UNA CAÑA DE MANZANILLALímpida copa o reluciente caña,
fino diamante que se torna en oro,
tu seno encierra el fúlgido tesoro
que el bello sol de Andalucía baña.
Riendo inspiras del amor la hazaña,
los ensueños a ti fluyen a coro,
y en la ilusión de tu cristal sonoro
vibra encendido el corazón de España.
Ven a mis labios, copa que mareas;
alas ponle al corcel de mis ideas
con la luz de tu loca manzanilla;
con la luz de tu loca manzanilla;
y en la misa de un verso peregrino
te alzaré como un cáliz ambarino
bajo el cielo inmortal de mi Sevilla.
(Sevilla, 1947)
te alzaré como un cáliz ambarino
bajo el cielo inmortal de mi Sevilla.
(Sevilla, 1947)
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