Tiene los ojos verdes y se llama Pastora,
su alma es ardiente, como la loca manzanilla;
es la que canta coplas de una tristeza mora
detrás de las floridas cancelas de Sevilla.
Es rosa de pasión que se da toda entera;
cuando anda es ritmo y gracia su garbo sevillano;
es morena y dramática como la petenera,
sensual y atormentada como un tango gitano.
Y en la tarde de toros, al rematar la suerte,
cuando el muñeco de oro ha burlado a la Muerte,
y estalla la charanga, y aplaude el circo entero,
mientras pasea el héroe su española majeza,
con sus ojos sultanes cargados de tristeza
es la única que llora, la novia del torero.
EMILIO CARRERE
"Del amor, del dolor y del misterio", 1915
es la que canta coplas de una tristeza mora
detrás de las floridas cancelas de Sevilla.
Es rosa de pasión que se da toda entera;
cuando anda es ritmo y gracia su garbo sevillano;
es morena y dramática como la petenera,
sensual y atormentada como un tango gitano.
Y en la tarde de toros, al rematar la suerte,
cuando el muñeco de oro ha burlado a la Muerte,
y estalla la charanga, y aplaude el circo entero,
mientras pasea el héroe su española majeza,
con sus ojos sultanes cargados de tristeza
es la única que llora, la novia del torero.
EMILIO CARRERE
"Del amor, del dolor y del misterio", 1915
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