Subimos de nuevo al tranvía con el exagerado periodista de "El Liberal" para que nos lleve desde Puebla del Río al punto de partida, pero con algunos apuntes técnicos:
"Y de nuevo a Sevilla en menos de media hora. Al llegar a Sevilla, la Dirección de la Compañía dispuso que de nuevo volvieran a hacer el recorrido los coches para dar un paseo gratuito a tanta bella joven como al paso de los vehículos aplaudía. ¡Un rasgo muy simpático que celebramos todos!
¿Lo que cuesta el paseo? ¡Baratísimo! Desde Sevilla a Gelves, 0,60: a Coria, 1,15, y a Puebla del Río, 1,30. Hay billetes de ida y vuelta para obreros, valederos para mañana y tarde, cuyos precios son sumamente baratos.
He aquí algunos datos técnicos que nos ha suministrado el director de la Compañía, don Mariano Aguiló:
VÍA.- Largo total, 11.150 metros. Se ha empleado carril Vignol de 30 kilogramos, sobre travesías de roble.
LÍNEA DE CONTACTO.- Suspensión sencilla en San Juan de Aznalfarache, y suspensión catenaria alabeada desde San Juan hasta Puebla del Río. Este sistema permite velocidades muy superiores a las que permitiría una línea con suspensión sencilla.
ESTACIONES.- Las tres estaciones, Gelves, Coria y Puebla del Río, han sido construidas teniendo en cuenta el estilo de la región. Las estaciones están dotadas de todos los requisitos modernos necesarios, teniendo cada una instalación de agua a presión.
SUB-ESTACIÓN ALIMENTADORA.- Se ha colocado en el final del trayecto: Puebla del Río. Es una sub-estación de concertidores de mercurio automática. Se pone en servicio por un reloj, el cual desconecta una vez terminado el último viaje. En caso de avería se para automáticamente y avisa al edificio de la estación para que se puedan tomar las medidas necesarias para ponerla otra vez en servicio. Se compone de dos unidades, cada una de 300 kw., produciendo una tensión de 1.200 V. La corriente alimentadora que es transportada, es corriente alterna trifásica de 15.000 V.
COCHES AUTOMOTORES.- Los coches están dotados de motores potentes, que les permiten desarrollar con un remolque cargado una velocidad de 50 Km/hora. La toma de corriente para la nueva línea es de pantógrafo, lo que permite alcanzar mayores velocidades sin perder contacto. Este sistema es utilizado generalmente para ferrocarriles de vía ancha, siendo el dispositivo más moderno.
El servicio público comienza hoy. No queremos adelantar juicios. El público dirá la última palabra del funcionamiento de esta línea. Para el repórter, primer viajero en esta línea a los pueblos ribereños, es admirable".
El halagador "repórter", como así mismo se llama en la novelesca información, dijo, curándose en salud, que no quería adelantar juicios y que la última palabra sobre esta recién establecida línea la diría el público. En esto atinó de todas a todas, ya que tampoco comenzó con buen pie este tren-tranvía con meta final en la cercana localidad.
Dos meses más tarde de la inauguración -concretamente, el 14 de Julio-, a causa de un descarrilamiento en Gelves a las 6 de la mañana, se forma la primera queja conjunta contra la empresa tranviaria, ya que a las 8'30 aún no había sido arreglado el servicio y muchos trabajadores, esperanzados en él, perdieron un día de trabajo y de jornal, sin que la Compañía pusiera a disposición de los trabajadores algún autobús de los que en casos semejantes utilizaba.
Todavía no hacía el año de la inauguración de la línea cuando, también en la estación de Gelves, por la excesiva velocidad, descarriló el número 178 de Puebla del Río, dando lugar a que varios de los usuarios resultasen heridos de gravedad. Tras este nuevo percance: quejas, quejas y más quejas y, tras las mismas, los mismos oídos sordos de la empresa tranviaria.
También, en estas líneas interurbanas, los tranvías eran sacudidos por la continua ola de violencia que invadía toda la ciudad. Un día cualquiera, el vuelco de un tranvía; otro, los cristales rotos; los más, obstáculos en los raíles: palos de telégrafos, ladrillos, piedras, etc.
De aquellos ferrocarriles secundarios que se anunciaban con tanta pompa en la prensa local, con sus "viajes cómodos y rápidos", atravesando "panoramas deliciosos" y que nos llevaban a visitar pueblos "tan lejanos" como Gelves, Coria y Puebla, nos quedó el recuerdo más cercano a nuestros días, ya que fue el último quitado de la circulación sevillana. Un tranvía lleno de nostalgia, dotado de los elementos técnicos de última hora, que ofreció sus servicios desde aquella lejana tarde del 21 de Mayo de 1932 hasta la noche del 17 de Enero de 1965 en que se apagó para siempre su traqueteo habitual en la cochera de Triana, sellando con este último viaje la controvertida historia de los tranvías en nuestra ciudad.
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