miércoles, 24 de marzo de 2010

DESDE MI TORRE: ¿CUÁNTO DINERO ESTÁ COSTANDO SAN JACINTO?

Siempre se ha dicho que los experimentos deben hacerse con gaseosa. En Triana -como nos pusieron a un auténtico inútil en la Tenencia-, se hacen a base de millones de los contribuyentes. Sin decir esta boca es mía construyeron a prisas y corriendo, plagado de chapuzas, el carril bici de la "sostenibilidad", y en el tramo que va del cruce con Pagés del Corro al Altozano pusieron dos horribles macetones para peatonalizar la calle "provisionalmente". Después de realizado este desaguisado urbanístico, el señor Alberto Moriñas se acuerda de que la hermandad de la Estrella sale en Semana Santa y que es imposible que lo haga tal como ha quedado la calle. Mas no se le ocurre poner una tarima de madera, como las de toda la vida de las cofradías, que es más útil y puede servir para siempre. No. Aquí hay que gastar dinero y nivelar con un alquitrán flotante para quitarlo en julio o agosto, cuando la Estrella vuelva de su salida procesional especial con motivo de su 450 aniversario fundacional.

-¿Proyectos aquí? ¡Estos trianeros están tontos! Aquí se hacen las cosas y si nos equivocamos no pasa nada, se gasta más dinero y ya está. Que lo del alquitrán queda feo, pues un poquito de moqueta en lo alto y fuera, de dulce. Una vez que se desalquitrane, entonces, como se nos había olvidado con las prisas, nos gastaremos otra millonada y nivelaremos toda la calle con las aceras. ¿Que llueve en invierno y se inundan las casas y los negocios? Pues que no se apuren, que ya inventaremos otra cosa.

Esto es lo que tenemos en Triana: lo peorcito que tenía el ayuntamiento de Sevilla. Espero que en las próximas elecciones municipales Triana haga balance y que por fin, sea del partido que sea, venga alguien que sea digno de un barrio tan importante como el nuestro, del que se está cachondeando con prepotencia e inutilidad manifiesta el señor Alberto Moriñas, que sólo ha demostrado en este arrabal que no tiene ni idea de lo que hace ni qué debe hacerse.

Si el tuviera que pagar de su bolsillo todo lo que ha costado, está costando y seguirá engordando las obras de San Jacinto, seguro que el experimento lo hubiese hecho con gaseosa. Y si los trianeros fuésemos menos pacíficos, ya se hubiera llevado de recuerdo una buena "catea".

5 comentarios:

  1. Hola, hace tiempo que no escribo: el trabajo con el final del trimestre, las evaluaciones, la Feria del Libro, en fin, mucho lío. Pero sigo estando atenta al blog y leyendo todo lo que puedo.

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  2. Estás perdonada porque sé lo liadas que estás, pero ya te iba a poner falta.

    Un abrazo.

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  3. La poca preparación y escasa experiencia profesional de nuestros políticos para el cargo que representan, además de su prepotencia, impiden que puedan tomar decisiones medianamente razonables. Hace poco lei un artículo titulado "Estudias, trabajas o eres político" donde analizaban la formación y experiencia profesional de los políticos municipales que nos gobiernan en la actualidad. Los cargos con más peso político coinciden con ediles de escasa o nula experiencia en el ámbito privado y en la mayoría de los casos su formación nada tiene que ver con el cargo que están desempeñando. Alberto Moriña es licenciado en Historia y no se le reconoce ninguna experiencia laboral anterior. Tal vez estemos formando a un futuro ministro de obras públicas, pero mientras tanto.....

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  4. Hoy lo he visto, Emilio; es increíble. La calle San Jacinto, la última calle que peatonalizaría un adicto a la peatonalización, se ha convertido en un campo de pruebas y todas carísimas para los sevillanos, aunque a estos señores les sale de balde. Lo de la tarima es de cajón, pero otra cosa que gusta mucho en la Plaza Nueva es el alquitrán y su horrible color. En vez de peatonalizar Betis y Pureza, ya ves lo que hacen... Y a aguantarse.

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  5. Emilio Jiménez Díaz24 de marzo de 2010, 22:34

    Mañana ofrezco un curso rápido para hacerse millonario en dos días: METERSE A POLÍTICO. A Triana la están haciendo polvo. Las hermandades, ni pío. Mientras todo esté subvencionado, como hacía el clero con las antiguas putas de El Arenal de los siglos XVI y XVII, pasará lo de siempre: ¡Dame pan, y dime tonto!
    Hoy, la escuela de Monipodio, asentada en la calle Betis, ya tiene varias sucursales por el barrio. ¡De pena!

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