limpieza, impuestos, etc. Su padre, que de vez en cuando aparece por las calesitas, tiene 82 años y se conserva bastante bien para su edad, máxime tras la pleuritis que superó y de la que llegaron a extirparle un pulmón".
Me comunica también que, al parecer, nuestro común amigo Gabriel Sánchez "Gasán" está promoviendo un homenaje para Luis León padre. He intentado varias veces ponerme en contacto con él pero no cogen el teléfono. Sería interesante que la Asociación Cultural y Artística Trianera, a la cual pertenezco, hablara con él y se llevara para adelante este más que merecido homenaje a un hombre que durante tantos años ha hecho felices a varias generaciones de trianeros.
Por "no" alusiones... (es broma): Dentro del programa "De calle" de Sevilla Televisión, dediqué uno a la plaza de San Martín de Porres y entrevisté a Luis León, padre; creeo que fue en el 2005 y por ahí anda una copia de la grabación. Corroboro cuanto dice José Luis Jiménez sobre la información de su hijo. A través de uno de los componentes de la Comisión de la Velá comuniqué a raíz de la emisión del programa aludido de los créditos de Luis León para que fuera nombrado Trianero Adoptivo, ya que él no lo es de nacencia. Pero como en la tal comisión no se conocen ni entre ellos... cómo van a saber quienes en Triana merecen un reconocimiento de este tipo. Y es que aquí, con tanto trepa más de fuera que de dentro - empezando por el delegado- las cosas funcionan como funcionan...
ResponderEliminarSabes que desde Córdoba no podía ver tu programa de Sevilla Televisión, que tanto éxito tuvo al decir de nuestros amigos. Desconocía que lo entrevistases.
ResponderEliminarEl tema creo que debemos retomarlo y rendirle nosotros el homenaje que se merece. Como estemos esperando a la Comisión de la Velá o a la Tenencia, no se hará nada.
En los años ochenta, cuando como locos nos querían enganchar a esa europa moderna que corría por delante, atravesaba a menudo López de Gomara llevando en el cochecito a mi hermano pequeño. Entre los escalones que había y las tres o cuatro calesitas que aparecieron la travesía hacia el Parque de los Príncipes se me hacía tremendamente difícil. Ya no queda ninguna de aquellas máquinas automáticas, caballos y coches que se movían al compás de las monedas, que gritaban furiosos para atraer a la clientela. Curiosamente las calesitas de Luis León, todavía permanecen. De vez en cuando, me gusta sentir que el hombre aún puede más que la soledad de una máquina.
ResponderEliminarHermosísimo tu comentario. Bienvenido al blog.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con vosotros en que esta familia, esta saga de feriantes permanentes, merece un homenaje, pues, seguramente, han hecho felices a más niños que cualquier otra cosa. Aunque no soy de Triana, llevo aquí casi treinta y un años y recuerdo de siempre las calesitas, que me llamaron la atención, en primer lugar, por su nombre, porque en La Isla las llamamos "cacharritos" sin más. Estos cacharritos siempre están ahí y es una estampa tan familiar que ya forman parte de este barrio. Así que, ánimo para el homenaje, que yo haría a toda la saga.
ResponderEliminarLas calesitas de El Tardón han sido la ilusión de cuatro generaciones, entre las que me encuentro. Creo que Luis León merece este homenaje. ¿Por qué no reunirnos los poetas de Triana, todos los niños que crecimos a su sombra, hacerle un homenaje al pie mismo de sus calesitas con un librillo de poemas y poner en la misma una placa a su nombre?
ResponderEliminarAcabo de llegar de montar a Elena en Las Calesitas de Luis León como previa al paseo que le tendré que dar hoy por La Calle del Infierno. Precisamente estaban Luis Padre e Hijo. Te mandaré la fotografía que le he realizado a Luis Padre con el móvil; espero que se vea algo.
ResponderEliminarMe sumo a esa petición del merecido homenaje a Luis León. A mitad de los años 60, viviendo yo en nuestro Corral de calle Torrijos, mi abuela Luisa me llevaba hasta Las Calesitas. Además de disfrutar de algún paseo en un corcel blanco o de hacer sonar las sirenas del coche de bomberos, aquellos paseos me enseñaron lo grande, en extensión porque la otra grandeza la sigo descubriendo día a día, que era Triana. Para los que se atreven a decir públicamente que El Tardón o el Barrio León no son Triana y para aquellos otros donde Triana termina en el 33 de la Calle San Jacinto les puedo decir que San Martín de Porres son casi el centro geográfico del Arrabal, y precisamente ahí es donde está este monumento a la sonrisa de los miles y miles de niños trianeros que hemos pasado por él y a la paciencia y cariño de tantísimos abuelos y abuelas que han llevado con orgullo a sus nietos. Pero además, yo considero que estas Calesitas son un monumento al trabajo, a la tenacidad y a la honestidad de una saga que ha vivido y vive de hacer feliz a tantísimos niños trianeros.
Méritos tiene mas que suficientes para un homenaje y una placa; con menos tiempo en el Barrio y pocos méritos se han homenajeado y colocado placas, en lugares muy emblemáticos, a algunos personajes.
Luis León es un orgullo para Triana y no debe de faltarle un homenaje.
Espero que todos podamos aunar nuestras voluntades para rendirle el homenaje que este hombre se merece, toda una institución en el barrio.
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